Escribe Mg. Claudia Bernales Oré, Psicoterapeuta y PsicoOncóloga
PsicoOncología para Todos, Consultorio Psicológico
Durante el mes de octubre, habrá observado que las campañas de prevención sobre el Cáncer de Mama se hacen visible de forma más frecuente y con el característico lazo de color rosado.
El lazo rosado, sobre todo en octubre, invita a concientizar sobre esta enfermedad y cómo prevenirla y se extiende en todo el año cuando se menciona la patología. Pero, ¿por qué se utiliza el color rosado para representarlo? ¿Cuáles son las verdaderas emociones que se esconden detrás de ello? ¿Realmente ese es “el color”?
A lo largo de mi carrera y experiencia en la PsicoOncología, he podido conocer y entrevistar a muchas mujeres y pocos hombres con este diagnóstico y todas y todos tenían miedo, rabia y hasta vergüenza. Nunca escuché a nadie en consulta decirme “Claudia, soy feliz y me siento agradecida con este diagnóstico”. Lejos de eso, recibí en terapia a personas angustiadas y con mucho temor; profundas sesiones para darle sentido a lo que les sucedía. Contrariamente, la publicidad daba otro mensaje: mujeres felices con pañoletas rosa en cabeza, mujeres y hombres con capas rosadas recreando héroes y heroínas, etc. ¿Qué estaba pasando?
No me malentiendan, no estoy en contra de que se use un color, sea cual sea, para identificarse con una causa, pero sí rechazo la polarización de las verdaderas emociones que sienten las mujeres y hombres diagnosticados con cáncer de mama. Más aún si las campañas publicitarias van a ser siempre estratégicas para conducir a la persona a que se sienta solamente bien y hasta dándole una responsabilidad de “guerreras y guerreros”, adjetivos pesados que hacen flaquear sus piernas.
Si usted ha sido diagnosticada/o de cáncer de mama y se siente cómoda/o utilizando un lazo rosado, hágalo considerando lo siguiente:
- No permita que un color polarice sus emociones.
- No se decepcione por no sentirse anímicamente tal como se muestran las publicidades sobre el tema.
- Usted es un ser humano con sentimientos y experimentará distintos cambios de ánimo durante este camino.
- Siéntase libre de asistir o no a campañas o reuniones sobre este tipo.
- Rechace sentimientos impuestos. El cáncer es una noticia de alto impacto, tómese su tiempo.
- Reúnase con mujeres y/u hombres que hayan atravesado el mismo diagnóstico y conviértanse en una red de apoyo y contención.
- Usted no debe de cargar con la responsabilidad de “guerrear” o “pelear” contra el cáncer. Así como tampoco, usar palabras bélicas como “batalla”, “guerra”.
- Verbalice sus emociones.
- Busque un profesional de la psicología y tómese el tiempo para exteriorizar lo que siente.
El mes de la concienciación sobre el Cáncer de Mama es una campaña anual de salud internacional con el objetivo de aumentar la concienciación sobre la enfermedad, recaudar fondos para la investigación de su causa, su prevención y su cura. Esta campaña también ofrece información y ayuda para aquellos afectados por el cáncer de mama y nos invita a ser parte utilizando el lazo rosa. Sin embargo, este símbolo nunca debe de hacerle sentir que solo debe sentirse positiva/o y copiar la publicidad que ve. Usted no es su diagnóstico; verbalice sus emociones y solo así encontrará su propio color.
Para poder comprender el por qué a veces utilizamos un lazo rosa es importante contextualizarlo y saber quién crea este símbolo.
AstraZeneca, el laboratorio farmacéutico londinense fue quien emprendió el Mes de la Concienciación del Cáncer de Mama en 1985. Esta corporación farmacéutica internacional es fabricante de tres medicamentos para esta enfermedad: Novaldex (tamoxifen), Arimidex (anastrozole) y Faslodex (fulvertrant). Pero no es hasta 1990 donde el primer lazo rosado fue introducido por la Fundación Susan G. Komen, que regaló viseras rosadas y después los famosos lazos a los sobrevivientes del Cáncer de Mama que estaban corriendo en el Maratón por la Cura.