Un equipo de la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur creó un dron de un ala llamado F-SAM, inspirado en las semillas de sámara. Este dispositivo tecnológico se distingue de los demás drones gracias a su ala plegable que le permite al usuario guardarlo de forma compacta cuando no está en vuelo.
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No se trata del primer monocóptero, pues el primero fue desarrollado en el año 1913 y puesto a prueba dos años más tarde. El diseño del F-SAM, al igual que el resto de monocópteros, tiene como fuente de inspiración a las semillas de sámara, que cuando caen de un árbol, giran y flotan en el aire hasta terminar en suelo fértil, movimiento similar al que realiza el dron.
Una de las ventajas del F-SAM es “su capacidad inherente de autorrotación”, de acuerdo a lo que señalan los creadores en su artículo de investigación, “por lo tanto, el monocóptero está equipado con un mecanismo de seguridad natural, gracias a esta capacidad de descender con gracia en autorrotación en caso de un corte de energía”.
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El dron es capaz de mantenerse en el aire por 16 minutos y pesa solo 69 gramos. Además, “gracias a los cambios en cómo y cuándo el F-SAM genere empuje, el dron se puede dirigir, lo que le permite navegar a través de desafíos complejos como entrar y salir de una ventana”.
Puedes ver cómo funciona a continuación.
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