Congreso: Comisión especial busca combatir la falta de rigor técnico en los proyectos de ley

La falta de rigor técnico en las leyes aprobadas es una de las críticas constantes en el actual Congreso. Ante ello, la Comisión de Especial Multipartidaria para el Ordenamiento Legislativo (CEMOL), presidida por Diethell Columbus (Fuerza Popular, Lima), busca impulsar una iniciativa para que las propuestas legislativas tengan un sustentado análisis costo-beneficio.

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A la fecha es común observar que el análisis costo-beneficio de los proyectos se reduce a la frase “no irrogará gastos al Estado” sin mayor explicación o sustentación técnica que avale dicha afirmación.

La propuesta que el legislador Columbus y su equipo de trabajo en la CEMOL han preparado plantea que “los proyectos de ley deben estar debidamente sustentados en una exposición de motivos, la misma que deberá incluir el correspondiente análisis costo–beneficio”.

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“Con esta reforma lograremos que todos los poderes del Estado, así como los distintos niveles de Gobierno, incluyendo regiones y municipios, estén obligados a poner en blanco y negro el análisis costo-beneficio de aquello que quieren aprobar. Con esta reforma deberán tomarse el trabajo de legislar en serio y no seguir improvisando como ocurre en muchos casos”, explicó el parlamentario fujimorista.

Columbus Murata también plantea en su reforma una disposición complementaria final para que las entidades públicas estén obligadas a implementar mecanismos que garanticen la prepublicación de las normas que aprueben, a efectos de asegurar la participación ciudadana y la transparencia. En el Parlamento existe esa disposición, pero lo que suele ocurrir es que la Junta de Portavoces exonera a los proyectos de ley de este trámite.

“La aprobación de esta reforma tiene que ser inmediata, salvo que no se quiera tener normas de mejor calidad y se busque impedir la participación de la ciudadanía e ignorar su opinión”, apuntó Columbus.

Regulando las mociones

Una segunda iniciativa que ha elaborado la CEMOL propone modificar el reglamento del Congreso respecto a los alcances de las mociones.

Las mociones tienen diferentes utilidades, como la creación de comisiones investigadoras, los pedidos de interpelación y censura y la vacancia presidencial. Sin embargo, en los últimos años, su uso se ha visto concentrado en pedidos para que el pleno se pronuncie sobre un hecho político de interés o para realizar saludos de todo tipo: desde felicitaciones a autoridades locales, hasta celebraciones de aniversario de entidades privadas.

La CEMOL advierte que, en los últimos plenos, se ha agendado un número excesivo de mociones de carácter exhortativo o declarativo, cuyo debate en el pleno ocupa gran parte de la sesión.

Diethell Columbus plantea que las mociones para que el Congreso se pronuncie sobre un tema sean vistas en el Consejo Directivo y ya no sean sustentadas en el pleno. Esto con el fin de no emplear tanto tiempo de la sesión en discusiones sobre temas declarativos.

“Las mociones de orden del día a las que se refiere el inciso e) del presente artículo son aprobadas por el Consejo Directivo y la sumilla de lo aprobado es leída en el Pleno en la sesión inmediata siguiente de su aprobación. El presidente comunica la moción aprobada a la instancia o entidad que corresponda en un plazo no mayor de 5 días hábiles de aprobada por el Consejo Directivo”, especifica la fórmula planteada por la CEMOL.

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