El próximo 11 de setiembre dejaría el encierro Maritza Garrido Lecca, que se inició el 12 de setiembre de 1992, cuando fue detenida en la casa que rentaba en Surquillo como academia de danza, fachada del escondite del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso.
Como se recuerda, ella fue condenada a cadena perpetua y recluida en el penal de Yanamayo, en Puno. En el 2002 se anuló esa sentencia y se ordenó un nuevo proceso. En el 2005 fue sentenciada a 20 años y al año siguiente, tras la revisión de su proceso, a 25.
En el 2007 escribió un libro, Libertad de danzar (Mano Alzada Editores), que se inicia con una frase que –a pocos días de posar nuevamente sus pies en la calle– resulta premonitoria: “Siempre es difícil comenzar”.
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