¿Me estarán espiando los correos electrónicos? ¿Estarán obteniendo datos personales? ¿Cuáles?
Si eres de los que de vez en cuando se hacen estas preguntas, sigue leyendo. Sobre todo si tienes una cuenta de Gmail.
Y es que sin haber dado ningún permiso para ello, sin ni siquiera saberlo, muchos de los correos que llegan a tu bandeja de entrada están recogiendo cierta información sobre ti.
De ello se encargan varios correos publicitarios, boletines que recibes incluso sin haberte suscrito y notificaciones de todo tipo.
Quiénes te rastrean
Se trata de una de las técnicas de empresas como Yesware, Bananatag o Streak; compañías de las que puede que no hayas oído hablar, pero que probablemente ya saben de ti.
Éstas se encargan de gestionar las relaciones con los clientes de otras empresas, para afianzar los que ya tienen, o para ampliar la cartera.
Y una de las tácticas que utilizan es el marketing por correo.
Cómo lo hacen y qué obtienen
Los correos que envían estas compañías suelen contener una imagen de 1x1 transparente para el usuario.
En cuanto se abre el correo esta etiqueta hace llegar al servidor que lo emitió una serie de datos.
Básicamente le informan de si se ha abierto el mensaje, desde qué dispositivo se ha hecho, a qué hora y dónde se encuentra el usuario del correo.
Generalmente, el primer dato les sirve para calcular la tasa de apertura de los envíos, el segundo para adaptar el formato del email al dispositivo predominante y el tercero para detectar las mejores horas para mandar los mensajes.
Y así, con todo ello, afinar aún más la estrategia de marketing.
¿Es ilegal?
Es un procedimiento más común de lo que se podría pensar.
Es más, Google incluso tiene una página en la que guía a los anunciantes a través del proceso.
Por lo tanto, está lejos de ser ilegal.
Aunque eso no significa que no resulte inquietante para algunos y, en cualquier caso, se lleve a cabo sin el conocimiento ni el consentimiento de los potenciales clientes.
Cómo evitarlo
Cuando el ingeniero estadounidense Sonny Tulyaganov supo de esta práctica más o menos frecuente se sorprendió.
No tanto por la importancia de los datos que estas empresas obtenían de los potenciales clientes, sino porque lo hacían sin que estos ni siquiera se dieran cuenta.
Así que decidió rastrear a los rastreadores.
Y el resultado es Ugly Mail, una extensión de Chrome que permite saber cuáles de los correos electrónicos que recibes en tu carpeta de entrada llegaron para fisgonear.
El sistema es sencillo: una vez que se ha instalado, el código identifica los emails que incluyen las imágenes transparentes de rastreo.
Estos correos aparecerán en tu bandeja marcados con el icono de un ojo. Así al menos sabrás que si los abres les estarás enviando de regreso información.
La herramienta, sin embargo, tiene sus limitaciones.
Solo sirve para los correos de Gmail y únicamente está disponible para el navegador Chrome, aunque Tulyaganov adelantó que están trabajando en las versiones para Safari y Firefox.
Otras herramientas
Ugly Mail no es el único mecanismo para evitar que te espíen a través de correos electrónicos.
Este servicio identifica los correos fisgones y tú eliges abrirlos o no.
Pero otros no te consultan, y los bloquean directamente.
Es el caso de PixelBlock, otra extensión de Chrome.
Aunque la medida más básica que los usuarios podrían adoptar sería mantener activos los filtros de correo no deseado.
Los clientes de correo más conocidos, como Windows Live Mail, Microsoft Outlook, Thunderbird, Mail (para Mac) y Evolution (para Linux), cuentan con control de antispam avanzado.
Lo mismo ocurre con los servicios de Hotmail, Yahoo, Gmail, entre otros.
Asegúrate de mantener activos sus filtros e indica manualmente cuáles correos que el filtro no identificó consideras no deseados.
Así, al menos, se lo pondrás más difícil a aquellos que te quieren espiar.