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(Foto: Karen Zárate)
Vanessa Cruzado Alvarez

Su primer apellido es su sello artístico. Ya sea que lo identifiquen como Miguel, de Los de arriba y los de abajo (1994); Tony, de Pataclaun (1997); Venancio Ponce, de Carita de atún (2004); o como el conductor de Wantan Night, no necesita mayor presentación. En tres décadas de carrera artística, el actor y comediante de 47 años dice no haber estado en búsqueda de roles protagónicos, mucho menos en el cine. Pero este proyecto lo hizo cambiar de parecer. ¿Por qué? Todo ha tenido que ver con la aparición, dice, de una buena historia.

El primer contacto se dio a mediados del 2017, cuando el director Fernando Villarán (Viejos amigos y Guerrero) y el guionista Gonzalo Ladines (Como en el cine y Los cinéfilos) le mostraron la historia de Rómulo, un padre poco afín a la tecnología que es despedido por su nuevo jefe millennial. Desesperado por mantener a su familia, decide convertirse en una estrella de YouTube. Cautivado, y quizás identificado con el personaje, aceptó el proyecto de inmediato. El resultado: Papá youtuber, una comedia familiar a estrenarse el 11 de abril.

Llama la atención cómo arranca el tráiler de Papá youtuber. Tu personaje da el clásico discurso de esfuerzo para obtener un trabajo (tradicional) y, por circunstancias de la vida, emprende una aventura para un oficio no convencional…
Es el mundo de hoy. Tienes la historia de este personaje que te habla de que uno en la vida tiene que tocar puertas, tiene que costarle y romper suelas de zapatos. Mientras que ahora, grabando un video que de pronto se convierte en viral o grabando sistemáticamente videos que a la gente le gustan, puedes ganar 60 veces más de lo que gana una persona vendiendo seguros. Personalmente, he intentado acercarme, pero tengo la certeza de que la única manera de poder entrar en el mundo de las redes, de Internet, de los virales, de los youtubers y de los influencers es siendo absolutamente honesto. El público lo recibe. Forzar una situación te lleva al fracaso.

¿Y cómo es la relación con tu público? En Instagram bordeas los 200 mil seguidores. Twitter, por otro lado, ha verificado tu cuenta. Así nomás no pasa...
Instagram me gusta porque tiene fotos. Es mucho más amigable. Twitter lo uso para comentar cosas políticas, sociales y de actualidad. También tengo un Facebook, pero no me resulta amigable. He intentado, como no tienes idea, poder habituarme, y no lo soporto. ¿Sabes qué más no puedo? La relación permanente que debes tener [con los seguidores]. O sea, llegas a un sitio y te grabas. Ahora he tenido que hacer la sesión para esta nota, ¿[y publicar] que me están tomando fotos? [Niega con la cabeza] No puedo estar pegado a eso.

Aun así, tienes tus redes actualizadas. ¿Cómo describirías tu relación con la tecnología?
Pongo [en redes] lo que me divierte. Hay gente que pone pensamientos, reflexiones. Como si al mundo le importara lo que uno piensa. Las redes sociales nos dan un protagonismo que no tenemos. La gente dice “se murió mi papá” y uno pone like [risas]. Es un poco absurdo. Y mucha gente, además, me dice: “debes tener [redes sociales]”, “más siendo actor, un personaje público...”. ¿Por qué? Tengo, igual, pero publico lo que me divierte. Lo que puedo manejar.

LO QUE PASA CON YOUTUBE
Su relación con YouTube, sin embargo, no es tan mala como parece. Desde la aparición de esta plataforma de videos en 2005, el actor se vio en la necesidad de aprender a usarla para ver algunos de sus trabajos “He visto Pataclaun por ahí también”, admite.

¿Viste a algún youtuber para tener una referencia de cómo interpretar al personaje de Rómulo?
En realidad, quería llegar al personaje y hacerlo tan perdido como yo en el mundo tecnológico. He visto a algunos, sí. Vi al ‘Cacash’, por ejemplo. Me parece estupendo por su humor, por cómo caracteriza y construye sus personajes, además de que es informado e inteligente. He visto a ‘Andynsane’, que también está por ahí. Es divertido el chico. Ellos están creando una industria.

Papá youtuber apunta a ser una película familiar. ¿Qué mensaje buscan transmitir?
Hay un mensaje muy bacán de hombre, de padre, de peruano. Los hombres peruanos estamos bien venidos a menos. Lo vemos todo el tiempo. Congresistas que dicen estupideces a la prensa, a las mujeres. Políticos del infierno, padres de la Patria, presidentes tirados al abandono o renunciando por fax. Los casos de feminicidio cada vez son mayores. El hombre peruano está bien venido a menos. [Papá youtuber] es una manera de hacer una película que reivindica al hombre.

En tiempos donde es importante –y necesario– el empoderamiento femenino, sobre todo por los temas que mencionas, ¿cómo ayuda esta representación masculina a la lucha de la violencia contra la mujer?
Es que también existen hombres que se sacan el ancho por su familia. Que respetan a las mujeres, que quieren a sus hijos y que son capaces de cualquier cosa por ellos. Desgraciadamente, ahora las noticias no lo muestran. Pero en la película, cuando la vean, van a poder encontrar no solo la historia de Rómulo, sino la del resto de sus amigos, que son hombres que viven por sus familias. Un hombre que hace bien las cosas y se vea reflejado [en la película] también es una manera de decir “por acá es el camino”. Creo que en estos tiempos ayuda reforzar eso.

Los cinéfilos y Aj zombies son un claro ejemplo de que se pueden hacer buenas series web en el Perú. ¿Te animarías a actuar en una?
Dependiendo del proyecto, pero no diría que no. Ahora hay que apuntar a la plataforma digital. La televisión, en los términos formales que conocemos, está muriendo. Son los soportes que van a seguir de aquí a cinco, diez años. Hoy los chicos ven televisión en el momento que quieren verla. No como yo, que esperaba las 4:00 p.m. para ver El Chavo del ocho. La gente como tú ve la televisión que quiere en el momento que quiere.

Imaginemos que atraviesas una situación como la de Rómulo y te proponen ser youtuber. ¿Aceptarías? ¿Qué tipo de contenido harías?
No me pongas en ese dilema. ¡Nooo! No haría cosas como “hola, amigo, cómo estás”. ¡Noo! Tendría que salir espontáneo, natural. Cómo hago. “Hola, soy Tony de Pataclaun, treintaicinco años después...” [Risas]. No me pongas en ese lugar, por favor. Imagínate jugar con el fracaso todo el tiempo. “No funcionó. No lo ve nadie. Cuántas vistas tiene”. Qué estrés. Estar viéndose todo el tiempo. ¡Aj! Ya suficiente vivir con uno mismo [risas]. //

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