La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, no solo realizó ayer su primer pronunciamiento tras salir de la cárcel el último 29 de noviembre, sino que también hizo un sorpresivo anuncio: aseveró que realizará una pausa en sus actividades políticas para dedicarse a enfrentar el proceso que se le sigue por los presuntos aportes ilícitos a sus campañas presidenciales del 2011 y 2016.
Fujimori Higuchi dio cuenta de tal determinación de cara a la audiencia de este 26 de diciembre, en la que el Poder Judicial evaluará evaluará la ampliación de la solicitud de prisión preventiva presentada por el fiscal José Domingo Pérez, miembro del equipo especial del Ministerio Público para el Caso Lava Jato.
Como se recuerda, por esta pesquisa pasó más de un año en el Penal Anexo de Mujeres de Chorrillos cumpliendo una orden de prisión preventiva que se ratificó hasta en la Corte Suprema, pero que el Tribunal Constitucional anuló por mayoría al declarar fundado en parte un hábeas corpus presentado por Sachi Fujimori, hermana de la excandidata presidencial.
El proceso ha llegado a tal punto que Keiko Fujimori decidió tomarse una pausa en su vida política por primera vez, luego de dedicarse a ella ininterrumpidamente desde hace 25 años, y pese a que a lo largo de la misma hubo distintos momentos de crisis no solo en su entorno familiar, sino en su carrera electoral y posteriores investigaciones fiscales. Pero en vez de significar su alejamiento, esos distintos hechos fueron formando poco a poco su capital político de alguno u otro modo.
-El punto de partida-
El 23 de agosto de 1994, el entonces presidente Alberto Fujimori anunció que separaba a Susana Higuchi, quien fuera su esposa por 20 años, del cargo de primera dama.
Fue ahí cuando Keiko Fujimori, hija mayor de la pareja, asumió tal posición en adelante hasta la caída del régimen en noviembre del 2000.
Jorge Barata, exsuperintendente de Odebrecht en el Perú y personaje clave en la investigación contra Fujimori, declaró en febrero del 2018 ante el fiscal José Domingo Pérez, según dio cuenta por entonces IDL-Reporteros: “A la señora Keiko Fujimori probablemente la conocí en el 98 o 99. Ella era Primera Dama. Había sustituido a su mamá en la función de primera dama en el Perú”.
También recordó que ella dirigía por aquellos años la Fundación por los Niños del Perú y la Fundación Peruana Cardioinfantil. “Recuerdo que en un evento social fui presentado con ella, y la empresa le dio una donación oficial, un cheque de 10 mil dólares, para apoyar a esa fundación”, añadió el exejecutivo.
-La caída del régimen-
Alberto Fujimori se alzó nuevamente con la presidencia en el 2000 en medio de acusaciones de fraude. Pero luego vino su caída y, en el camino, se fueron sumando distintos hechos: la difusión de los ‘Vladivideos’ que evidenciaron que el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos compraba a los miembros de la oposición para sumarse a las filas del fujimorismo; la fuga de dicho exhombre de confianza, la decisión del Parlamento de censurar a Martha Hildebrandt —aliada del entonces mandatario— como presidenta de la Mesa Directiva.
Tras realizar un viaje oficial enturbiado con su decisión de quedarse en Japón, Fujimori renunció el 19 de noviembre de aquel año a la presidencia del Perú, años después volvió extraditado. El Congreso no aceptó la misiva y decidió vacarlo por incapacidad moral permanente.
Dos días después, Keiko Fujimori abandonó Palacio de Gobierno a bordo de un automóvil plateado. Portaba distintas pertenencias, entre las que figuraban sus dos perros: Pulga y Luna, además de maletas, discos y artículos deportivos.
Alguna vez, Keiko Fujimori aseveró: “No pienso participar en la política, no es mi campo y no me gusta”. Pero los años le dieron la contra y aún en ese contexto, no se alejó de la política. Al contrario, con un debilitado fujimorismo, tentó su primera incursión en un proceso electoral en el 2006, convirtiéndose en congresista.
-La sentencia contra su padre-
El 7 de abril del 2009, Alberto Fujimori fue condenado a 25 años de cárcel al ser declarado autor mediato de la matanza de Barrios Altos y La Cantuta y hallado responsable de los delitos de homicidio calificado-asesinato y lesiones graves.
Entonces, Keiko Fujimori se desempeñaba como parlamentaria. Y lejos de significar un golpe que la obligara a concentrarse en la brega judicial por la libertad de su padre, ella optó por reforzar su actividad política.
Solo a la noche siguiente, Keiko Fujimori encabezó un mitin en el que puso el punto de partida para su partido. “Esta noche empezamos la cruzada de rectificación de Alberto Fujimori”, dijo al inicio del evento. Más adelante, develó los motivos de fondo del mismo: “¡Logremos el millón de firmas más pronto para inscribir a Fuerza 2011!”.
