Ante la polémica que ha desatado el Decreto Legislativo N°1605, el jefe de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dirnic) PNP, Óscar Arriola, explica sus implicancias a escala operativa y sostiene que se deber parar la “impunidad”.
—En una crisis de inseguridad punzante, se ha emitido un decreto legislativo que, en la práctica, retoma la facultad de investigación de la PNP. ¿Cómo ayuda ello a combatir la delincuencia?
El Ministerio Público sigue siendo el titular de la acción penal. Es el encargado de la carga de la prueba, el gran defensor de la legalidad y, además, el representante de los agraviados, en bregar persiguiendo al delito en los tribunales y conduciendo la investigación, desde el inicio. Eso no ha cambiado en absolutamente nada. No se ha afectado ni una sola función del fiscal. Lo único que ha pasado es que, ante la demanda de la población, que cada vez que acude a poner una denuncia no tiene una respuesta rápida cuando menciona sospechosos, testigos, lugares por donde ha ido, números telefónicos, números de cuentas y no se hace nada por hacer una investigación. Y la respuesta de la policía es: ‘estamos esperando la carpeta fiscal’. Lo único que ha variado es que, cuando se produzca un delito, la policía va a comunicarle al Ministerio Público inmediatamente y va a continuar con las investigaciones.
—¿Y hasta dónde podría actuar la Policía?
Hasta emitir un informe, que está contemplado en la norma. Y lo único que ha variado es que ahora ese informe, que se quedaba en análisis, va a tener conclusiones, se va a poder tipificar el delito y se va a poder decir: estas personas son presuntos autores o coautores o cómplices primarios o secundarios o instigadores, la calidad jurídica. Pero este documento no es vinculante. No está obligado el fiscal a recoger la tipificación del delito.
"El señor Cerrón, como todas las personas que han huido de la justicia, por supuesto que va a ser capturado".
Óscar Arriola, general PNP
—¿Antes cuánto podría demorar en llegar la carpeta fiscal para las diligencias?
Un mes, dos meses, tres meses, cuatro o nunca. Como el caso del Grupo 5, que nunca se tuvo la carpeta.
—¿La policía estaba atada de manos hasta cierto punto?
Totalmente. Nosotros tenemos otra mirada del crimen. Una mirada más profesional, detectivesca, policíaca. Estamos viendo el comportamiento de una banda criminal. Nosotros estamos formados y preparados para eso. El trabajo que hacemos es un trabajo de campo. Es bien sencillo que en un edificio donde suene un disparo y se encuentre un cadáver, venga el fiscal con la policía y se saquen espectroscopia de absorción atómica a todos los que estuvieron ahí. ¿Pero qué va a pasar cuando haya un cadáver sin extremidades dejado, además, tres días en el kilómetro 140 de la Panamericana Sur? Eso necesita un trabajo prolijo de una investigación policial, y para eso estamos preparados nosotros, para reclutar gente de las organizaciones criminales, procedimientos especiales de investigación. Estamos donde está la información, en los bajos fondos. Eso no lo puede hacer el fiscal.
—¿Pero finalmente esto llega a ser un arma importante para luchar con estas organizaciones criminales como el Tren de Aragua y todas sus facciones sanguinarias?
Absolutamente sí. Quién podría oponerse que cuando una persona esté secuestrada o esté en peligro su vida, su integridad, el fiscal pueda pedirle al juez, por sí mismo, o a solicitud de la policía [el levantamiento de los secretos de las comunicaciones o bancarios]. Porque me decían que ahora sí podía la policía [hacer pedidos directos al juez]. Y eso no está, acá no se ha trastocado nada de la Constitución.
—Hay todo un tema respecto al levantamiento de los secretos, que son derechos fundamentales…
Si usted recibe dos llamadas donde le dicen: somos del Tren de Aragua y mira lo que te va a pasar a ti, a tu familia y te envían una sarta de armas y granadas y videos de muertes. ¿Es un número incriminado? Por supuesto que sí. Nosotros le decimos, fiscal: el señor acaba de denunciar esta extorsión y están amenazando con matarlo a él, a su familia. Este es el teléfono. Solicitamos el levantamiento del secreto de las comunicaciones para ver a quién corresponde esa línea, qué otras comunicaciones tienen, una geolocalización. Y el fiscal le pide al juez. Eso se hace. La diferencia es que demora dos, tres meses. Ahora se hace en 24 horas.
—¿Siempre el fiscal va a ser el intermediario?
¡Siempre! Es el titular de la acción penal. Eso tiene que quedar clarísimo. Las personas que han salido a decir lo contrario, es antojadizo. Abimael Guzmán, Víctor Polay y todos los criminales de primer orden fueron capturados antes del 2004, en el modelo anterior. Y durante este modelo, tenemos una impunidad, absoluta y manifiesta. No es que estemos enfrentándonos con el Ministerio Público como Policía, no. De repente tenemos que tener una mirada como sociedad de un modelo procesal penal que sea efectivo, y a todas luces este sistema garantista no está hecho para una realidad como la peruana.
—¿Ha fracasado la reforma que se hizo en el 2004?
Totalmente ha fracasado. Es un fracaso total. Existe una impunidad, una inercia, una pasividad para perseguir el delito, total. Se lo afirmo. No tengo ningún temor, a pesar de las diversas amenazas y entredichos que hacen llegar.
"Nosotros [la PNP] tenemos otra mirada del crimen"
Óscar Arriola, general PNP
—¿La Constitución no señala que es la fiscalía la que tiene a cargo la investigación desde el inicio?
