Domingo Arzubialde, ex gerente de Promoción de Inversión Privada de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), explicó que cuando ingresó a su cargo, en junio del 2012, la decisión de modificar el contrato del proyecto Línea Amarrilla ya se había tomado por parte de la en ese entonces alcaldesa Susana Villarán.
Arzubialde sostuvo ello este martes durante su presencia en la Comisión Lava Jato del Congreso y, ante los cuestionamientos del aprista Mauricio Mulder, agregó que una decisión de tal magnitud no era tomada por un funcionario “de tercer nivel”.
“El concepto y decisión de renegociación del contrato no es una decisión a cargo de un funcionario público, digamos, que sería de tercer nivel, en este caso el gerente de Promoción de Inversión Privada. La decisión de renegociación ya se había tomado como [una] decisión política”, afirmó Arzubialde.
“A mi entender, fue tomada por la alcaldesa [Susana Villarán], en función del acta de mayo que expresaba en ese momento, […] yo entiendo que habrá sido así porque cuando yo tomo la gerencia, la decisión política de la renegociación ya estaba dada”, insistió.
Cabe señalar que Domingo Arzubialde fue gerente de la MML entre el junio del 2012 y julio 2014 durante la gestión de la ex alcaldesa Susana Villarán.
Precisamente, luego de una renegociación con la compañía OAS que se trabajó durante meses, el 13 de febrero del 2013 se firma la primera adenda al proyecto Línea Amarilla y se le cambia el nombre a Vía Parque Rímac.
Entre otros cambios realizados, se autorizó la ampliación de la concesión de peajes de 30 a 40 años a favor de OAS.
Arzubialde criticó a Mauricio Mulder por dejar entrever que su trabajo consistió en “maquillar” técnicamente todo este proceso. “No ha sido el trabajo que nosotros hemos desarrollado”, acotó.
“Frente a una decisión, frente a un encargo, había que llevar adelante la renegociación de un contrato en función de lo que las partes habían planteado y que la decisión política que ya existía”, expresó el ex gerente de Promoción de Inversión Privada.
Por otro lado, Domingo Arzubialde admitió que José Miguel Castro, quien fuera en ese entonces gerente municipal, estuvo al tanto de las negociaciones respecto al proyecto Línea Amarilla.
“Nuestro trabajo ha sido técnico, no participamos ni en reuniones políticas ni nos reunimos con la alcaldesa y más bien directamente reportábamos al gerente metropolitano”, manifestó.
“Si yo hubiera sentido que hay una intencionalidad diferente a la búsqueda de la mejora de la ciudad, inmediatamente lo hubiera puesto en conocimiento y yo no sentí eso en todo el periodo que he participado”, puntualizó.
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