Mitsubishi Motors, uno de los principales auspiciadores de la Baja Inka se hizo presente a lo largo del evento con una atractiva y cómoda carpa en el campamento de la Baja Inka, donde los asistentes podían acercarse a descansar tras la carrera, además de recibir simpáticos suvenires.
Así mismo, la marca llevó a un grupo de invitados al desierto iqueño para que aprecien de cerca la última y definitiva etapa de la Baja Inka bajo un toldo con todas las comodidades para seguir de cerca la competencia.
Así pudieron ver el desempeño de las Motos, Cuatrimotos, Autos, UTVs e incluso al camión, desde un lugar privilegiado, justo donde se daba la partida al último especial de modo Endurance que constaba de un circuito de 20 kilómetros y cinco vueltas en total.