Teresa Ocampo: diez cosas que no sabías de la gran dama de la cocina peruana

Recuerdo su rostro como si estuviera en casa. Amable, siempre sonriente; una mujer ordenada hablándonos desde una cocina cercana, discreta y pulcra. A Teresa Ocampo la veía en blanco y negro por la pantalla curva de la TV analógica que estaba en un rincón cerca de la mesa donde solíamos almorzar. Su presencia acompañaba cada mañana a mi mamá, poco antes de preparar el almuerzo para el familión. Recuerdo también su nombre, Teresa, escrito en los recortes de periódico que se acumulaban en un cajón, entre hojas de recetas tipeadas a máquina, que eran como las que ella entregaba al final de las clases de cocina que daba en su garaje.

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Cuánto cocinó Teresa Ocampo. Cuántos menús familiares sugirió, cuántas recetas y secretos compartió. Tremendo legado el de una mujer que educó a generaciones en cocina, que fue una de las primeras en revalorar nuestros insumos y nuestros sabores más tradicionales. Esta mujer es pilar de nuestra gastronomía, y nosotros, desde aquí, compartimos algunos hitos de su vida contenidos en un libro que ya está a la venta y que también celebra un bicentenario: “Teresa Ocampo: 200 años de linaje culinario”, minuciosa investigación de Paola Puig Ulloa, que repasa la historia de una cocina familiar que nace con un recetario manuscrito fechado en 1828.

Ella es Teresa Ocampo, la gran dama de la cocina peruana.

UNO

María Teresa Carlota Ocampo Oliart nació el 13 de octubre de 1931. Era martes en la hacienda de la Granja Escuela K’ayra (hoy parte de la Universidad San Antonio Abad, en San Jerónimo, a 20 minutos del centro de Cusco). Migró a Lima con sus padres Alcides y Carlota en 1935: la familia se instaló en el centro de Lima, donde nacieron Joaquín y Carlota, sus hermanos. Ella estudió en el colegio Sophianum. Luego de 15 años se mudaron a una casa grande en Miraflores, en cuyo garaje su mamá Carlota empezó a dar clases de cocina casera, cada martes y sábado. Teresa era su ayudante.

DOS

La querida maestra de la cocina peruana es quinta generación de una estirpe de cocineras cusqueñas, que empezó con María Mercedes Picoaga (1798–1859), siguió con Antonia Nadal Picoaga (1840 – 1899), María Carlota Garmendia Nadal (1906-1986) y la madre de Teresa, Carlota Oliart Garmendia (1906-1986). Todas estas mujeres destacaron por su saber culinario, dejando como legado sendos recetarios con miles de recetas acumuladas.

TRES

A inicios de la década del 50, Teresa viajó a Europa para acompañar a Carlota que debía seguir un tratamiento médico. Allá, madre e hija se inscribieron en la escuela Le Cordon Bleu en París para estudiar cocina y repostería. Pasaron más de 30 años para que Teresa Ocampo vuelva a su alma mater, en 1984, decidida a convertirse en la primera peruana en obtener el Gran Diploma Le Cordon Bleu.

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CUATRO

Con 23 años, y tras su formación en París, Teresa se convirtió en la profesora de cocina más joven del Instituto de Ciencias Domésticas Bien del Hogar, un centro de educación técnica femenina. En paralelo también daba clases en su casa, con su mamá.

CINCO

Debutó en la televisión en 1959 con el programa “¿Qué cocinaré?”, auspiciado por fideos Nicolini, por Panamericana. Empezó como asesora, pero pronto asumió la conducción del espacio que era emitido de lunes a sábado. El sistema que impuso fue interesante: cada día, los diarios El Comercio y La Prensa publicaban en sus páginas una receta que ella, por la tarde, desarrollaba en vivo paso a paso. En 1967, se cambia a Canal 4, donde condujo “Su menú con Teresa”, auspiciado por Astra.

SEIS

Teresa –que tuvo tres hijos varones- se casó y divorció dos veces. Siempre fue una mujer adelantada a su época, con independencia económica gracias a su trabajo en la televisión, las clases que daba y los libros de recetas que desde 1966 empezó a editar. El primero fue sobre pescados, y tanto éxito tuvo que dio paso a la creación de esa biblia de la cocina que es “¿Qué cocinaré hoy? Nicolini aconseja…”, célebre recetario donde curiosamente no figura su nombre.

SIETE

Los años de dictadura militar afectaron directamente a Teresa. Debido a la Reforma Agraria, sus abuelos perdieron la hacienda familiar Lucre, en Cusco, y en su programa de TV, donde tenía autonomía de decisión, se empezó a supervisar su contenido. Teresa decidió retirarse. Volvió a la televisión en 1980 y en 1985 se convirtió en directora y productora de su propia marca: compró un espacio en la parrilla y lanzó “La cocina de Teresa”, uno de los primeros programas independientes de la TV.

OCHO

Teresa fue fundadora y primera presidenta de la Asociación Gastronómica Peruana (Agape, antecesor de Apega). También recibió numerosas distinciones, una de ellas en 1987, cuando en lo más alto de su carrera la cofradía internacional de cocina Chaîne de Rôtissuers la nombró su viceconsejera gastronómica. Al año siguiente, Teresa deja la cocina y se muda a Houston a vivir con su hijo menor y su familia. Su fama no conoce fronteras, al punto que el “Houston Chronicle” la bautiza como la Julia Child del Perú.

NUEVE

Teresa Ocampo y El Comercio tienen una relación de más de seis décadas. Esta se hizo aún más estrecha en el siglo XXI, cuando este Diario publicó “Comida casera de Teresa Ocampo” (2003), un coleccionable con 453 recetas ilustradas, y “Teresa Ocampo en tu mesa”, serie de 15 folletos de 20 recetas cada uno. La maestra de cocina fue parte de los libros “Perú Mucho Gusto” (2006) y de la colección “Nuestros Grandes Chefs” (2007), ambos producidos por esta casa editora.

DIEZ

Teresa tiene una anécdota singular: un día en que había cobrado su paga, la cocinera metió su cartera con el dinero en el horno del set y la dejó olvidada allí. Grande fue su sorpresa cuando, en pleno programa en vivo y con un pavo aderezado y listo para llevarlo a cocción, abre las puertas del horno y se encuentra con su bolso. Cosas de chicas.