Por supuesto. Y también señala la Constitución que la policía previene, investiga y combate la delincuencia. ¿Desde cuándo es el Código? Del 2004. ¿Y cuándo entró en vigencia? El 2006. ¿Y la Constitución de cuándo es? De 1993. ¿Ha habido 13 años que se ha trabajado inconstitucionalmente?
—Una de las nuevas disposiciones es que la Policía va a poder tipificar los delitos. ¿No se van a generar discrepancias con la Fiscalía?
No. [Menciona un ejemplo de un caso en el que la PNP tipifica un caso como robo agravado, pero la fiscalía señala que solo es hurto, lo que está en su atribución].
—¿Pero no se afectarían los plazos?
En absoluto. Los plazos se afectan cuando quieren afectarlos. Nuevamente volvemos al caso del ‘Maldito Cris’. Lo que pasa es que acá están soltando criminales, asesinos, sicarios. No estafadores o del cuento de la ‘Tinka’, no. Y eso es lo que debemos de parar, con mucha responsabilidad.
—En 2023 se ha destacado el incremento en las extorsiones a nivel nacional. ¿Qué ha permitido que este delito se expanda?
Por la facilidad con que se comete. Un delincuente extorsionador solo, o con dos o tres [cómplices] puede contar con cuatro teléfonos y 80 chips. Y empezar desde las 6 o 7 de la mañana a enviar mensajes a través de WhatsApp o hacer llamadas extorsivas. Y está esperando quién cae para empezar a materializar el delito. De tal forma que, así como ha subido la cantidad de denuncias, cuando se capturan a los extorsionadores, inmediatamente también bajan considerablemente porque cada uno tiene como 400 denuncias.
—El Tren de Aragua ha encontrado en la trata de personas una oportunidad de negocio ilícito que le genera ingresos económicos muy altos. ¿Qué acciones están tomando desde la policía para desbaratar a la banda criminal y pacificar el territorio?
El Tren de Aragua es un problema no solamente nacional, sino en la región. [...] Se le ha hecho mella, se ha capturado, por lo menos, a 35 cabecillas en cualquiera de sus facciones: Dinastía Alayón, Puros Hermanos Sicarios, Los Hijos de Dios, Los Gallegos. […] La estrategia ha sido centralizarlos en estos búnkeres en los que se encontraban 15 armas de fuego, droga, pero no encontramos la respuesta en los operadores de justicia, lamentablemente.
—¿No han encontrado respuesta?
No hemos encontrado. Les hemos rogado, en todos los idiomas, que tenemos que fallar en favor de las grandes mayorías. El que salió con el ‘Maldito Cris’ cayó en Venezuela con una granada dispuesto a matar a seis personas. Y el que salió en Pachacamac, hirió a dos policías. Mire, no es porque hayan herido a los dos policías, sino que es su modo de vida. A ese se le capturó con cinco más, venezolanos, y había seis armas de fuego, tres provenían de robos, o sea de otros delitos. Entonces estamos hablando de criminales que lo único que saben hacer es matar, asesinar, robar, extorsionar, secuestrar. No saben hacer otra cosa. Entonces necesitamos una mano de los operadores de justicia, que piensen igual.
—Fuentes de El Comercio habían señalado que la Policía había recibido una alerta de que había una intención de Vladimir Cerrón de refugiarse en la Embajada de Bolivia, incluso en la residencia del embajador. ¿Hubo también información de que buscaba refugiarse en otras embajadas?
Hubo esa información de la embajada de Bolivia y se realizó todo el trabajo preventivo, investigativo y de inteligencia. ¿Y si es que buscamos embajadas afines? Es natural y lógico que se tienen que buscar en esos lugares afines.
—¿Las informaciones que se viene recibiendo en los últimos meses se ha ido incrementando para dar con su captura?
Hay el ofrecimiento de dar una suma de dinero para quien brinde información puntual o cualquier tipo de información que conlleve a la captura e intervención de esta persona, así como de otras muchas más. Y todas las informaciones son analizadas, evaluadas, explotadas inmediatamente.
—¿Pero es posible descartar que Cerrón estaría recibiendo ayuda de algún mal elemento policial o de agentes externos?
Cuando uno hace una investigación y realiza actividades de inteligencia, cuando se concretan las cosas, cuando culmina un proceso —y esto va a terminar con una captura— entonces la investigación continúa. Y si se logra establecer encubrimientos reales, personales, delitos contra la administración de justicia porque se encuentran elementos materiales, elementos de convicción, indicios, evidencias incuestionables, entonces sin duda alguna quedaremos a conocer a los medios.
—¿Y cómo responde a estos agravios que lanza en contra de su persona?
No contesto. A lo largo de mi carrera profesional, que ya tengo 34 años, no sé por qué me ha tocado esto, pero siempre, como dicen, me ha tocado bailar con la más fea. Siempre he investigado grupos que han expresado, han tenido manifestaciones de odio. Yo he tenido jueces, fiscales, que han venido a decirme: cuídate porque te tienen un odio visceral. Y yo he tenido personas, hasta en tres oportunidades, y si le queremos llamar del otro bando o muy cercanas al otro bando, que han venido con lágrimas a decirme: usted nos parece una buena persona, pero lo van a matar. Tres veces. Entonces sí pues, yo creo uno cuando se dedica a una actividad, así como el periodismo, no tiene barreras y tiene que ir hasta el fondo. […] Pero acá estamos fuertes para hacer frente al Tren de Aragua y a cualquier amenaza. Y lo estamos haciendo, por lo menos de esta dirección y nuestro comandante general, Jorge Angulo, trabajando 24/7. El ministro Torres Falcón, que ha entrado hace poco, y ahí estamos.
—¿El señor Cerrón va a ser capturado?
El señor Cerrón, como todas las personas que han huido de la justicia, por supuesto que va a ser capturado.
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