Para entender a la ciudad que hoy es Dubái, es imprescindible conocer el Creek, ubicado en la zona histórica. Allí, en los años 60, el jeque Zayed comenzó el comercio de productos, imaginando Dubái como un hub de intercambios. En el Creek se puede visitar el museo de Dubái, que muestra los inicios y la vida en el Emirato desde su formación. También está allí la casa donde creció el jeque Mohammed, actual gobernador de Dubái, y la única vecindad histórica, Al Fahidi, cuya construcción original nos abre las puertas a las casas con torres de aire y patios. Hoy en día se puede disfrutar aquí de una comida (desayuno, almuerzo, lonche o cena) con un emiratí como anfitrión (organizada por el centro de entendimiento cultural del jeque Mohammed) y aprender todo acerca de su cultura. Incluso, se puede llegar a quebrar estereotipos mediante preguntas y respuestas de todo tipo.
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Las calles, unidas a manera de laberinto color arena, también alojan cafés, restaurantes de comida típica (donde incluso puedes comer hamburguesas de camello), galerías de arte local y tiendas de especialidades donde aprenderás a usar el pañuelo en la cabeza al mejor estilo Khaleeji.
No puede faltar una caminata por los mercados tradicionales, más conocidos como souks, donde se encuentran especias, textiles y hasta joyas de oro. El mejor modo de transporte entre los mercados divididos por el gran arroyo, el Creek, es, definitivamente, en una barca motorizada llamada abra. Se puede compartir (2 dírham) o rentar de forma privada (60 dírhams) por media hora. El mejor momento del día para apreciar la magia de este paisaje es al atardecer.
Y si te quedaste enamorado de esta zona de Dubái, hay diversas opciones de hospedaje, que van desde las cadenas internacionales con vistas al agua, hasta los que se acercan más a las viviendas del Dubái de los años 60. Un ejemplo de este último es el hotel Al Seef o XVA Art, ubicado en la misma vecindad de Al Fahidi.
HATTA, LAS MONTAÑAS DE DUBÁI
Estas se encuentran a 90 minutos del centro de la ciudad. Para muchos, son un escape del bullicio de la modernidad, entre vistas montañosas y rocosas que decoran una gran represa donde se puede hacer kayak, pedales, bicicletas acuáticas o donas motorizadas. Alrededor se disfruta de una amplia oferta de actividades al aire libre —en el Wadi Hub—, como paseo a caballo, bicicleta de montaña y tirolina, entre otros.
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El desierto es el comienzo y el punto de retorno de los locales, cada invierno (octubre a marzo), para quienes representa la conexión con sus raíces beduinas. Para los extranjeros es una oportunidad de diversión extrema y un disfrute de la naturaleza.
Sobre las dunas se puede ir en cuatrimotos, en camionetas 4x4 o deslizarse en esquís, una y otra vez, hasta el anochecer (se recomiendan estas actividades cuando baja el extremo calor). Si uno contrata un Desert Safari, además podrá disfrutar de una cena con buffet de carnes a la parrilla, un show de bailarinas de vientre y un corto paseo con camellos.
Los múltiples lagos en el desierto son una oportunidad para aquellos amantes de la naturaleza. Los pícnics alrededor toman otro color con un lago turquesa, rodeado de patos y flamencos, que después de varios años migraron a establecerse en estos lagos artificiales.
El hotel Bab Al Shams, que se traduce en La Puerta de Sol, ofrece una variada cena buffet en medio de las dunas. La decoración hace réplica de un mercado árabe, mientras que la comida es exquisita, variada y abundante. El cordero cocinado en un horno bajo la tierra es uno de los platos típicos favoritos.
Los meseros están vestidos como los mercaderes árabes y te harán sentir como en la película de Aladino.
Las playas son otro atractivo de Dubái. En estas, es común el uso de ropas de baño y las tenidas ligeras de verano. Sin embargo, al visitar instituciones como museos, mezquitas o centros de entendimiento cultural, es necesario cubrir las rodillas y los hombros. Siempre es buena idea llevar un chal a la mano. //
¿Cuánto cuesta?
Dubái ofrece alternativas para todo tipo de viajero. Un Airbnb puede costar US$ 100 por noche, mientras que hoteles 5 estrellas, a partir de US$ 300 por noche.
Traslados
El sistema de transporte en Dubái es muy bueno (metro, buses y taxis seguros y eficientes). La disponibilidad de taxis es beneficiosa en épocas de calor para evitar caminar fuera. También puedes rentar un auto: solo se necesita brevete internacional.
Documentos
Los peruanos no necesitan visa para entrar a Los Emiratos Árabes, salvo un pasaporte con más de seis meses de vigencia y boleto aéreo de retorno.
*La autora es consultora de marketing y tiene una página de viajes familiares: www.oftripsandtales.com. El 14 de noviembre lanzará una serie sobre cultura emiratí, en inglés y español (IG: @oftripsandtales).
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