Un reconocimiento a quienes enfrentan al coronavirus, para mantenernos a salvo, desde una segunda línea de batalla: la calle.
Un reconocimiento a quienes enfrentan al coronavirus, para mantenernos a salvo, desde una segunda línea de batalla: la calle.
Vanessa Cruzado Alvarez

Salir a la ventana, aplaudir por varios minutos, gritar algunas arengas y cantar Contigo Perú cuando el reloj marca las 8 p.m. a modo de apoyo y agradecimiento a quienes trabajan por el bien común en tiempos de cuarentena forzada por el parece haberse convertido en una nueva (y buena) costumbre. Es precisamente en tiempos difíciles cuando empezamos a valorar la labor de los demás.

Aquí un reconocimiento a personas cuyas herramientas de trabajo también ayudan a que estemos a salvo. Un homenaje a quienes merecen ser aplaudidos ahora y luego de esta emergencia. //

“No podemos dejar a las personas incomunicadas”

MARTÍN RODAS (55), técnico de telecomunicaciones

“Siempre le pido a Dios que no nos pase nada”, es la frase que más repite Martín Rodas durante toda la plática. Desde hace seis años que trabaja en Ezentis, empresa que presta servicios para la instalación y mantenimiento de infraestructuras energéticas y de telecomunicaciones, y entiende que en cada emergencia es imprescindible que las personas se mantengan conectadas. Si antes solía atender entre cuatro y seis averías de Internet, cable y teléfono al día, ahora soluciona el doble de problemas técnicos. “El trabajo se ha vuelto un poco más triste porque antes veía a mis compañeros, tomábamos una gaseosa, hablábamos. Ahora solucionamos las averías y luego regresamos a nuestras casas”, comenta el chiclayano de 55 años. Si hay algo que rescata de esta situación es el empezar a ser más cuidadosos y pensar en los demás.

Martín solía trabajar en el perímetro de Gamarra. Tras la emergencia, va a todos los distritos. Pide tener un uso más responsable del Internet. (Foto: Lino Chipana / GEC)
Martín solía trabajar en el perímetro de Gamarra. Tras la emergencia, va a todos los distritos. Pide tener un uso más responsable del Internet. (Foto: Lino Chipana / GEC)
/ Lino Chipana

“No hay que olvidar a los animales, ellos no tienen voz”

INGRID YARLEQUE (37), contadora

Basta con que Ingrid Yarleque preste atención a la mirada de los gatos para que sepa si tienen hambre, sed o alguna dolencia. Esa conexión se remonta al 2016, cuando empezó a organizarse junto a otros 30 vecinos de Lince para velar por los mininos del Parque Castilla. Desde entonces organizan actividades pro fondos destinada a la alimentación y atención veterinaria. “Siempre doy todo por ellos. Cuando anunciaron la cuarentena me ofrecí a ir a ver a los gatos porque algunos vecinos tienen hijos pequeños y otros voluntarios no viven en el distrito”. Va con mascarillas y guantes de látex todos los días a las 4 p.m. para dar alimento a los 70 gatos del lugar. “Hay personas que en la mañana les dan comida y agua. Aún hay gente buena. Hay que tratar de apoyar a los animales. Sé que no es fácil y sobre todo en esta época, pero ellos no tienen a nadie”.

Diariamente, Ingrid lleva cuatro kilos de comida para los gatos del Parque Castilla. Si desea colaborar, puede escribirles al Facebook Gatos Parque Castilla. (Foto: Archivo personal Ingrid Yarleque)
Diariamente, Ingrid lleva cuatro kilos de comida para los gatos del Parque Castilla. Si desea colaborar, puede escribirles al Facebook Gatos Parque Castilla. (Foto: Archivo personal Ingrid Yarleque)

“Salimos a la calle porque nuestro compromiso es con los vecinos”

