En Brasil, las elecciones se llevan a cabo desde hace 26 años a través de la votación electrónica. La máquina o urna que se utilizará para sufragar en el balotaje de este domingo comenzó a ponerse en marcha desde 1996, progresivamente, y en el año 2000 todo el país brasileño ya escogía a sus representantes de esta manera, sin boletas de papel de ningún tipo.
A pesar de que el sistema fue muchas veces cuestionado por el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, este sistema sigue ejecutándose hasta la actualidad.
SEGUNDA VUELTA EN BRASIL: EL VOTO ELECTRÓNICO
Este dispositivo, que funciona como urna, tiene un teclado numérico muy fácil, pues tiene un parecido a un teléfono. En esta segunda vuelta presidencial, como así también en las 13 elecciones anteriores (generales y municipales) desde que comenzó el voto electrónico, los ciudadanos brasileños tendrán que marcar el número de sus candidatos en esta máquina.
En las campaña electorales, los candidatos presidenciales anuncian sus nombres, eslóganes y un número de 2 cifras. En el caso de Lula Da Silva-Geraldo Alckmin (Partido de los Trabajadores) tiene el número 13; y la dupla Jair Bolsonaro-Walter Braga Netto (Partido Liberal), cuenta con el 22. Por eso se vota marcando números.
Para la categoría presidente y vice el número es de 2 cifras; las categorías inferiores cuentan con más dígitos. Sin embargo, en este balotaje sólo se escogerá presidente y entre esas 2 opciones está: Lula y Bolsonaro.
¿CÓMO SE REALIZA EL VOTO ELECTRÓNICO EN BRASIL?
El día de la elección, esos dispositivos o urnas están dentro de cabinas de votación de cartón. El elector marca el número y presiona el botón verde “Confirmar”. Si tuvo un error, puede presionar el naranja “Corregir”, y si quiere votar en blanco puede apretar el botón blanco.
Cuando ya haya realizado el voto en la máquina aparecerá la palabra “fim” y el ciudadano podrá retirarse del local de votación. Es importante recordar que no hay ni boleta de papel o cartón que entregue la máquina ya que el voto queda almacenado en el dispositivo y esos datos luego se transmiten de manera electrónica.
Según el Tribunal Superior Electoral (TSE), “la cadena de seguridad de la máquina de votación electrónica garantiza que solo se ejecute el software desarrollado y firmado digitalmente por el TSE” y “la protección del sistema se realiza en capas formadas por varias barreras que, en conjunto, no permiten que la urna sea violada”.
“Cualquier intento de ataque provoca un efecto dominó, que bloquea el sistema y bloquea el equipo, así como cualquier intento de ejecutar software no autorizado en la máquina de votación electrónica resulta en el bloqueo de la operación. Del mismo modo, los intentos de ejecutar software oficial en hardware no certificado darán lugar a la cancelación de la aplicación”, dice el tribunal.
Asimismo, señala que “aunque es electrónica, la urna funciona de forma aislada, es decir, no tiene ningún mecanismo que le permita conectarse a dispositivos de red, como internet y bluetooth”. En caso de que se corte la luz, la máquina cuenta con una batería que dura más de 10 horas. Además, la máquina tiene una vida útil de 10 años pero su uso “es exclusivo para votar” y funciona “solo en la hora y fecha de las elecciones”.