Alfredo Torres G.
Presidente ejecutivo de Ipsos Perú
Mario Vargas Llosa ha sostenido que la libertad de prensa se ve amenazada “si un grupo económico pasa a controlar de manera significativamente mayoritaria los medios de comunicación escritos o audiovisuales” y que respalda la acción de amparo presentada ante el Poder Judicial por un grupo de periodistas que piden anular la asociación del Grupo El Comercio (GEC) con Epensa porque estaría transgrediendo el principio constitucional de que los medios no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio o acaparamiento.
Tengo el mayor respeto por Vargas Llosa y los distinguidos firmantes de la acción de amparo, así que he leído con mucha atención sus argumentos y encuentro comprensible su inquietud: si un grupo controla el 80% de los medios de comunicación de un país, puede tener una gran influencia en la opinión pública.
Muchos recordamos con repulsa las concentraciones de medios que se produjeron en la década de 1970 cuando el general Juan Velasco expropió canales de televisión y diarios de circulación nacional y luego en la década de 1990 cuando Vladimiro Montesinos compró la línea editorial de varios canales de televisión y periódicos. Hoy mismo ocurre un proceso parecido en la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Sin duda, la concentración de medios no es saludable para la democracia.
Afortunadamente, hoy en el Perú estamos muy lejos de esa situación. Como reveló la encuesta de Ipsos divulgada el domingo, la población se informa por múltiples medios en paralelo: el 94% por televisión, el 66% por diarios y el 61% por radio. A su vez, el televidente promedio sigue tres canales, el radioyente promedio se informa por 1,8 estaciones de radio y el lector promedio lee 1,8 diarios. Es decir, una persona medianamente informada sigue entre seis y siete fuentes diferentes, sin considerar revistas e Internet.
Incluyendo Epensa, el GEC publica ocho diarios, lo que representa cerca del 15% de los diarios que circulan en el país. Además, es el accionista mayoritario de un canal de televisión abierta y uno de cable, con lo cual participa en el 17% de los 12 canales que trasmiten noticiarios desde la capital (una proporción mucho menor si se considera a los canales de provincias). Por lo tanto, si bien el GEC es la empresa periodística líder en el Perú, está muy lejos de constituir en sí misma un caso de “concentración de medios” que ponga en riesgo la democracia.
Lo que sí existe es una “concentración de lectores”, como sugiere Mario Ghibellini en su ingeniosa columna en Somos. Gracias al éxito del “Trome” y otros diarios dirigidos a diferentes segmentos de mercado y a su reciente asociación con Epensa, el GEC capta el 78% de los lectores de diarios del país. ¿Debe el Poder Judicial poner un límite a lo que sería un “acaparamiento de lectores”? Para Ipsos, la mayor parte de la opinión pública informada piensa que no, que no existe tal acaparamiento y que cada ciudadano debe ser libre de elegir el diario de su preferencia. El mensaje implícito es que el liderazgo del GEC es importante pero no seguro, los lectores pueden abandonarlo si se sienten defraudados o si surge una mejor opción en el mercado.
La verdad es que la gran regulación de la prensa no la va a dar el Congreso de la República ni el Poder Judicial sino la tecnología. Gracias a iniciativas exitosas en el campo de la prensa popular, el Perú es hoy uno de los pocos países en el mundo en que viene aumentando el número de lectores de diarios. No obstante, la tendencia mundial no tardará en llegar a nuestro país. Con la reducción de las tarifas de Internet y de los precios de los ‘smartphones’ y las ‘tablets’, cada vez más peruanos tendrán la posibilidad de acceder en cualquier momento a Internet.
Ya hoy cientos de miles de peruanos se conectan varias veces al día a miles de fuentes diferentes mediante el Twitter, un espacio donde los emisores y receptores de noticias son alternativamente los mismos. A su vez, cada vez más jóvenes declaran que se enteraron de alguna noticia de interés general por el Facebook o algún blog. La tendencia global es que cada persona se construya su propio medio de información de diferentes fuentes sobre sus temas de interés.
El futuro ya está entre nosotros. Actualmente más del 10% de los peruanos cuenta con un ‘smartphone’ con Internet. En menos de una década, la mayoría de los peruanos tendremos acceso a miles de fuentes de información en tiempo real. Con el desarrollo de la banda ancha, el hábito de leer o ver noticias online se generalizará. La verdad es que la discusión sobre la concentración de medios podría haber tenido algún sentido en el siglo XX, pero resulta obsoleta en el siglo XXI. Lo que se viene no es una concentración de medios sino una gran dispersión, en un mercado mucho más competitivo con una oferta inmensa de medios digitales especializados en brindar información, esparcimiento y cultura para todos los públicos.