Juguete Pendiente ha llegado a 20 mil personas a través de 1500 voluntarios. “Me despierto sabiendo que alguien está recibiendo algo en alguna parte”, admite su fundadora Vanessa Vásquez.
Juguete Pendiente ha llegado a 20 mil personas a través de 1500 voluntarios. “Me despierto sabiendo que alguien está recibiendo algo en alguna parte”, admite su fundadora Vanessa Vásquez.
/ Estefanie Renteria
Redacción EC

El 2013 fue un año que marcó a Vanessa Vásquez Ramos. Estaba de vacaciones en Tailandia y, de repente, se desmayó. Despertó en el hospital. Un doctor le dijo que le quedaban 48 horas de vida. El diagnóstico que le dieron no era nada alentador: septicemia, una enfermedad que sobrecarga el sistema inmunológico. “Médicamente, estaba muy mal. Pero le dije al doctor que no me iba a morir”, recuerda. Luego de 12 largos días de internamiento, se recuperó. Sobrevivió. Regresó a Lima y ese mismo año fundó Juguete Pendiente, una asociación sin fines de lucro dedicada a la gestión de proyectos solidarios para niños y adultos.

MIRA: La educadora peruana que rompe con la enseñanza tradicional en colegios de todo el país

Antes de la pandemia eran más de 250 voluntarios, donde llegaron a recaudar más de 7 millones de soles entre bienes, servicios y dinero, ayudando a un promedio de 168 mil personas, que equivale a 43 mil familias, con presencia en costa, sierra y selva. “Ese viaje cambió mi mundo. Me desperté y era otra persona”, dice y asegura que “volvió a nacer”

Como parte de la ONG, nació Hogar Pendiente, un espacio -inicialmente temporal- para albergar a niños y niñas de regiones del país que vienen a Lima en busca de tratamiento médico. Gracias al esfuerzo de amigos y aliados, lograron atender a decenas de familias, brindándoles hospedaje, alimentación, terapias y otros servicios en un ambiente cálido. Con el fin de seguir apoyando a los niñas, niños y adolescentes de distintas regiones del país que vienen a Lima en busca de tratamiento médico, este año se realizará la segunda edición de la colecta Juguete Pendiente.

“En Hogar Pendiente buscamos acoger a las personas de manera humanitaria. Uno no puede liderar un albergue como quiera, debe considerar que brindar un hogar es también hacer sentir a las personas en casa, en familia. Yo siempre le digo al equipo que cuando nosotros impactemos en la vida de alguien, estás personas tienen que ser realmente felices, sea lo que sea lo que le demos. Desde la muñeca hasta la casa, desde el programa de educación hasta un programa de salud. Todo tiene que sentirse no como que se lo merezcan o que lo necesiten, sino que es algo que tú le das desde el corazón y desde la compasión positiva.”, comenta Vanessa.

Para ayudar, pueden ingresar a donde encontrarán los diferentes números de cuentas bancarias y a través de Instagram @juguetependiente y @hogarpendiente

Aquí los números de cuenta para ayudar:

VIDEO RECOMENDADO

Casa de Todos: ¿por qué se les enseñó a cultivar y cosechar a los albergados?
El lunes 5 de octubre algunos albergados visitaron por primera vez el albergue de Palomino. El grupo fue a participar de un taller de cuidado de plantas comestibles a cargo de la gerencia de Servicios a la Ciudad y Gestión Ambiental de la Municipalidad de Lima. (Video: Bryan Albornoz/ El Comercio)



Contenido Sugerido

Contenido GEC