Nuestro rival en la cancha puede ser una gran excusa para conocer más de la gastronomía latinoamericana. Uruguay, tierra de Jorge Drexler, Cristina Peri Rossi y Eduardo Galeano, es un potente destino turístico por sus paisajes, carnes y variada cocina.
Su célebre chivito, un sánguche de carne de ternera o res a la plancha, es de los más populares del país y bien se podría preparar en los hogares peruanos. Con jamón, tocino, tomate, lechuga y huevo frito, el chivito no debe faltar en este partido.
Para el medio tiempo, una copa de medio y medio, una combinación de vino espumoso y seco blancos (mitad y mitad, de ahí su nombre). Esta bebida con unas empanadas criollas rellenas de carne, pimientos rojos y verdes y al horno, crearán un momento delicioso.
Si la inspiración llega más fuerte y se opta por una parrilla a la uruguaya (con leña), no olvidar los clásicos choripanes y panchos para acompañar la carne. Lo mismo que sus morcillas saladas o las que son dulces con pasas.
Y para celebrar el triunfo —o endulzar la derrota– dulce de leche bañando unos panqueques serán un gol de media cancha directo al paladar.
Datos
- Las morcillas dulces uruguayas llevan pasas, pecanas y nueces. Se pueden encontrar en charcuterías limeñas.
- Si el antojo por la cocina uruguaya persiste hasta después del partido, El Parrillón es una buena opción de parrilla uruguaya en Miraflores (Av. 28 de julio 795).
- El vino de corte medio y medio es muy típico de Uruguay. La marca más emblemática es Roldós.
- Los panqueques con dulce de leche pueden llevar helado
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