Si no escuchó este magnífico bolero, creación del inolvidable Cheo Feliciano, recurra a Google y gócelo. El estribillo que más se adecua al diálogo del gobierno con los pesos mosca de la política peruana es aquel en el que el cantante dice a la amada: “Unas veces contestas enojada y otras veces ni te dignas contestar, conversación en tiempo de bolero porque contigo no se puede hablar”.
Hemos sido testigos de la falta de modales democráticos de los representantes del Ejecutivo, del propio presidente Humala. También del ignorar el ‘chuponeo’, el espionaje como práctica cotidiana. Sin embargo, ante el ninguneo del Ejecutivo a la oposición, el mandatario dijo en el publicitado diálogo que se debe reducir la “crispación política”. Difícil que alguien lo crea.
La escenografía del llamado diálogo ya es inquietante. Detrás de Ana Jara, del presidente y de su esposa, enormes banderas peruanas. Al resto, cero pendón nacional. Los partidos más importantes no asistieron al diálogo porque al igual que el 65% de la población, según una encuesta de Datum, quiere un cambio de Gabinete. El llamado diálogo busca distraer de las graves acusaciones –cada vez son más– contra la esposa del presidente. La investigación que afrontó por lavado de activos por el período 2006-2009 fue archivada y hoy sabemos que no se verificaron pagos por US$100 mil de un inexistente periódico venezolano “The Daily Journal”.
Asimismo, Arturo Belaunde Lossio, hermano de Martín Belaunde Lossio, ha declarado que no pagaron ni un sol por el trabajo de Nadine Heredia en Centros Capilares. US$30 mil al aire. Y siguen saliendo informaciones por puchos que son comprometedoras y parecen evidenciar un irregular manejo de dinero. Se suman las compras inmobiliarias de la madre de Heredia, mancomunada con su pareja, un militar enjuiciado por vínculos con Montesinos. Finalmente, la prensa dio a conocer un documento donde se indica que Todo Graph, empresa que traspasó Martín Belaunde Lossio al hermano de Heredia, es en realidad de la primera dama. Desde ahí se hicieron pagos a favor de la pareja presidencial. Habrá que investigar sus movimientos. ¿O no?
Ante una investigación fiscal, Heredia alega politización, mientras que la ciudadanía ve con desconcierto un cerro de incógnitas y de poca transparencia. Otro político estaría, literalmente, crucificado. Pero sobre ello no versó el diálogo de ayer. Jara hizo un inventario de logros gubernamentales como si estuviera pidiendo un voto de confianza a su Gabinete.
Sugirió la primera ministra la reestructuración de la DINI para mejorar la rendición de cuentas y su fiscalización. Un poco tarde. Dentro de su debilidad, la oposición lo ha exigido hasta la saciedad. Finalizada la presentación de la primera ministra, se acabó la transmisión televisada, los pesos mosca de la política no lo valen. Pero a través del Twitter de Jara se informó de las propuestas de los asistentes. Dizque habrá una agenda y seguimiento. Pocos lo creen. La ‘tele’ vuelve con un resumen de campaña del presidente. Bastante burdo.