MEMORIAS / TIERRA BALDÍA / 376 PÁGINAS
Mientras las campanas de la iglesia Nuestra Señora de Fátima llaman a misa, la fotógrafa Anamaría McCarthy se dispone a participar de otro tipo de culto: su homilía personal, el mensaje (para ella sagrado) que busca compartir tiene, por esta vez, a la fotografía en segundo término. En los últimos 15 años, ella ha intentado traducir en palabras sus memorias, ligadas siempre a una serie de imágenes. Cuando los fantasmas familiares aparecen frente a la artista, fluye el recuerdo de sus momentos capitales.
Como papel fotográfico expuesto en un obsoleto cuarto oscuro, la fotógrafa McCarthy se revela como escritora para hablarnos del dolor, la muerte y la identidad. Desde su infancia en Long Island, en que los juegos con sus hermanos en el poco cuidado jardín le hacen olvidar la pobreza del suburbio, hasta la muerte de sus padres, la pérdida de su hijo, la ausencia de su hermano, la destrucción de su hogar y su taller en el atentado de Tarata. También alegrías domésticas y, cómo no, reflexiones de artista. La escritura da cuenta de los vendajes y de las liberaciones, convertida en un proceso curativo.
McCarthy no forma parte del pelotón de autores locales que abrazan la hoy prolífica narrativa autorreferencial. Ella inauguró ese registro ya en los años 80 desde su trabajo fotográfico, cuando sus autorretratos y desnudos sintonizaban con la reflexión de las artes visuales de aquella época. Es difícil decir hasta dónde puede ser confiable la memoria recuperada, pero aquella ilusión se sostiene en los detalles. Y son muchos y luminosos los que la autora va desplegando para confiar en el relato de su aventura íntima y familiar. //
Incendiar la pradera
José Luis Rénique
Ensayo / La siniestra
En su intento por reconstruir la historia de las izquierdas en el país, el historiador de la PUCP y la Universidad de Columbia analiza lo que él llama los tres grandes ciclos de la actividad radical de la izquierda: la fase de formulación teórica, la forja del movimiento campesino y un último ciclo formado por la revolución velasquista, la aparición de la nueva izquierda posguerrillera y la irrupción de Sendero en escena.
La vida ya superó a la escritura
Tilsa Otta
Poesía / Juan Malasuerte
Una poeta que pone la euforia por delante de la corrección literaria. En un libro que suena a perreo agitado y militante nocturnidad, la autora le escribe a sus shorts, a su correo electrónico, al Tinder, al selfie intermitente, a sus infecciones. Buscando con terrible lucidez un verbo pop para compartir experiencias cercanas a la sabiduría, nos advierte que “por una palabra rota entra más luz”. Gran imagen: “la poesía es un loco calato buscando su ropa”.
Una historia en silencio
Jorge Eslava
Infantil / Planeta Junior
Un padre intenta conseguir una mascota ideal para su silenciosa hija. En divertida retahíla, pasan por la casa perros, gatos, canarios o monos, hasta que la tienda se queda vacía sin que la niña logre comunicarse con ninguno. Sin embargo, la última criatura, un discreto caballito de mar, será quien le anime a articular palabras de afecto. Ilustrado por Andrea Lértora, el entrañable escritor limeño apela a la tradición popular para sensibilizarnos sobre los trastornos del lenguaje.