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Un encuentro fortuito puede cambiarlo todo: descubrir a una posible estrella de cine o televisión, hallar al integrante que tanto necesitaba una banda, toparse con un potencial socio para un emprendimiento o simplemente encontrarse con alguien que -sin darse cuenta- puede darle rumbo a nuestra vida. Era 1984 e Isabel Rey, de entonces 18 años, participaba de una competencia de ligas mayores de básquet. Se percató que una integrante del equipo contrario hacía ruidos extraños. Al parecer se le había perdido algo. “Qué pasó, por qué grita así”, le preguntó a una compañera. “Es una persona sorda”, le respondieron. Una serie de preguntas pasaron por su mente y, con ellas, también una decisión: aprender el lenguaje de señas.
Este pasaje de su vida, admite al otro lado del teléfono, ocurrió en un momento clave de su vida. Había terminado la secundaria y, como muchos, no tenía claro qué estudiar. Tomó un curso técnico en computación porque quería trabajar, pero su anhelo por comunicarse con aquella chica pudo más. Su compañera de equipo le trajo un periódico con un anuncio que Isabel aún recuerda: “¿Quieres aprender a comunicarte con una persona sorda? Ven y aprende lenguaje de señas”. Tomó clases en Unión Bíblica del Perú y, pronto, empezó a realizar voluntarios en colegios de Villa El Salvador para personas sordas.
![Isabel Rey lleva más de tres décadas siendo el nexo entre la información y las personas con discapacidad auditiva. (Foto: Difusión)](https://elcomercio.pe/resizer/XHoJJ9iqwjycNNVX7eqt58aasso=/620x0/smart/filters:format(jpeg):quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/N7SZPCR3QFHDBNI75RXTBJAJTE.jpg)
Al año siguiente, que ya había aprendido a comunicarse con señas, volvió al campeonato pero no encontró a la muchacha. “Quería preguntarle cómo se comunicaban con ella, cómo el entrenador le decía las jugadas… Muchas cosas. No pude preguntarle lo que quería saber”, comenta. Su vocación por enseñar no se detuvo. Continuó con el programa de voluntariado y, en 1995, pasó a dirigir el programa del centro con el que tuvo su primer acercamiento con el lenguaje de señas.
PASIÓN Y ENTREGA
“Estudiar el lenguaje de señas me ayudó mucho como persona porque pude entender y aprender de una comunidad que, con el mismo potencial de uno, no tenían oportunidad de aprovechar”, señala Isabel. Tuvo la oportunidad de prestar sus servicios de interpretación como voluntaria en el Poder Judicial, comisarías y otras entidades que necesitaran de apoyo. Hasta que, gracias a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, donde Perú es firmante, sus labores comenzaron a ser remuneradas.
![Isabel Rey (54) forma parte de la Asociación de intérpretes y guías intérpretes de lengua de señas del Perú (Asisep). Su empresa, IR Intérprete brinda servicios de interpretación para entidades públicas y privadas.](https://elcomercio.pe/resizer/MWKGkdKfd_FvWYhthqzHTiEpE1U=/620x0/smart/filters:format(jpeg):quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/5RQAWTJ3BJCXLCWHKHUFAUKCGA.jpg)
El lenguaje evoluciona y Rey siempre ha sido consciente de ello. Cuando supo de la Asociación Mundial de Intérpretes de Lenguas de Señas (Wasli, por sus siglas en inglés), allá por el 2007, y de las capacitaciones que brindaban a los intérpretes, no dudó en contactarlos. La apoyaron para una conferencia con sede en España. A su regreso, motivó a sus compañeros para formar una asociación y, en consecuencia, afiliarse a la Wasli. La idea se concretó dos años después con la fundación de la Asociación de intérpretes y guías intérpretes de lengua de señas del Perú (Asisep), que a la fecha cuenta con 23 miembros. “De esa forma hemos podido prepararnos, aprender técnicas de interpretación, un código de ética para poder brindar un buen servicio”, agrega.
AL AIRE
La primavera del 2013, Latina puso en su noticiero de 90 mediodía a un intérprete de señas e Isabel fue la elegida para realizar tamaña responsabilidad. “Si un intérprete no transmite la información tal y como es, la persona con discapacidad auditiva puede tomar decisiones equivocadas por el mensaje brindado. Puede perjudicar a esa persona”, enfatiza la también directora de IR Intérprete, que da servicios de interpretación para empresas, instituciones estatales y en videos informativos.
Desde entonces, mira el noticiero de 7 a 9 a.m. en casa para conocer los reportajes que se van a presentar durante el día. Camina 16 cuadras para llegar al canal, en Jesús María, a las 11:30 a.m. Pasa por maquillaje, se dirige al pronter para una lectura previa a la información que se va a comentar en el noticiero. Una vez al aire, usted la ve en un recuadro, en la esquina derecha de la pantalla chica.
![Desde setiembre del 2013, Isabel Rey es parte del noticiero 90 mediodía. (Foto: Captura de pantalla)](https://elcomercio.pe/resizer/NC3Sf9hdO8UDy0DPlov4DRLjSWs=/620x0/smart/filters:format(jpeg):quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/CGCE4NCT2JD27FQPC6CP2S4CRY.jpg)
En tiempos de coronavirus y noticias falsas, su labor se ha vuelto más que imprescindible y dejarla no es una opción: hay una comunidad que la necesita. “Hay personas que necesitan saber no solo lo del mensaje presidencial, sino cuál es la situación en los hospitales, en los mercados. Es una gran responsabilidad”.
MEDIDAS URGENTES
El nivel de interpretación que actualmente tiene la Asisep, señala Isabel, es alto ya que han venido a prepararnos intérpretes profesionales. Es consciente; sin embargo, que aún se requiere de una preparación profesional. “Estamos buscando que en las universidades abran la carrera de intérprete. Hoy todos los intérpretes son empíricos. Es importante que el Gobierno empiece a difundir y dar estatus a la lengua de señas”. //