VERÓNICA SILVERA (35), supervisora de limpieza

Cuando anunciaron la llegada del al país, Verónica Silvera tuvo miedo. Lo primero que vino a su mente fue la posibilidad de contagiar a alguno de sus cuatro hijos. Admite que le costó asimilar el hecho de que deberá trabajar en plena emergencia. “Pero es mi trabajo. Además, soy el único sustento en casa. Tenía que salir a la calle”. Ella, junto a otras 25 personas, arranca el turno de limpieza pública de las calles y avenidas de San Miguel, distrito en el que trabaja desde hace ya 12 años, desde las 6 a.m. hasta la 1 p.m. “En cada lugar al que vamos, salen los vecinos a agradecernos. Eso nos da fuerza para seguir apoyando en una situación de riesgo como la que estamos viviendo, porque reconocen y valoran nuestro trabajo”.

Verónica y su equipo barren, baldean y recolectan residuos sólidos de avenidas como La Paz, Elmer Faucett y La Marina. (Foto: Municipalidad de San Miguel)
Verónica y su equipo barren, baldean y recolectan residuos sólidos de avenidas como La Paz, Elmer Faucett y La Marina. (Foto: Municipalidad de San Miguel)

“La energía eléctrica es esencial. Nada puede quedar inoperativo”

JAIME GÓMEZ (30), técnico electricista

El técnico electricista la tiene clara: su trabajo es atender la emergencia. Por eso, cuando la compañía ISA REP (empresa dedicada a la transmisión eléctrica de alta tensión), donde es asistente de subestación desde hace poco más de tres años, le comunicó que sus laborales continuaban -ahora más que nunca-, dice que lo tomó con mucha tranquilidad y, claro, como un reto. “Cuando le conté a mi esposa que iba a trabajar durante la cuarentena, sintió mucho miedo, pero entendió que mi trabajo es atender las emergencias". Sin su labor, muchos hogares, hospitales, medios de comunicación e industrias quedarían sin energía y eso no es una opción. Ahora sigue una rutina -casi religiosa- de cuidados: antes de entrar a su puesto, le miden la temperatura, llena la hoja de test del coronavirus y, una vez listo, procede a lavarse las manos para iniciar con sus labores. “A los que están en casa, salgan solo para adquirir lo esencial, cumplan las medidas sanitarias: la salud es lo más importante que tenemos”, aconseja.

"Todo esto me motiva para seguir trabajando con mucho optimismo y orgulloso de trabajar en la empresa", dice Jaime Gómez. (Foto: ISA REP)
"Todo esto me motiva para seguir trabajando con mucho optimismo y orgulloso de trabajar en la empresa", dice Jaime Gómez. (Foto: ISA REP)

“Lo que está ocurriendo debe servir de mejora para la sociedad”

CÉSAR RODRÍGUEZ (43), taxista

Desde hace más de cuatro años que César Rodríguez conoce el rostro menos caótico de Lima. En cada carrera de madrugada que hacía hasta el aeropuerto Jorge Chávez, disfrutaba del poco tránsito y de la tranquilidad de la capital. Nunca pensó que esa imagen de la ciudad iría a repetirse de día, ni mucho menos que esto sería provocado por una pandemia. Sus compañeros de viaje ahora son: su salvoconducto, las mascarillas, los guantes de látex y el gel antibacterial. “Ahora limpio el carro después de un servicio. Cuando llego a mi casa, lavo mi carro. Siempre ando con cuidado, con los implementos necesarios”. Recorrer las calles con poca presencia de transeúntes, además, hace que reflexione sobre lo que nos depara como sociedad. “Lo que está ocurriendo, como dijo el presidente, debe hacernos mejores. Vamos a mejorar”.

