“Tendría que ver la moción, ver su fundamentación, porque si es como los dos adefesios anteriores, no”, me dice Susel Paredes cuando le pregunto si apoyaría una tercera vacancia. Su respuesta es a título personal, porque recién los próximos días, ya acabada la semana de representación, se reunirá su flamante bancada Integridad y Desarrollo, para discutir los ítems ardientes de la vacancia, las propuestas de adelanto de elecciones, la reforma política o la acusación constitucional contra Dina Boluarte.
“Aunque nos hemos reunido por una razón más administrativa que ideológica, no somos ni de izquierda ni de derecha sino de centro, y somos prácticos”, resume Susel y lo fundamenta con el combo de oficios de sus colegas: “tres ingenieros civiles [Héctor Acuña ex APP, Carlos Zevallos ex AP y ex Perú Democrático y Carlos Alva ex AP], una maestra [Flor Pablo], una abogada y una mototaxista [Kira Alcarraz] que va en tren al Congreso y no se ha mudado de Lomo de Corvina [Villa el Salvador]”.
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A la congresista Paredes le entusiasma que una congresista como Kira Alcarraz, ex Somos, mantenga su perfil sin mayores afeites. No es un comentario frívolo: hay demasiados congresistas que adoptan nuevas imágenes y costumbres, a tal punto –créanme- que pueden postular este afán como una de las explicaciones de porqué no quieren volver al llano.
A Susel y sus colegas de bancada también les entusiasmó la candidatura de Héctor Acuña a la presidencia del Congreso. Su papel al mando de la Comisión de Presupuesto, le granjeó la simpatía plural que lo convenció de lanzarse a la mesa. Su problema es que su afán no tuvo el mismo entusiasmo de su partido ni de su hermano César; y ello desembocó en su renuncia a la bancada de APP, ingresar a la de Cambio Democrático-Juntos Por el Perú, y lanzarse desde ahí a la mesa. Fue en ese trance que, derrotado y ante la 2da vuelta entre Lady Camones y Esdras Medina, vio sus afinidades con Paredes, Pablo, Zevallos y Alva. En realidad, los otros 4 ya estaban de alguna forma juntos: Zevallos y Alva se sientan detrás de Paredes y de Pablo. La proximidad juntó a dos mujeres sin bancada y dos hombres incómodos en las suyas. Con la suma de Kira Alcarraz hacen una media docena que vacadores y oficialistas miran con apetito.
A estas alturas
El nombre de la bancada recoge su eclecticismo ideológico. ‘Integridad’ por las mujeres invitadas del Partido Morado que se debaten entre marcar distancia con el bloque de derecha donde prima el fujimorismo, su bestia negra que encarna su imagen de la corrupción histórica; y un régimen que protagoniza nuevos hitos de corrupción sin que ellas se animen a sumarse al plan de vacar a Castillo (como Ed Málaga, su colega invitado morado, que sí está de acuerdo con esa medida extrema y ha optado por no acompañarlas en esta aventura y permanecer no agrupado). Tiempos duros para la ‘socialconfusión’ de izquierda y de centro. Flor Pablo se excusó de contestarme pero, a su dilema de vacar o no, sumen que fue ministra de Educación de Martín Vizcarra, doble razón para granjearse la antipatía del bloque conservador subsumido en la coalición vacadora.
‘Desarrollo’, el otro concepto en la sigla, viene mejor por los 3 ingenieros que han estado en partidos y bancadas familiarizadas con giros, pactos y convivencias difíciles. Héctor lo ha vivido como militante apepista y miembro de la familia Acuña; Carlos Zevallos, tras abandonar AP, cayó en Perú Democrático, bancada de individualistas como Héctor Valer, nucleados por otro par de aquellos, Guillermo Bermejo y Betssy Chávez. Huir de allí le era a Zevallos tan tentador como a Carlos Alva le era abandonar el desmadre acciopopulista actual donde los ‘Niños’ mandan.
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Cuando Zevallos aún estaba con los castillistas le pregunté por su posición respecto a la vacancia y me respondió con el argumento de la ‘falta de pruebas contundentes’. Ahora, libre de esas juntas, se lo vuelvo a preguntar: “Siempre he querido apoyar que el presidente haga bien las cosas, aposté a eso hasta ahora. Pero no encubriría al presidente, no avalaría corrupción. Ahora, el presidente está apelando a la polarización, el Congreso hace acciones que generan polarización. Tenemos que ser responsables, con la posibilidad de evitar una guerra civil”.
Zevallos agrega que falta una ‘prueba más contundente’ de la participación de Castillo en la corrupción, aunque le es difícil calificar que es ‘contundente’ hoy. En lo que ha cambiado es en que se suma sin titubear a las propuestas de adelanto de elecciones y a la censura, para empezar, del ministro de Transporte, Geiner Alvarado. La indecisión cunde en la nueva bancada. Carlos Alva no me contestó.
