El pleno del Congreso aprobó, la madrugada del martes 17, contar con un plazo de seis meses -hasta octubre- para introducir cambios electorales con miras a las elecciones generales 2021. Esto implica que podrán cambiar las reglas de juego incluso después de la convocatoria de los comicios generales prevista para julio próximo. Bajo ese escenario, los especialistas advierten que existen puntos del sistema electoral que no deberán ser tocados por este nuevo Congreso, a fin de cumplir con la reforma política.
Fernando Tuesta, quien presidió la Comisión de Alto Nivel que elaboró los proyectos de reforma presentados en año pasado por el Poder Ejecutivo, afirmó que lo primero a preservar son las cuatro leyes aprobadas en agosto del año pasado: democracia interna, inscripción de partidos, paridad y alternancia y financiamiento.
Para el politólogo, lo único que debería hacer el Parlamento sobre estas normas es eliminar las disposiciones complementarias transitorias que desnaturalizan las ideas originales. En democracia interna, por ejemplo, mediante una disposición se contempló que se realicen, además de las primarias, unas elecciones internas previas y de manera separada. Mientras que en la paridad y alternancia se introdujo una progresividad en su aplicación.
“Lo que no se debe hacer es abrir la discusión sobre el cuerpo de texto, muchas de las bancadas pertenecientes al actual Congreso las aprobaron. De lo avanzado solo deben avocarse a cosas puntuales, como las disposiciones complementarias, sino se abre un abanico de modificaciones sobre el cuerpo de texto que pueden ser interminables y a su vez pueden terminar en lo que llamamos la contrarreforma”, advirtió Tuesta a El Comercio.
Somos Perú ya tiene un proyecto listo para presentar referido a la disposición complementaria de la paridad y alternancia. Rennan Espinoza (Lima) nos compartió su iniciativa que plantea eliminar la progresividad y aplicar la paridad para el 2021.
Tuesta también refirió que no debería tocarse el proyecto de reforma constitucional que impide postular a personas con condenas en primera instancia. Al tratarse de una reforma, requiere una segunda votación en dos legislaturas consecutivas, que debería ser en esta que se acaba de instalar. Al respecto, Somos Perú ha ingresado un nuevo proyecto aunque con el mismo planteamiento ya aprobado el año pasado.
Primarias, un hilo conductor
José Manuel Villalobos, presidente del Instituto Peruano de Derecho Electoral, consideró que el principal punto a preservar son las democracias internas, debido a que cualquier cambio podría terminas afectando el cronograma electoral que ya empezó a ser planificado por los organismos especializados en la materia, como el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
“Si el Congreso decide quitar las primarias va a modificar el cronograma y la planificación de las elecciones. Se están organizando unas primarias que son casi como una elección general, en todo el Perú y obligatoria. Se van a instalar Jurados Electorales Especiales y ya está presupuestado. Que en pleno proceso la dejen sin efecto es desmantelar las elecciones”, sostuvo Villalobos.
La preocupación de Villalobos se sustenta en las declaraciones públicas y en el accionar legislativo de algunas bancadas, principalmente de Acción Popular, la principal fuerza legislativa que se ha mostrado en contra de realizar unas primarias.
Este Diario publicó el lunes 16 el borrador de un proyecto de ley del legislador Luis Roel (Acción Popular, Lima), donde se planteaba suspender las primarias y la convocatoria de los comicios 2021. En el debate de la madrugada del martes 17, el proyecto fue puesto al debate en el pleno, aunque se retiró dicho apartado y solo se aprobó otorgar seis meses de plazos para aprobar reformas político electorales.
Milagros Campos, exmiembro de la Comisión de Alto Nivel de Reforma Política, apuntó la necesidad de mantener el cuerpo de texto de la norma de democracia interna, específicamente la exigencia para que solo los afiliados puedan ser candidatos reservando solo 20% para los designados (invitados).
