Martha Chávez ha sido congresista en varios períodos legislativas. La última vez fue entre el 2011 y 2016. En el 2006, además, fue la candidata del fujimorismo, que en esa elección postuló como Alianza por el Futuro. (Foto: Nancy Dueñas / Archivo GEC)
Martha Chávez ha sido congresista en varios períodos legislativas. La última vez fue entre el 2011 y 2016. En el 2006, además, fue la candidata del fujimorismo, que en esa elección postuló como Alianza por el Futuro. (Foto: Nancy Dueñas / Archivo GEC)
/ Nancy Dueñas
Martin Hidalgo Bustamante

El fujimorismo llega a las consciente de que no podrá repetir el éxito electoral del 2016, cuando obtuvo 73 escaños. En una campaña en la que no habrá candidato presidencial que genere arrastre, y con la incertidumbre sobre la situación judicial de su lideresa Keiko Fujimori, (FP) presenta una lista de candidatos que apunta a sostenerse en el voto duro fujimorista.

En el libro “El mal menor, vínculos políticos en el Perú posterior al colapso del sistema de partidos” (IEP, 2019), el politólogo Carlos Meléndez muestra que el fujimorismo duro, entre las elecciones del 2011 y 2016, representaba el 9% de la intención de voto. Hoy, el núcleo duro, según el mismo politólogo, sería de alrededor del 6%. La última encuesta de El Comercio-Ipsos va en la línea del estudio de Meléndez, con un 8% de intención de voto de Fuerza Popular, solo por debajo de Acción Popular (9%). Con estas cifras, el fujimorismo puede pasar la valla electoral. La incógnita es cuántos votos simpatizantes podrá captar.

—Vieja guardia—

La cabeza de la lista fujimorista en Lima es , excandidata presidencial (2006) y excongresista. Pese a ser desembarcada de la lista de postulantes del 2016, Chávez fue la única que –sin estar afiliada– se mantuvo cercana a FP. En el ahora Parlamento disuelto, fue nombrada asesora.

Poco más de tres años después, Chávez no solo encabeza la lista, sino que ha sido parte de la formación de esta. Por ejemplo, fue ella quien invitó a postular al exmagistrado del Tribunal Constitucional Carlos Mesía. “Martha Chávez me llamó el sábado, un día antes de las elecciones internas. Le dije que lo pensaría, lo pensé 20 minutos, le devolví la llamada y le dije que sí”, contó Mesía a El Comercio.

El periodista Ricardo Vásquez Kunze no fue invitado por Chávez, pero reconoce el peso de su nombre. “Sin candidato presidencial que arrastre es difícil hacer que se vuelque el interés a la lista, pero Martha es una locomotora, la que mejor suple la figura de Keiko Fujimori, que es la candidata natural y la fundadora del partido”, refirió.

La invitación a Vásquez vino de Luis Galarreta, secretario general del partido. “Es evidente que no [obtendremos] 73, pero no descarto 20 o 15 curules, que es una fuerza interesante”, afirmó Vásquez, exjefe del Fondo Editorial del Parlamento.

También se reclutó a viejos rostros del fujimorismo, como Víctor Paredes Guerra, ministro de Salud en el gobierno de Alberto Fujimori, así como a personas ligadas al desaparecido grupo fujimorista Sí Cumple.

Fuera de Lima, la excongresista María del Pilar Cordero (2011-2016) postula con el número 1 en Tumbes. En el 2012, se informó que era una de las que más visitaban a Alberto Fujimori en el penal de la Diroes. También va el exparlamentario Néstor Valqui (2011-2016), sentenciado en 2008 por el delito de proxenetismo.

El resto de casillas en la lista la completan rostros nuevos como Diethell Columbus, candidato de FP a la Alcaldía de Lima en el 2018, y Valeria Carolina Valer Collado, hija del comando Chavín de Huántar Juan Valer.

—Elegidos y desembarcados—

En la lista hay siete que buscan reelegirse. El martes pasado, ellos se reunieron con Galarreta en el local partidario de Paseo Colón.