Quienes sí están decididos son Kira Alcarraz y Acuña. La primera se ha manifestado a favor de vacar en más de una oportunidad. Acuña me lo dice de esta forma: “A estas alturas, por los hechos que se conocen, ya no tenemos mucho que analizar y meditar; sí votaría a favor de la vacancia”. Su campaña para presidir el Congreso lo llevó a conversar con todas las bancadas y a confirmar lo elásticas que pueden ser a las coyunturas.
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La hora del desbande
Cuando Pedro Castillo no tenga escapatoria ante las pruebas acumuladas y su entorno esté devastado con órdenes de captura; se prevé un desbande total. Hasta se le voltearía el Bloque Magisterial por la Concertación Nacional, la bancada donde están los maestros con los que, antes del pacto con Perú Libre, quiso fundar un partido. Por cierto, hoy están molestos, porque el presidente no hizo caso a sus recomendaciones para el gabinete. El cerronismo, que hoy todavía vela por su cuota en el Ministerio de Salud, no solo votaría contra él sino que lo trataría con particular saña.
Pero el bloque vacador ya anunció que presentara la moción, ya mismo, antes de ese punto de ebullición. La impaciencia de la coalición, la misma cuyos voceros suelen decir que ‘aún no tienen los votos’, podría empujar a una definición a ciegas. Es imposible estar seguros del conteo y de la asistencia, pues muchos congresistas son libérrimos y desafían los acuerdos. “Lo vi en la elección de la mesa, no se respeta la palabra, cambian de posición”, me dijo Acuña. La inestabilidad y la impredictibilidad son gemelas en el Congreso.
Si tenemos en cuenta que Somos Perú y Podemos ya tomaron decisiones en bloque pro vacancia al participar en las negociaciones de la mesa (lo conté en la crónica “Quizá Somos, tal vez Podemos” del 20/08/2022); y los de Perú Libre, más las bancadas que de allí se desgajaron como Perú Democrático, Perú Bicentenario y el Bloque Magisterial, son las oficialistas; entonces Integridad y Desarrollo es el fiel de la balanza. Y, jalando la pita, también lo es la bancada de Cambio Democrático –Juntos Por el Perú.
Cambio hermético
Cuando se enteran que estoy indagando por sus definiciones, personales y de grupo, sobre la vacancia y otros asuntos cruciales en la agenda congresal; los congresistas de Cambio Democrático se vuelven herméticos. No indago por la posición de Roberto Sánchez, actual ministro de Comercio y Exterior, ni por la de Isabel ‘Chabelita’ Cortez; porque son públicas y notorias a favor de la continuidad del régimen. Sigrid Bazán no me contesta, tampoco lo hace Ruth Luque, aunque hemos conversado en otras oportunidades y suele mencionar los temas de corrupción como límite y motivo que podría cambiar actitudes. Ya el 11 de agosto, lanzó un tuit en la línea de no sumarse al ‘golpismo’ pero agregando que no hay que “escudarse en el pueblo para relativizar o no responder investigaciones por corrupción”.
Mientras Luque da un paso hacia la oposición, su colega de bancada, Bazán, según una fuente congresal, habría recibido de Castillo o de un emisario suyo, la invitación para ser ministra de Trabajo, antes de la designación de Alejandro Salas a esa cartera, pero declinó. Insisto en comunicarme con ella, pidiendo su versión al respecto; pero tampoco me contesta siquiera para confirmar, descartar o precisar el dato. Lo que sí me confirma otra fuente es que a Castillo le preocupa especialmente no perder los votos de esta bancada.
Quien sí me respondió fue Edgard Reymundo, congresista por Junín y portavoz de la bancada. Me aseguró que él no ha recibido invitación para ser ministro y no sabe si lo ha hecho Bazán. “Pero no creo conveniente que alguien de la bancada acepte una invitación. Que Roberto Sánchez sea ministro es algo que no nos obliga, y considero que no somos aliados”. Por cierto, Luque ha presentado una moción de interpelación a Geiner Alvarado, y Reymundo me dice que la apoya y que está de acuerdo en que esta derive en una moción de censura.
Le pregunté por su posición personal, pues la bancada tiene pendiente una reunión para discutir los temas candentes. Tras una larga introducción, en la que me explicó los buenos deseos originales a favor de Castillo y su gobierno y el notorio cambio que implica haber tenido participación con ministros de Nuevo Perú (Pedro Francke y Anahí Durand) y ya no tenerlos. “Ha transcurrido mucha agua bajo el puente; se han producido no solo errores sino actos criticables. Nadie puede cerrar los ojos, son muy contundentes en algunos casos”.
Insisto en preguntarle si tiene una posición definida en torno a una tercera moción de vacancia: “La vacancia es una crónica anunciada, es una cosa permanente”. Es cierto, pero respecto a la tercera moción contra Castillo, que ya se anuncia, ¿qué me puede decir el congresista Reymundo?. “Caiga quien caiga, votaríamos por una vacancia; pero con elementos probatorios”. Descontado el oficialismo incondicional de Sánchez y Cortez, con Bazán más inclinada a contemporizar con Castillo, Reymundo indeciso y Luque más propensa a dar señales opositoras; Cambio Democrático-JP está en lenta maduración de una nueva posición. La coyuntura podría, a ellos y al resto, obligarlos a decidirse de una buena vez.