Son días claves para la defensa de Sada Goray. Tras su detención preliminar el pasado viernes, la empresaria viene cumpliendo esta orden judicial por el plazo de diez días en una sede del equipo especial de la PNP, en el Centro de Lima. En ese plazo, además, la fiscalía debe decidir si formaliza la investigación por este caso y pide prisión preventiva; mientras que la defensa debe definir si varía su estrategia o si la mantiene para enfrentar esa eventual solicitud, que podría llevarla a un penal hasta por 36 meses.
En ese escenario, desde el entorno familiar de Sada Goray se hizo una convocatoria a medios de comunicación para este jueves con el objetivo de anunciar “novedades sobre su caso”. La cita era en los exteriores de la prefectura y se anunció el nombre del abogado William Paco Castillo como defensor de la empresaria. Sin embargo, pese a la expectativa de la prensa, este nunca apareció.
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Fuentes ligadas a dicho entorno explicaron que esto se debió a una “descoordinación” entre los familiares y la propia Sada Goray. Indicaron que el contacto con William Paco Castillo, conocido como exabogado del expresidente Alberto Fujimori y del exsecretario del Despacho Presidencial Bruno Pacheco, fue promovido por un familiar sin el conocimiento de la empresaria.
Añadieron que cuando Sada Goray conoció sobre este contacto, el cual iba a ser anunciado a la prensa la mañana del jueves, lo desaprobó y recordó que ya tenía defensa legal. “Ha sido pura voluntad de la familia, no ha habido ninguna mala intención”, comentaron dichas fuentes.
Actualmente, el abogado de Sada Goray apersonado ante la carpeta de este caso en el Ministerio Público sigue siendo el exfiscal Telmo Zavala. Fue él quien la acompañó en las diligencias posteriores a su detención del último viernes y en la audiencia de control de identidad del último sábado. Fuentes cercanas a esa defensa manifestaron que no existe ningún trato con William Paco Castillo.
William Paco Castillo, por su parte, no respondió a consultas de este Diario sobre el tema hasta el cierre de esta nota.
Las versiones de Sada Goray y de la fiscalía
Telmo Zavala ha acompañado a la empresaria desde que iniciaron sus declaraciones a la fiscalía y a los medios de comunicación en torno a este caso, a fines del año pasado. En esa primeras entrevistas, Sada Goray llegó a indicar que había sido “extorsionada” para pagar el dinero a Salatiel Marrufo, versión que la defensa legal ha ido dejando de lado desde entonces.
El abogado de Sada Goray no suele hablar con la prensa. Sin embargo, a inicios de junio dio declaraciones a Latina en las que confirmó que su defendida se había sometido a un proceso de colaboración eficaz.
“La señora Sada Goray se puso del lado de la justicia. Reconoció haber entregado una suma por más de S/ 4 millones a este exfuncionario [Salatiel Marrufo], exjefe del gabinete [de asesores] del Ministerio de Vivienda [...] En una línea de tiempo, tienen que estar claramente identificados los actores que participan. Si la señora hubiera omitido algún detalle de eso, hoy estuviéramos diciendo que hubiera faltado a la verdad”, afirmó aquella vez.
Su tesis como defensa, al menos hasta entonces, era que Sada Goray “no tuvo otra alternativa en ese momento” que pagar a Salatiel Marrufo. “Es por eso que está en este proceso de colaboración [...] Lo que buscaba Sada Goray, como empresaria, era que se le destrabe estos procesos administrativos que tenía en el Fondo Mivivienda, en sus proyectos de vivienda social”, afirmó.
El pasado 3 de julio, solo cuatro días antes de la orden de detención preliminar, el penalista Carlos Caro se presentó en RPP Noticias como abogado de Sada Goray en su proceso de colaboración eficaz. Por entonces, se cuestionaba que la empresaria no esté siendo investigada por el delito de organización criminal, a diferencia de otros implicados en el caso, como Mauricio Fernandini y Pilar Tijero.
