Belén Tavares

“Soy la única peruana aquí”, asegura Lucía Quiche (31). Y por su entusiasmo al toparse con nosotros, le creemos. En el 2016, renunció a su trabajo en Lima (y al caos de la capital) para mochilear por Brasil sin mayor planificación ni fecha de regreso. Casi al mes llegó al municipio de Tamandaré, en el estado de Pernambuco. “¡Me encantó! Quedé impactada con las playas porque me recordaron a las del Caribe”, cuenta.

Días después, en su siguiente parada, tuvo una epifanía: “Quiero quedarme en Tamandaré, me dije. Y volví”. Entonces conoció a Diogo, su esposo, padre de su hija (2) y socio en la posada Caribe Nordestino. Ahora, Lucía solo viene al Perú de visita. “Me enamoré de la simpleza y tranquilidad de este lugar. Si buscas descansar, desconectarte del bullicio de una ciudad, es perfecto. Me gustaría ver a más peruanos acá”, afirma y nosotros coincidimos. Por eso, hablemos de sus atractivos.

Se llama frevo y es el baile típico del carnaval de Pernambuco, uno de los más populares de Brasil.
Se llama frevo y es el baile típico del carnaval de Pernambuco, uno de los más populares de Brasil.
/ Pollyana Ventura

Los 16 km de costa son lo más alabado debido a su mar tibio, unas veces verde, otras turquesa, y siempre cristalino y manso. También por los cocoteros que configuran una imponente barrera, y esa arena similar al talco. Sin embargo, su sello es la pared de arrecife que protege esta región del nordeste brasileño, así como las arbitrarias formaciones que, a menos de 1 km de la orilla, crean maravillosas piscinas naturales donde hacer snorkel o bañarse junto a los peces que allí se concentran.

Entre las apacibles playas destacan Campas, Tamandaré y dos Carneiros. Esta última: la postal de la urbe. Ahí, seis escalones sobre la arena, se levanta la iglesia de São Benedito desde el siglo XVIII. Gracias a su ubicación y sencillo encanto es la más pedida para bodas. La experiencia marina no está completa sin pasear en jangada, una rústica balsa a vela hecha en madera. El tour de una hora cuesta US$7,5 por persona (máximo seis) e incluye una parada en las piscinas naturales para disfrutarlas.

Vista aérea de la playa dos Carneiros. En ella se aprecia la barrera de arrecife que crea las piscinas naturales.
Vista aérea de la playa dos Carneiros. En ella se aprecia la barrera de arrecife que crea las piscinas naturales.
/ Romero Ayub

Para seguir en sintonía con la naturaleza, te recomendamos la excursión en catamarán por los ríos Ariquindá y Formoso. Llegarás al encuentro de ambos y avanzarás hasta su desembocadura en el Atlántico. En el camino, verás manglares a ambos lados; arriba, un sólido cielo celeste. Escucharás el sonido del agua, el viento, a algún pescador artesanal y el silencio. El tour con Manguezal Ecoturismo parte del puerto de Tamandaré, dura tres horas y brinda la oportunidad de ingresar triunfalmente a la playa dos Carneiros. Es decir; caminando desde el medio del mar hacia la orilla.

El río Formoso se une con el Ariquindá y juntos desembocan en el océano Atlántico.
El río Formoso se une con el Ariquindá y juntos desembocan en el océano Atlántico.

Otras atracciones celebradas son la Reserva Biológica de Saltinho, el fuerte San Ignacio de Loyola y el Centro de Artesanía. La primera constituye una de las más grandes e importantes áreas de conservación del bosque atlántico del país. En la zona este, se halla la cascada Bulha, en la que puedes refrescarte de los 30 ºC (la temperatura media anual). La segunda atracción fue edificada a finales del siglo XVII con el fin de defender a la metrópoli de los ataques holandeses. Este patrimonio alberga al faro que continúa guiando a los navegantes desde 1902. Abre a diario, de 9 a.m. a 5 p.m. ¿El boleto? US$1. La tercera, es el lugar de los souvenirs. Elige entre textiles o piezas de madera tallada, cuero, cerámica, paja, entre otros materiales.

Date un chapuzón en la cascada Bulha, ubicada al interior de la Reserva Biológica de Saltinho.
Date un chapuzón en la cascada Bulha, ubicada al interior de la Reserva Biológica de Saltinho.
/ FPanchone

VALE REPETIR

Basta con pensar en su gastronomía para antojarse. Evidentemente, predominan los frutos del mar. Los pescados y mariscos, ya sean fritos o en guisos, se acompañan con yuca, arroz o farofa (harina de maíz tostada y condimentada). La carne de sol (secada cuatro días al sol con un poco de sal) es otra deliciosa opción. Va con frejoles, entre otras guarniciones. Ahora, deja espacio para los postres porque sí o sí necesitas probar la cartola (plátano frito con queso derretido, canela y azúcar), el bolo de rolo (pionono de guayaba) y la tapioca (masa de yuca) con coco y leche condensada.

Para banquetearte como hicimos nosotros te sugerimos los restaurantes Bora Bora, en la playa dos Carneiros, y Tapera do Sabor, a pocos metros de la playa de Tamandaré. Por último, vive la noche en Submarino Amarelo, el bar temático de The Beatles. Hay buena comida, música en vivo y caipiriñas. Si la vida está hecha de recuerdos, un viaje a Tamandaré es aquel que no debe faltar.

En Submarino Amarelo, el bar temático de The Beatles, hay buena comida, música en vivo y caipiriñas.
En Submarino Amarelo, el bar temático de The Beatles, hay buena comida, música en vivo y caipiriñas.

CÓMO LLEGAR

Toma el vuelo Lima - Recife (capital de Pernambuco) de Latam desde US$800. En el aeropuerto, pide un taxi (Uber) a Tamandaré desde US$38. La ciudad está a menos de dos horas.

DÓNDE ALOJARSE

En Pousada Praia dos Carneiros o Pontal dos Carneiros. Son rústicos y cuentan con todas las comodidades, como piscina y salida a la playa. Informes: ; .

Otra opción: Pousada Caribe Nordestino. Reserva en: .

DATOS

La temporada alta va de diciembre a marzo. A fines de febrero e inicios de marzo se celebra el carnaval (el de Pernambuco es uno de los más famosos del país). Junio y julio son los meses de lluvia.

Se recomienda llevar zapatos acuáticos y transformador, pues el enchufe tiene tres círculos.

Contenido Sugerido

Contenido GEC