Canasta que llena mototaxi, la columna de Cecilia Valenzuela
Canasta que llena mototaxi, la columna de Cecilia Valenzuela

“Creo que hay una campañita contra el Congreso”, dijo ayer en conferencia de prensa el oficial mayor, José Cevasco, mientras intentaba explicar por qué el Congreso compró, el pasado noviembre, sin licitación pública y bajo la modalidad de convenio marco, 980 computadoras por más de 5 millones de soles, a una empresa trujillana con domicilio legal desconocido.

El día anterior Cevasco también había tenido que aparecer en conferencia de prensa para intentar explicar por qué el Congreso compró, sin licitación pública y bajo la modalidad de adjudicación directa, canastas de Navidad de 920 soles cada una, por casi 4 millones de soles para regalar a los congresistas y a todo su entorno.

Sería divertido insistirle al oficial mayor que ensaye una teoría que explique cómo se habría concertado una “campañita” contra el ilustre Congreso entre el diario “La República” y Willax TV (dos medios con concepciones ideológicas diametralmente opuestas).

Pero resulta perentorio solicitarle a la presidenta del Congreso, Luz Salgado, una explicación sobre las dos cuestionadas adquisiciones realizadas por el actual jefe de logística del Congreso, Sergio Romero Loyola, un funcionario designado bajo su presidencia y a partir de un acuerdo de la Mesa Directiva que ella preside.

De acuerdo a los recientes parámetros de la mayoría fujimorista, en ambos casos la responsabilidad política recaería sobre ella y correspondería a la que su partido, Fuerza Popular, le atribuye al ministro de Educación, Jaime Saavedra, por la cuestionada compra de computadoras realizada por la funcionaria del Minedu Ruth Vilca, razón por la que quieren censurarlo.

Las adquisiciones en el Congreso no pueden estar por encima de la ley ni de la moral.

Si es legal, recibiré mi canasta (de 920 soles) dijo el congresista Héctor Becerril el lunes por la mañana. Pero el problema no es si es legal o ilegal, sobre todo si son los propios beneficiarios de las canastas los que hacen las leyes y redactan sus reglamentos. El problema es si es moral, si es ético, en el caso de las canastas, que una entidad pública que vive de los fondos del Estado Peruano disponga de un presupuesto millonario para las fiestas de fin de año.

Según el oficial mayor, José Cevasco, el aguinaldo privilegiado de los congresistas y su entorno, que asciende a mil quinientos soles, además de un sueldo entero de gratificación, es un derecho adquirido por los que trabajan en el Congreso.

Pero la mayoría de los congresistas, sus asesores, sus guardaespaldas y su personal de confianza acaban de llegar al Parlamento, no tienen ni cinco meses trabajando en esa institución.

La fiscalía, y no solo la contraloría, está en la obligación de investigar estas adquisiciones. Rosa Bartra, la primera vicepresidenta del Congreso, ha dicho que la compra de las canastas se hizo por adjudicación directa porque tenían “poco tiempo” para hacer una licitación pública. Pero la verdad es que convocaron cinco veces para el mismo concurso y al final se quedaron con un solo postor.

Durante la primera aparición de Cevasco, un dirigente del sindicato que lo acompañaba dijo que han solicitado que se cambien los licores finos que incluye el canastón, por víveres básicos. De ser así, el empaque tendrá que ser un mototaxi: 920 soles en víveres implica un volumen que una sola persona no puede cargar.

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: " usó su mensaje para hacer una jugada política" ► — Política El Comercio (@Politica_ECpe)