César solía trabajar entre seis a ocho horas. Desde la cuarentena, sus carreras son esporádicas. “Es importante que las personas tomen las medidas preventivas. Ahora soy más cuidadoso con la limpieza por mí y por mi familia”. (Foto: Archivo personal César Rodríguez)
César solía trabajar entre seis a ocho horas. Desde la cuarentena, sus carreras son esporádicas. “Es importante que las personas tomen las medidas preventivas. Ahora soy más cuidadoso con la limpieza por mí y por mi familia”. (Foto: Archivo personal César Rodríguez)

“Tomemos esta situación para ser más empáticos”

YERSON ROBLES (26), ingeniero electricista

Yerson vivió en carne propia la pesadilla cada vez más latente en tiempos de pandemia: la posibilidad de haberse contagiado de COVID-19. Había estado en Lima antes de la cuarentena y tomó un vuelo para volver a Moquegua, donde hace un par de años trabaja como ingeniero de subestación para ISA REP (empresa dedicada a la transmisión eléctrica de alta tensión). Al regreso, pasó las primeras cuatro semanas con teletrabajo. “[El continuar trabajando] lo tomé con mucha responsabilidad porque soy consciente de la importancia de tener energía eléctrica en casa para que puedan cumplir con el aislamiento social obligatorio y que los centros de salud requieren de la electricidad para salvar a personas”. Como parte del protocolo sanitario, pasa control de temperatura cada vez que llega a la central. Desinfecta su oficina y prosigue con su labor. “Mi familia está en Huancayo. Ellos sí estaban preocupados, pero entienden mi trabajo. (...) Tomemos esta situación para compartir en familia, conocerse más. Es una oportunidad para ser más empáticos”, reflexiona.

"Antes interactuaba con mis compañeros y con el vigilante de subestación para comenzar el día con un saludo fraternal. Ahora los saludos son a distancia", señala Yerson Robles.  (Foto: ISA REP)
"Antes interactuaba con mis compañeros y con el vigilante de subestación para comenzar el día con un saludo fraternal. Ahora los saludos son a distancia", señala Yerson Robles. (Foto: ISA REP)

“Mi familia entiende la importancia de mi labor”

FRANZ CRUZADO (31), analista de operaciones

Preocupación. Eso fue lo primero que sintió el ingeniero mecánico electricista cuando el coronavirus llegaba a nuestro país. Hace más siete años que se desempeña como analista de operaciones en el Centro de Control de ISA REP (empresa dedicada a la transmisión eléctrica de alta tensión), pero una pandemia cambió su rutina. “Ahora mis horarios son por turnos: cuatro días de 12 horas y cuatro de descanso”, cuenta el también padre de familia. La mascarilla es ahora su compañera de trabajo al igual que el permiso para transitar. “Mi familia entiende que trabajo en el sector eléctrico y saben que debo de ir a trabajar por la importancia de mi labor”. Aconseja aprovechar el tiempo en casa para pasarla en familia, jugar con los niños y, claro, cumplir con lo que el Gobierno dispone.

"Mis turnos eran de lunes a viernes durante 8 horas, sábado y domingo 12 horas. Ahora mis horarios son por turnos, cuatro días de 12 horas y cuatro días de descanso", cuenta Franz Cruzado. (Foto: ISA REP)
"Mis turnos eran de lunes a viernes durante 8 horas, sábado y domingo 12 horas. Ahora mis horarios son por turnos, cuatro días de 12 horas y cuatro días de descanso", cuenta Franz Cruzado. (Foto: ISA REP)

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¿Quiénes son las personas que corren más riesgo por el coronavirus?

Debido a que la covid-19 es un nuevo coronavirus, de acuerdo con los reportes que se tienen a nivel mundial, las personas mayores y quienes padecen afecciones médicas preexistentes como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes son las que desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

¿Debo usar mascarilla para protegerme del coronavirus?

Si no tiene síntomas respiratorios característicos del covid-19 (tos) ni debe cuidar de alguien que esté infectado, no es necesario llevar una mascarilla. La OMS recomienda evitar su uso, debido a que en esta pandemia, estos implementos puede escasear. Ahora, recuerde que si usa uno, este es desechable; es decir, solo se puede utilizar una vez.

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