"La posiblidad de ser devueltos al pasado musicalmente, así como también apreciar talentos contemporáneos en un festival de tres días, está oficialmente fuera del cuadro", escribe Pedro Suárez-Vertiz. (Foto: Getty Images)
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Pedro Suárez Vértiz

"Ha sido un viaje realmente extraño”. Así describió Michael Lang, coproductor y cofundador de , la cancelación del ‘concierto celebración’ del medio siglo del festival para este año. En esta oportunidad, se cumplía el aniversario de oro del mayor y más influyente festival musical de todos los tiempos. Aquel que marcó un antes y un después en la historia de la música con la primera versión, en 1969.

De aquella vez recordamos momentos históricos, como Jimi Hendrix soleando el himno nacional estadounidense en guitarra, o a un joven mexicano Carlos Santana saliendo a la luz con su performance de Soul Sacrifice junto a su banda, cuando aún era un desconocido. Cabe recordar que toda la banda había tomado LSD para no aburrirse las siguientes ocho horas hasta su turno de tocar. Pero abruptamente les ordenaron salir en ese momento, y lo hicieron magistralmente, aun en estado catatónico.

Woodstock 69 conglomeró cerca de medio millón de hippies en una granja en el estado de Nueva York para propagar su cultura de la mano de la música. Este 16, 17 y 18 de agosto se esperaba celebrar los 50 años de aquel momento, pero con solo 15 días de anticipación se desplomaron los planes. Los asistentes no se vieron perjudicados económicamente, ya que Woodstock aún no lanzaba las entradas a la venta, incluso faltando menos de un mes. Esto llevó a la acertada especulación de que el festival no se realizaría.

“Nos entristece que una serie de contratiempos inesperados haya hecho imposible organizar el festival que imaginábamos con el gran cartel que habíamos contratado y la interacción social que preveíamos”, explica Lang.

Entre los percances se halla la crucial retirada de Dentsu Aegis, socio financiero, quien dio un paso al costado poco después de que se anunciara el evento. Luego, la productora CID Entertainment se bajó del tren y, por si fuera poco, la localidad donde se planeaba hacer el festival denegó la solicitud para admitir el evento, lo cual también pasó en el festival original.

La consecuencia hoy fue que muchos artistas, como Jay Z, John Fogerty y Miley Cyrus, cancelaron su asistencia. Lo que parecían tropezones, como los que ya había tenido y superado Woodstock de 1969, se volvieron factores amenazantes para la cancelación del espectáculo.

Se siguió impulsando la idea de llevar a cabo el festival, pero finalmente cesaron los intentos el pasado jueves, cuando se anunció oficialmente la cancelación de Woodstock 50 años. El caso se puede entender como un efecto dominó causado por el retiro de Dentsu Aegis. Incluso Lang comentó que esta jugada por parte del ex socio financiero “realmente acabó con nuestros esfuerzos por conseguir un permiso para un evento masivo, porque todas las agencias del Gobierno dejaron de trabajar cuando ellos anunciaron eso. Perdimos casi seis semanas, y eran seis semanas cruciales. El que ellos se hayan retirado fue desconcertante”.

La posiblidad de ser devueltos al pasado musicalmente, así como también apreciar talentos contemporáneos en un festival de tres días, está oficialmente fuera del cuadro. De todos modos, el recorrido de este festival a lo largo de los años ha venido siempre acompañado de problemas. En el aniversario número 30, en 1999, se celebró Woodstock con énfasis en la música metal y grunge, géneros en boga en aquel entonces. Se reportaron violaciones sexuales en el público, decenas de heridos por los ‘pogos’ y tristemente culminó en un incendio, cuando Red Hot Chili Peppers tributó a Hendrix haciendo un cover de Fire, el cual gatilló la rebeldía del público para causar destrozos y acabar con el festival.

Esto demuestra que un evento de tal magnitud no es sencillo de sacar adelante. Quizá, como concluye Lang, gestionar el evento con mayor anticipación y trabajar con un diferente socio financiero, habría sido lo justo para llevar a cabo el aniversario 50. Como último intento para no tirar la toalla, Lang declaró que el festival se daría totalmente gratis en Maryland, lejos de su localidad original. Pero esto no funcionó, y es mejor pensar a largo plazo arreglando errores para un mejor Woodstock en una próxima oportunidad, en vez de encasillarnos en una medida de corto plazo. Yo, personalmente, creo que el 2019, año del 50 aniversario, era crucial publicitariamente. Así que colorín colorado, amigos, Woodstock se ha acabado. //

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