Fuentes en esa reunión indicaron que se les explicó que la decisión de no postular a otros colegas respondía a un pedido de las bases. Otras aseguraron que Rosa Bartra mostró su intención de postular con el número 1 o 2 de la lista, pero Galarreta manifestó su oposición.

“Se le recordó que, cuando se le dieron instrucciones, no [las] respetó. Se le dijo que aguantara el proyecto de adelanto de elecciones mientras Galarreta mantenía conversaciones [con el ex primer ministro Salvador del Solar] y no lo hizo. En ese momento, teníamos 10 frentes y sumarnos uno más era suicida”, refirió uno de los que buscan la reelección. Galarreta se excusó de comentar para esta nota y Bartra no contestó nuestras llamadas.

También se negó la postulación a Karina Beteta, Milagros Salazar y Tamar Arimborgo por sus posturas consideradas “intransigentes”. En el caso de Héctor Becerril, pesó bastante la investigación que se le sigue por supuestos vínculos con una organización criminal. “Varios amenazamos con renunciar si lo postulaba. En la reunión del martes se pidió que se le solicitara bajar el tono en sus declaraciones”, sostuvo la fuente.

A Carlos Tubino se le notificó el sábado 2 por la noche –menos de 24 horas antes de las internas– que no sería incluido en la lista. En la interna se cuestionó que no haga vida partidaria más allá de sus cargos en la bancada.

Otros que eran miembros de la bancada fujimorista no postulan, pero se les dio cupos en la lista. Por Betty Ananculi postula su hija María Cahuana Ananculi con el número 4 en Ica. En la misma región, postula Grimaneza Luna, exasesora de César Segura.

—Los planes de los ‘nuevos rostros’—

De obtener una curul, estos son los planes que tienen los nuevos rostros del fujimorismo:

  • Ricardo Vásquez Kunze: Dijo que se enfocará en cuatro ideas fuerza: restituir el equilibrio de poderes, defender el capítulo económico, fiscalizar que el presidente Martín Vizcarra cumpla su promesa de no reelegirse y la agenda cultural.
  • Carlos Mesía: Trabajar por el retorno de la bicameralidad.
  • Diethell Columbus: Cambiar la actual normativa para que, si por ejercer tu defensa matas a un delincuente que te ataca, no haya pena de cárcel.

Punto de vista

Fujimorismo sin Fujimori

Por Jeffrey Radzinsky, director de Grupo Fides Perú

Se llamó Cambio 90 la agrupación que lideró exitosamente Alberto Fujimori para llegar a la presidencia de la República. Rápidamente, la organización política se convirtió en el ‘fujimorismo’, construyó una identidad política que, a pesar de los múltiples cambios de nombre partidario –hasta llegar a Fuerza Popular–, preserva.

El proceso electoral en marcha encuentra al fujimorismo con sus dos principales líderes presos (Alberto y Keiko), mientras que Kenji, el congresista con más votación en el 2011 y 2016, no participará en el 2020, por lo que Fuerza Popular pierde algo fundamental en términos electorales: el apellido Fujimori.

Adicionalmente, la ausencia de nuevos liderazgos, conflictos internos para la definición de candidaturas y la crisis reputacional de la marca ‘K’ han impulsado a excongresistas emblemáticos a postular con algún otro vehículo electoral (la lista de Solidaridad Nacional es el caso más claro). El fujimorismo llegará fraccionado a la votación del 26 de enero del 2020 y estará muy lejos de sus históricos 73 representantes del 2016; sin embargo, la vigencia que todavía mantiene en varias provincias del país le aseguraría un espacio en el próximo Parlamento.

Probablemente, tendremos el próximo año a una bancada fujimorista –trascenderá a Fuerza Popular– que intentará la vacancia del presidente Vizcarra y, en el otro extremo, a una también fraccionada izquierda promoviendo una asamblea constituyente. Y entre ambos polos, a varias organizaciones políticas que tendrán la responsabilidad de establecer una agenda que nos permita llegar con un renovado Tribunal Constitucional, una mejor legislación y mayor predictibilidad a las elecciones generales del 2021.


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