La vida del Shakhtar Donetsk se transformó radicalmente en 2014. Luego del conflicto que se desató entre Rusia y Ucrania, afectando a este segundo país, zona en la que está situada Donetsk, se produjeron cambios contundentes para uno de los clubes ucranianos más populares.
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Desde aquel momento, este equipo no ha vuelto a jugar ningún partido en su ciudad y se ha visto obligado a vivir desterrado. Después que en la zona del Donbás, región en la que está situada Donetsk, se produjera el derribo de un avión de Malaysia Airlines, que compartía código con la compañía neerlandesa KLM, el 17 de julio de 2014, propició que Shakhtar de Donetsk se alejara de su casa, el mítico estadio Donbás Arena.
Este monumental escenario, inaugurado en 2009 y que costó más de 350 millones de euros, fue testigo de la clasificación de España los cuartos de final, contra Francia, y las semifinales, ante Portugal, de la Eurocopa 2012, torneo que terminó ganando al imponerse a Italia por 4-0 en la final celebrada en Kiev.
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El entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el Gobierno de Ucrania denunciaron a los insurgentes prorrusos de haber causado la caída el avión con un misil, algo que estos negaron rotundamente.
Este hecho, propiciado cerca de la frontera con Rusia, tuvo como consecuencia inmediata el traslado de la sede del club a Kiev. Seis jugadores (Douglas Costa, Fred, Alex Teixeira, Dentinho, Facundo Ferreyra e Ismaily) se negaron a volver a Donetsk después de un amistoso contra el Lyon y se quedaron en Francia. El presidente del Shakhtar, Rinat Akhmetov, señaló que los denunciaría, sin embargo, finalmente se llegó a un acuerdo para que el equipo se mudara a la capital de Ucrania.
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Con el espectacular Donbas Arena afectado por los bombardeos, el Shakhtar empezó a jugar sus encuentros en Lviv, ciudad ubicada en el oeste de Ucrania, a más de 1.000 kilómetros de Donetsk y a 470 de Kiev.
En febrero de 2017 se tomó la radical decisión de que el equipo pasara a jugar sus encuentros como local en Kharkhiv, una ciudad cercana a Donetsk (245 kilómetros) y a poco más de 400 kilómetros de Kiev.
Cuando se creía que esta sería la última vez en que el Shakhtar cambiaría de de escenario, ocurrió lo impensado. Afectado por la pandemia por la COVID-19, en agosto del 2020 decidió jugar el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Europa League contra el Wolfsburgo en el estadio Olímpico de Kiev, en el que venía jugando de local antes de la suspensión de la Liga Premier de Ucrania por la invasión de Rusia.
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