Caro ratificó allí que Sada Goray era colaboradora eficaz y que “ha aceptado responsabilidad de naturaleza penal”. Además, afirmó que ya se había cambiado el argumento de la extorsión: “La teoría de la fiscalía es que estamos ante un caso de corrupción, de tráfico de influencias. No es parte de la teoría del caso, y la señora Goray está en la misma línea, hablar de extorsión, hablar de chantaje”.
En la tesis de defensa expuesta por el penalista, si bien Sada Goray aceptó haber pagado S/ 4 millones a Salatiel Marrufo, no reconocía haber recibido beneficios a cambio. “Todo eso [sobre supuesto beneficios recibidos] como hipótesis puede ser, puede existir y se puede investigar, pero no es materia de imputación en este momento [...] Lo que no acepta ella, porque es algo que todavía no está imputado ni es objetivo de investigación fiscal, es que producto de ello [los pagos] haya habido un resultado”.
No obstante, hoy el panorama es otro. La colaboración eficaz de Sada Goray, comenta una fuente de El Comercio ligada a ese proceso, ha entrado “en entredicho” tras su detención preliminar. La fiscalía ahora sí le imputa haber sido parte de una organización criminal liderada por Pedro Castillo como “coordinadora y operadora”, así como haber recibido beneficios en el Fondo Mivivienda y otras entidades ligadas a sus intereses.
También se le atribuye haber pagado S/ 5,4 millones y no solo los S/ 4 millones admitidos por ella y su defensa legal. Así, hoy el Ministerio Público le da mayor validez a las declaraciones dadas por otros dos colaboradores eficaces en este caso: Salatiel Marrufo y el colaborador eficaz 09-2023. Adicionalmente, a sus coinvestigados Mauricio Fernandini y Pilar Tijero ya no se les imputa el delito de organización criminal.
“Debería sincerarse absolutamente”
El abogado penalista Andy Carrión remarca que Sada Goray enfrenta una situación bastante compleja tras su detención preliminar en medio de un proceso de colaboración eficaz y ante un eventual pedido de prisión preventiva. “Tenemos varias Sada Goray. La primera es la víctima de extorsión, la segunda que sí habría servido para beneficiar la organización criminal, y la última, a la que la fiscalía vincula a una organización criminal. Cada versión que ella manejaba implicaba una estrategia de defensa distinta”, señaló a El Comercio.
No obstante, advirtió que de la resolución de detención preliminar por este caso se desprende que si se quita lo declarado por Sada Goray como colaboradora, la fiscalía sigue teniendo un caso sólido con lo declarado por los otros colaboradores y la evidencia recolectada por su cuenta. “Ella, al día de hoy, no ha brindado ninguna información que no se tenía en el expediente [...] Lo que creo que debería hacer es sincerarse absolutamente y dar todos los detalles”.
Carrión señaló que el solo hecho de que la fiscalía haya pedido su detención implica que “su palabra ha perdido credibilidad”. “Es bien complicado poder retomar una colaboración en base a la sospecha que tiene la fiscalía. Como decía un profesor, es como un relación sentimental: si una vez ya te engañó, es difícil volver a confiar. Va a tener que hacer esfuerzos superlativos para persuadir a la fiscalía para que le otorgue beneficios [...] Tiene que desnudar la organización que dirigía, porque la ponen como coordinadora, para persuadir de que su información es novedosa y fiable. No puede insistir en lo que ya está en la carpeta”.
Por otro lado, indicó que un cambio de abogado, como se anunció con William Paco Castillo, suele significar que habrá un cambio radical en la estrategia de defensa, sea una defensa de culpabilidad (en la que se admiten actos ilícitos) o de inocencia (en la que se niegan los delitos). Además, indicó que es usual que haya descoordinaciones entre un detenido y sus familiares: “A veces creen que la asesoría que tiene el inculpado no es la mejor o ha cometido un error, y que contratando a otro abogado eso va a mejorar. Es mayor cuando no hay un contacto directo con el detenido, es más conflictiva esa coordinación”.