Jorge Peñaranda Castañeda, quien es investigado por presuntamente haber recibido dinero de la constructora Odebrecht cuando se desempeñaba como representante del Consorcio Nororiental Vial Sur y Alpha Consult en el período 2011-2014, ha solicitado nuevamente al Poder Judicial que le cambie la orden de 18 meses de prisión preventiva que viene cumpliendo por el de arresto domiciliario. Esta vez el argumento esgrimido es el riesgo de ser contagiado por el coronavirus (COVID-19).
El requerimiento fue presentado el pasado 13 de abril por la defensa legal del procesado ante el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional. De acuerdo al documento al que El Comercio tuvo acceso, la defensa pide que la medida coercitiva de la prisión preventiva sea “reevaluada” en vista de la situación excepcional que ha impuesto la pandemia.
Indica que el grado de vulnerabilidad que tiene Peñaranda es alto debido a su edad (77 años) y a la hipertensión arterial y coronapatía en tratamiento crónico continuo que padece.
Cabe anotar que la Primera Sala Nacional de Apelaciones del Sistema Especializado, encabezada por el juez Ramiro Salinas Siccha, rechazó el pasado 24 de febrero la apelación inicial que presentó Peñaranda para variar la medida de prisión preventiva por una detención domiciliaria.
En esa oportunidad, la sala confirmó la orden emitida el 4 de febrero por el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, pero solo por el de lavado de activos y ya no por el de cohecho pasivo propio, ya que consideró que no había suficientes elementos de convicción para acreditar este último delito.
La sala también precisó, en esa ocasión, que una detención domiciliaria como pedía la defensa de Jorge Peñaranda no sería suficiente porque hay riesgo de fuga del país por las facilidades del investigado para viajar, vivir en Estados Unidos e influenciar negativamente en las investigaciones.
Al respecto, el abogado Luis Martín Morón Siguas manifiesta que los presupuestos de un posible riesgo de fuga han perdido fundamento con la situación de emergencia nacional que se ha decretado por la crisis del coronavirus. En su escrito indica que el Ejecutivo ha dispuesto “fuertes medidas restrictivas de la libertad personal de los ciudadanos, tales como el cierre total de fronteras, la prohibición de desplazamiento en el territorio nacional y el aislamiento social obligatorio, que han hecho que en la práctica haya desaparecido el presupuesto material fundamental que motiva una medida de prisión preventiva, esto es, el peligro procesal en sus dos vertientes, peligro de fuga y peligro de obstaculización”.
Riesgo del COVID-19
El escrito hace hincapíe en que Peñaranda corre el riesgo de contraer el COVID-19 en prisión debido a su edad y las enfermedades que sufre. Resalta, además, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha emitido un comunicado “en el cual exhorta a adoptar medidas para optimizar la condición de los presos ante el brote del COVID-19, poniendo mayor énfasis en los adultos mayores que son los más propensos a contraer la enfermedad. Asimismo, exhorta a que se adopten medidas que sirvan para descongestionar los hacinados sistemas penitenciarios como, por ejemplo, en los casos de la prisión preventiva poder ser sustituida por otra medida que conlleve a dicho fin”.
El juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria deberá programar una audiencia en los próximos días para resolver este nuevo pedido de Peñaranda. Este requerimiento se suma a la de otros procesados como Jorge Yoshiyama y el árbitro Weyden García Rojasque, quienes también han solicitado cambiar la prisión preventiva por el arresto domiciliario bajo el argumento del coronavirus.
Al respecto el fiscal Hamilton Montoro, representante del equipo especial Lava Jato, sostuvo ante el Poder Judicial que diversos investigados por el Caso Odebrecht, se vienen aprovechando de la pandemia del coronavirus para lograr la excarcelación.
¿Quiénes son las personas que corren más riesgo por el coronavirus?
Debido a que el COVID-19 es un nuevo coronavirus, de acuerdo con los reportes que se tienen a nivel mundial, las personas mayores y quienes padecen afecciones médicas preexistentes como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes son las que desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.
¿Cuánto dura el período de incubación del COVID-19?
Primero hay que entender que el período de incubación es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad.
De acuerdo con estimaciones, el periodo de incubación del COVID-19 oscila entre 1 y 14 días, y en general se sitúa en torno a los cinco días.
Por el momento se continúan analizando y actualizando estos datos para tener una información más precisa y detallada.