La supuesta red criminal de Rodolfo Orellana sigue operando desde la clandestinidad, según advirtió el coordinador de las fiscalías de Lavado de Activos, Marco Guzmán.
“Ellos continúan operando porque tienen un equipo. Es una organización criminal que está compuesta por tres brazos: el de intimidación que está a cargo de Benedicto Jiménez; el financiero, donde testaferros de Orellana tendrían cuentas en Panamá y el jurídico”, detalló en una entrevista con el programa “Panorama”.
El 25 de julio, días después del allanamiento de una propiedad relacionada con el abogado en Chaclacayo, este envió un documento desde la clandestinidad al Ministerio Público, en el que señala que tiene el derecho de defenderse.
“Eso demuestra que tiene mucho poder y, además, es una señala de 'cachita', porque mientras toda la Policía lo busca, él presenta documentos ante la fiscalía”, refirió Guzmán.
El fiscal indicó que diariamente 10 abogados de Orellana van al Ministerio Público a revisar el expediente del caso. “Ha sobrepasado las posibilidades de atención de la fiscalía”, refirió.
En el documento que envió a la fiscalía, Orellana también menciona al empresario Jacques Simon Levy como una de las personas con quien hizo negocios. El ciudadano francés lo negó tajantemente e indicó que la última vez que vio al prófugo abogado fue hace 10 años.