“Muchos quieren ser candidatos sin importarle el partido y esperan que sean elecciones para buscar un vehículo. Esta norma ordena y reserva el número de designados, porque en la ley anterior se tenía que los invitados podían ser el 100% dado a que no requerías ser afiliado, solo debía participar en las internas”, explicó Campos.
Al igual que Tuesta, la profesora PUCP consideró que se deberían revisar la disposición que permite a los partidos realizar unas elecciones internas previas las primarias. Con esto, dichos partidos llegarán con una lista armada solo para su ratificación en las primarias. De echarse a andar esta disposición, Campos advirtió un descontento en el electorado.
Fusión de organizaciones
Otro aspecto que se aprobó en la reforma es la fusión de partidos políticos y movimientos regionales. No es algo obligatorio pero se brindan los incentivos para que ello ocurra y así poder reducir el elevado número de organizaciones políticas con el que cuenta el aparato electoral peruano. Esto sin contar con las nuevas agrupaciones que buscan inscribirse.
El último reporte de agrupaciones que buscan inscribirse, al cual accedió El Comercio, muestra que 162 grupos buscan ser partidos políticos y 42 movimientos regionales.
“Que se mantenga la fusión de partidos y movimientos para con ello reducir la oferta electoral. A diferencia de lo que sucede con los bienes donde con mayor alternativas y competencia gana el consumidor, en elecciones el mayor número de candidatos y partidos no fortalece la democracia”, apuntó Milagros Campos.
Esta norma va de la mano con los cambios que se hicieron para la inscripción de nuevos partidos políticos, donde se cambió el requisito de firmas por el de afiliados. A la fecha, los partidos están en proceso de adecuación a las nuevas exigencias de 24.800 afiliados (solo 10 de los 24 partidos alcanzan la cifra) y la de 65 comités partidarios en más de 20 departamentos (21 de los 24 partidos la cumplen).
En esa línea, José Manuel Villalobos anticipó que si el Parlamento decide ampliar el plazo de adecuación -establecido para abril- se corre el riesgo de desvirtuar el espíritu de la norma. “¿Qué pasa si amplían la adecuación hasta después de la convocatoria de julio? Abren la puerta para que todos postulen y así no se cumple la ley”, manifestó.
JNE, bicameralidad y financiamiento
El especialista en temas electorales, José Manuel Villalobos, también apuntó que el Congreso no debería tocar la conformación del pleno del Jurado Nacional de Elecciones. Según dijo, se viene preparando una iniciativa para modificar la composición y la forma en cómo se eligen a los miembros.
“Quieren pasar la competencia a la Junta Nacional de Justicia, y en esta coyuntura no es lo más adecuado, pues la Junta recién acaba de iniciar funciones”, sostuvo. Este año, se vence el mandato de cuatro de los cinco magistrados del pleno del JNE.
En el debate legisladora de la madrugada del martes 17, varios legisladores hablaron sobre la necesidad de debatir la bicameralidad. Para Villalobos es saludable que se retome el debate pero no deberían cambiarse el sistema unicameral para el 2021. “Si se convoca la elección 2021 en julio y se aprueba la bicameralidad en segunda votación para la legislatura después de esa fecha, sería un caos total porque en julio convocaste para un Congreso unicameral, no para dos cámaras”, refirió.
Tuesta, Campos y Villalobos coincidieron en señalar que este nuevo Congreso debería enfocarse en avanzar el desarrollo de la norma de financiamiento electoral. “El financiamiento fue un logro pero está incompleto. Una de las medidas para. fortalecer la democracia es la regla de financiamiento”, aseguró Milagros Campos.
Para la politóloga, el Congreso, pese a los tiempos cortos, debe llevar a cabo un debate con la mayor tranquilidad y con una deliberación amplia para revisar las disposiciones complementarias señaladas en los párrafos anteriores. Esto implica hacerlo después de la cuarentena dispuesta por el gobierno por el coronavirus.