-Las derrotas electorales-
Ni en el 2011 ni en el 2016, campañas presidenciales que investiga el equipo Lava Jato, Keiko Fujimori pudo salir victoriosa en los procesos electorales de segunda vuelta a los que llegó, perdiendo en esas instancias ante los hoy expresidentes Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski.
Tras los comicios del 2011, Fujimori reforzó su partido que luego cambió de nombre a Fuerza Popular. En plena campaña de segunda vuelta, en abril del 2016, aseguró durante una entrevista con “Panorama”: "En el 2021, no habrá ningún candidato que se apellide Fujimori".
Un año después del proceso del 2016, empezaron las pesquisas fiscales en su contra tras las revelaciones del Caso Odebrecht. Ello tampoco la mermó. Mientras se dedicaba a su defensa legal —a la vez que era la líder del partido de oposición del gobierno— continuó con sus actividades partidarias, reuniones con las autoridades de turno, recorridos en distintas zonas del país y participó activamente de la campaña regional y municipal del 2018 acompañando a diversos candidatos en actividades proselitistas.
Todo hasta que en octubre del 2018 fue detenida y luego enviada a prisión preventiva. Solo días antes, el Poder Judicial había anulado el indulto humanitario otorgado a su padre por el expresidente Kuczynski el 24 de diciembre del 2017.
-La prisión preventiva-
Ni si quiera la decisión del juez Richard Concepción Carhuancho, dictada el 31 de octubre del 2018, causó que Keiko Fujimori tomara la determinación de hacer una pausa en su actividad política. Mucho menos los siguientes reveses con la apelación y la casación ante la Corte Suprema.
Incluso, durante su estadía en el Penal Anexo de Mujeres de Chorrillos, fue parcialmente activa en redes sociales compartiendo mensajes principalmente sobre el proceso en su contra o para su familia, pero también pronunciamientos políticos.
En más de una ocasión, además, se refirió a la reestructuración y unidad de su partido. “Frente a las especulaciones de una posible candidatura mía al Congreso, quiero expresar de manera clara y directa que no participaré en este proceso electoral. Mi prioridad en este momento es mi familia, mi salud, fortalecer el partido y seguir dando la cara ante la justicia porque me sé inocente”, dijo, por ejemplo, el 1 de noviembre pasado, antes de recuperar su libertad.
-POSICIONES-
Fuentes del partido Fuerza Popular manifestaron que, en la interna, las bases respaldan la decisión de Keiko Fujimori. “Algunos querían que salga a hacer campaña, sobre todo los candidatos, pero todos entendemos que primero es la familia”, indicaron. Ratificaron también la posición en torno a una eventual representación partidaria con una posición más dialogante y no confrontacional.
Milagros Salazar, miembro de la Comisión Permanente y exvocera de la bancada en el Congreso disuelto, consideró que el actual es el momento más complicado en la vida política de Keiko Fujimori, frente a otros momentos de crisis. Explicó que lo que la lideresa partidaria prefiere que no se le atribuya el uso de la política para beneficiarse durante su proceso judicial.
Consultada por si afecta al partido y a la campaña electoral actual, aseveró que “definitivamente”. “Siempre ha estado activa en las campañas. El partido y las bases tienen que entender que lo primero es reencontrarse con su familia, hacer la pausa para que no se siga que quiere usar la política o a los congresistas para un beneficio particular y allanarse al 100% para afrontar estas denuncias que siempre va a responder”, indicó este jueves a El Comercio.
Su colega Karina Beteta también dijo respetar la decisión, pero confesó que le hubiera gustado que Fujimori Higuchi se mantenga al frente como “una voz de oposición” al gobierno. “Hubiera sido interesante que la lideresa de Fuerza Popular hubiera continuado haciendo política”, consideró.
Consultada por si la situación afecta el devenir del partido, respondió a este Diario: “Se dará la pelea. Nosotros, como militantes, seguiremos dando la batalla política, guerreando en estas elecciones que se avecinan en enero y lo propio el 2021”.
Respecto a si esta es una oportunidad para demostrar que la agrupación va más allá de caudillismos y personalismos, manifestó: “Siempre lo ha dicho así Keiko Fujimori cuando fundó Fuerza Popular, que el partido y el fujimorismo van más allá del apellido. Y se hará el trabajo que corresponda para seguir fortaleciendo, afianzando nuestro partido, nuestra militancia. Pero sí manteniendo a nuestros líderes históricos como Alberto Fujimori, Keiko Fujimori y en el 2021 tendremos la oportunidad de seguir batallando para lograr la oportunidad de llegar a Palacio”.
En la víspera, Diethell Columbus, candidato al Congreso por Lima con Fuerza Popular, refirió que “Martha [Chávez] es la cabeza de lista, junto con Lucho Galarreta están marcando el horizonte político de esta campaña”.
El analista político y periodista Pedro Tenorio consideró que el anuncio de Keiko Fujimori es “hacia afuera”, por lo que no cree que se desconecte del todo del quehacer político.