Ricardo León

La plaza central de Pichari, distrito de la selva de Cusco, tiene como monumento principal una hilera de hojas de coca de mayólica, de casi dos metros de alto, cada una con distintas inscripciones en castellano, quechua y asháninka. Esta localidad es una de las puertas de ingreso al valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Una de las principales actividades económicas es la siembra y cosecha de hoja de coca, la mayor parte de la cual tiene un destino obvio: el narcotráfico. Una porción mucho menor se destina a los usos tradicionales (chacchado y otros) y a la todavía incipiente industrialización.