Vía Láctea. (Foto: Pixabay)
Vía Láctea. (Foto: Pixabay)
Redacción EC

La formación del Universo es un gran campo en el cual trabajan miles de astrónomos, que buscan entender cómo se conformaron las actuales galaxias, entre ellas la.

Un reciente estudio, publicado en, revela el caso más grande de "canibalismo cósmico" que se conoce hasta el momento en la Vía Láctea. Investigadores españoles descubrieron que hace unos 10 mil millones de años nuestra galaxia devoró una mucho más pequeña.

[]
[]

En el trabajo, enmarcado en lo que los astrónomos llaman "arqueología cósmica", analizaron el color y brillo de cerca de un millón de estrellas en un radio de 6.500 años luz gracias a los datos de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea.

Los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) examinaron el llamado halo galáctico, donde se encuentran estrellas azules y brillantes y otros rojos y tenues, para calcular su edad.

Los investigadores determinaron, de acuerdo al color y la concentración de las estrellas, que las de color rojo pertenecen a la Vía Láctea primigenia, que se formó hace unos 13 mil millones de años, mientras que las estrellas azules se formaron en la galaxia Gaia-Encélado, que era cuatro veces más pequeña y que tenía una antigüedad similar.

"La distribución de la edad de las estrellas en el halo hace diez mil millones de años puede identificarse con el momento en que sucedió la acumulación de Gaia-Encelado con la Vía Láctea", explican en el estudio.

Estas estrellas, que tienen una edad similar al de la misma Vía Láctea, funcionan como fósiles y permiten reconstruir el proceso de formación de nuestra galaxia.

"Junto con las simulaciones cosmológicas de vanguardia de la formación de galaxias, estas edades nos permiten ordenar la secuencia temprana de eventos que dieron forma a nuestra galaxia", afirman los autores.

Matteo Monelli, investigador del IAC y coautor del trabajo, indica a El Español que "hasta ahora, tanto las predicciones cosmológicas como la observación de galaxias espirales lejanas similares a la Vía Láctea indicaban que esta fase violenta de fusión de estructuras menores era frecuente".

“La Vía Láctea probablemente ha vivido decenas o centenares de fusiones, pero esta es la más grande que se ha detectado nunca”, agrega a El País Carme Gallart, del IAC.

El trabajo indica que tras el choque, paulatinamente se dejaron de formar estrellas en la Vía Láctea hasta hace unos 6 mil millones de años, pero que algunas pudieron formarse luego, como sucedió con el Sol, que nació hace unos 4.500 millones de años.

Síguenos en Twitter:

Contenido sugerido

Contenido GEC