Enviado especial a Bolivia
Mientras el ministro del Interior, Daniel Urresti, volcaba sus esfuerzos en innecesarias discusiones con las bancadas de oposición durante su presentación en la Comisión de Defensa del Congreso, el empresario Martín Belaunde Lossio, supuesto hombre más buscado del país, cruzaba libremente el control fronterizo de Desaguadero para llegar a Bolivia y pedir refugio.
El lunes 15 de diciembre, en la mañana, el prófugo Belaunde Lossio, quien lleva eludiendo la justicia peruana por más de siete meses, admitió ante los funcionarios bolivianos de la Comisión Nacional del Refugiado (Conare) que ingresó irregularmente al país altiplánico el 1 de diciembre.
Su confesión resultaba necesaria para iniciar los trámites de su pedido de refugio. El reglamento de la ley de protección del refugiado boliviano, al que El Comercio tuvo acceso, indica que el solicitante, al momento de registrarse, tiene que especificar cómo ingresó al país y dónde se está alojando.
Esta declaración, sin embargo, podría dar fin a la huida de Belaunde Lossio y traerlo de vuelta a territorio nacional. Según explicó a El Comercio César Siles, presidente de Conare, si su organismo decide rechazar la solicitud de refugio de este empresario, acabada la segunda instancia, su país lo puede expulsar por el hecho de no contar con el sello de control fronterizo de Migraciones.
Sucede que las personas que inician sus trámites para acogerse a la Ley de Protección al Refugiado gozan de ciertas protecciones como la no devolución a su país de origen y la no expulsión, hasta el tiempo que dure el proceso (120 días). Terminado el plazo, Conare resuelve si procede el pedido. De no ser el caso, el solicitante tiene 15 días hábiles para apelar. Desestimada la apelación, este último tiene 30 días para abandonar el país o regularizar su situación migratoria ante las autoridades bolivianas.
En esos 30 días, según la norma, el solicitante pierde la protección legal. En el caso de Belaunde, haber ingresado irregularmente a Bolivia es razón suficiente para que Migraciones de ese país proceda a expulsarlo. El artículo 38 de la ley de migraciones boliviana indica expresamente que es causal de salida obligatoria de su país si el inmigrante ingresa eludiendo los controles fronterizos.
Desde hace dos días, la Conare ya cuenta tanto con la información enviada por el Gobierno Peruano sobre los antecedentes del prófugo empresario así como la alerta de la Interpol de que contra él pesa una orden de captura internacional de notificación roja. Estos elementos serán agregados para evaluar el pedido de Belaunde Lossio.
El Comercio se enteró de que mañana Conare discutirá su situación legal. Del mismo modo, definirán cuándo entrevistarán a Belaunde Lossio para que argumente las razones por las que huyó del Perú y pidió refugio, como señala el reglamento.
Fuentes de Conare contaron a este Diario que el día que Belaunde Lossio se presentó a pedir refugio, estuvo acompañado por una mujer de unos 25 años a la que identificó como un familiar. Ese día el prófugo solo entregó su solicitud para refugiado y una copia simple de su documento de identidad.