El Progress M-27M, que transporta material científico y productos de primera necesidad, como agua y comida, está cayendo a Tierra, y según expertos podría permanecer en órbita durante más de una semana antes de impactar con la superficie.
Thomas Reiter, director de Vuelos Tripulados y Operaciones de la Agencia Espacial Europea, dijo a The Guardian que si los ingenieros rusos no recupera el control del carguero ruso este podría caer en espiral a la Tierra en los próximos 10 días.
Se espera un comunicado oficial de la Agencia Espacial Rusa (AER). Un funcionario cercano a la situación dijo a la agencia France-Presse: "Ha comenzado a descender. Está fuera de control", informó el diario inglés.
Por su parte, Igor Komarov, jefe de la AER, dijo a la la agencia LifeNews: "Un acoplamiento seguro con la Estación Espacial Internacional no es posible. Estamos trabajando en diferentes opciones para un aterrizaje en el agua".