Orientación Vocacional | La universidad es un espacio clave para que los jóvenes reafirmen sus compromisos y sueños con el desarrollo de nuestro país. Por eso, los centros de estudios promueven programas de voluntariado que les otorgan la posibilidad de compartir su tiempo y conocimientos con quienes más lo necesitan. Este tipo de experiencias contribuyen a desarrollar habilidades, como la autoestima, la empatía, el trabajo en equipo y el liderazgo. Además, permiten poner en práctica los conocimientos y buscar soluciones creativas a los problemas.
La Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC) ofrece, por ejemplo, programas de voluntariado en más de doce organizaciones. Allí, los chicos participan en actividades que promueven la inclusión, la salud, el juego, el cuidado del medio ambiente y el deporte. “En estas experiencias, los estudiantes tienen la posibilidad de interactuar con otros, organizarse y aportar”, explica Javiera Alcázar, directora de Vida Universitaria de la UPC.
En el caso de la Universidad de Lima, los alumnos cuentan con dos tipos de programas. Uno de ellos está conformado por las iniciativas de la universidad y, el otro, por las labores desarrolladas en alianza con quince organizaciones externas. Entre las actividades propias se encuentran los programas sociales de intervención psicológica, los de comprensión lectora, desarrollo empresarial de mujeres en Huachipa y la pastoral universitaria. “Nuestra misión es formar profesionales líderes y creativos. Ciudadanos autónomos, reconocidos por sus méritos y comprometidos con el bienestar de la sociedad”, señala Manuel Quijandría, coordinador de Responsabilidad Social Universitaria.
-EL PODER DE AYUDAR-
ESAN cuenta con el Programa Social de Impulso al Emprendimiento: un espacio —brindado en alianza con la Asociación UNACEM— donde el estudiante asume el rol de asesor para ayudar a un emprendedor comunitario. De esta manera, la iniciativa busca fortalecer los conocimientos y habilidades sociales entre los estudiantes e impactar positivamente en la vida del microempresario, su familia y su comunidad.
La Universidad Continental impulsa, por su lado, la participación de los estudiantes bajo tres líneas: el Voluntariado con Aliados (a través de alianzas con otras organizaciones), la Brigada Continental (con actividades de enfoque ambiental, animalista y de prevención de riesgos y desastres) y el Full Day de Voluntariado (que atiende diversas necesidades en una jornada de intervención de alto impacto).
En la misma línea, la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) impulsa el programa Comunidad de Innovación y Emprendimiento. Este voluntariado ha construido cocinas mejoradas para las poblaciones de Huaraz y Ayacucho. Y planea, asimismo, enseñar la metodología de Design Thinking en quechua y diseñar una biblioteca acorde a las experiencias de los pobladores de estas regiones.
Científica Responsable es, por último, el programa de voluntariado que impulsa la Universidad Científica del Sur. Actualmente, sus proyectos son Tarpuy, Hermanos Mayores, Consultorio Nutricional, Hábitos y Estilos de Vida Saludable, Guardianes de los Humedales, Guardianes del Mar, RUA Científica, entre otros. “Son 350 voluntarios pertenecientes a diferentes carreras que promueven valores, como la amistad y el trabajo en equipo, y que llevan el conocimiento y experiencia a distintas comunidades”, explica Lorenzo Wong, director de Proyección Institucional de la casa de estudios. //