Las mascarillas serán repartidas a 120 mil bodegas a nivel nacional.
Las mascarillas serán repartidas a 120 mil bodegas a nivel nacional.

Desde su origen, hace más de 150 años, Pilsen Callao es la cerveza de la verdadera amistad. Y en tiempos de crisis, como los que vive ahora el país, ese espíritu prevalece. Más aún cuando sus amigos y socios —los bodegueros y bodegueras del país— han visto reducidos sus ingresos de forma importante. Para buena parte de ellos la bodega es su único sustento. Pero en esta emergencia sanitaria y económica cuentan con un amigo de toda la vida.

En nombre de esa amistad que nació con la fundación misma de la cervecera, Pilsen Callao ha decidido despedirse temporalmente de los colores de su etiqueta para ayudar a sus patas bodegueros en estos tiempos difíciles. Es así que, durante los próximos meses, dejará de imprimir las etiquetas a color en su edición más representativa (630ml) y usará los recursos ahorrados para fabricar y entregar más de un millón de mascarillas. Dicho de otro modo: el mismo sabor de siempre, pero recubierto de apoyo y reconocimiento.

¿Quién no tiene un ‘pata’ bodeguero o bodeguera? Ellos saben cómo ganarse el cariño y servir a su comunidad. Y ahora aún más, pues estos artículos de prevención serán repartidos progresivamente a unas 120 mil bodegas a nivel nacional, para que ellos sigan trabajando de manera segura y responsable. Esta acción forma parte y complementa otras iniciativas para ayudarlos en esta ‘nueva normalidad’. Pilsen ha fortalecido así ese vínculo de amistad:

“En todo el tiempo de amistad entre Pilsen y los bodegueros hemos pasado por buenos y complejos momentos, pero siempre apoyándonos y creciendo juntos”, explica Álvaro de Luna, director de Marketing de Backus. Y resalta que ellos necesitan seguir operando, pues representan un motor económico clave para el país.

LA AMISTAD ANTE TODO

Los bodegueros y bodegueras son parte de nuestra vida. Están allí cuando los necesitamos y siempre dispuestos a ayudar. Fruto de esa confianza, es clásico ponerle su ‘chapa’ de cariño, como Doña Tere, Tío Chino o simplemente ‘Señito’. Veamos juntos algunas de esas acciones que los convierten en nuestros ‘patas’:

  • Nos fían de vez en cuando: Esto relación de confianza se genera en el día a día, donde la clave es cumplir siempre el compromiso de pago.
  • Nos traen el pedido por delivery: En una clara muestra de que se están modernizando, han implementado este servicio. Utilizan todas las medidas de seguridad necesarias y, con esmero, dejan el pedido en la puerta o las tienen listas en su bodega, solo para recogerlas.
  • Habilitan pagos digitales: Conscientes de los riesgos, muchos han habilitado opciones de pago sin efectivo. Y es que para ellos todo es posible en nombre de sus amigos, de sus caseros.

Nada mejor que devolver ese cariño siendo fieles a sus bodegas, eligiendo comprar primero estos cálidos locales de vecindario. O —mejor aún— usando el aplicativo para delivery de bodegas

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