Enfriamiento terrestre favoreció el fin de los dinosaurios
Enfriamiento terrestre favoreció el fin de los dinosaurios
Redacción EC

Los de flora y fauna hallados en la Región de Magallanes, al extremo sur de , revelan la existencia de un enfriamiento del clima durante el fin de la era del Cretácico. Este fenómeno "favoreció la extinción de los ", señala el científico chileno Marcelo Leppe.

Esta variación climática, evidenciada por señales geoquímicas y por la disminución del tamaño de las hojas fósiles encontradas, influyó en la presencia o ausencia de cierto tipo de plantas vinculadas a la dieta de los dinosaurios, lo que propició la disminución de diferentes especies de estos grandes animales.

Según Leppe, los hallazgos encontrados en esta región complementan la hipótesis generada durante los últimos años, que sostiene que a fines del Cretácico, antes del impacto de un meteorito en Yucatán, "hubo un periodo frío que habría provocado la formación de hielo antártico y producido un gran descenso del mar".

La expedición paleontológica, organizada por el Instituto Antártico Chilena, estudió los fósiles de la Estancia Cerro Guido y Las Chinas, situados en la austral región de Magallanes, un enclave considerado por Leppe como "una piedra Rosetta" de la paleontología.

"Este remoto lugar, que tiene reflejado el ambiente marino y continental, es un punto estratégico que proporciona una fotografía instantánea de un momento determinado de la historia natural", sostuvo el paleontólogo.

Además, esta zona concentra una gran diversidad de vertebrados fósiles, como saurópodos y hadrosaurios, así como reptiles, entre los que destacan plesiosaurios y mosasaurios.

Pero eso no es todo, alberga también una importante cantidad de flora fósil, principalmente representada en "impresiones de hojas perfectamente conservadas y en troncos con anillos de crecimiento. Todos estos elementos permiten establecer los efectos de las variaciones climáticas", remarcó el paleontólogo.

El complejo Cerro Guido-Las Chinas, uno de los cinco lugares más importantes de Sudamérica para el estudio de la era de los dinosaurios, encuentra plasmado en sus rocas distintos ambientes de fines de ese periodo, que van desde marinos profundos (durante el Campaniano de 83 a 72 millones de años), a costeros y continentales (durante el Maastrichtiano de 72 a 66 millones de años).

La prueba del enfriamiento

Esta inusual concentración de ambientes permitió el descubrimiento, el año pasado, de un "hito biológico", según el científico, pues se encontró una hoja fosilizada de Nothofagus, especie arbórea originaria del Hemisferio Sur, que para ese entonces se creía confinada en la Antártida.

A su juicio, el hallazgo de flora de origen antártico, por primer vez en Sudamérica, se correlacionaría con la posibilidad de que el enfriamiento climático hubiera producido un descenso en el nivel del mar y, consecuentemente, hubiera dejado al descubierto "un puente terrestre entre la Antártida y la Patagonia.

"El Nothofagus es una planta intolerante al agua de mar, no se puede propagar ni por semillas ni de ninguna otra manera, por lo tanto este hallazgo es una evidencia concreta del cambio climático y de que la Antártida y Suramérica estuvieron conectados al final de la era de los dinosaurios", afirmó el científico.

Gracias a los resultados de esta expedición paleontológica, llevada a cabo este verano por el Instituto Antártico Chileno (INACH) con la colaboración de la universidad alemana de Heidelberg y la brasileña Unisinos, se abre una nueva arista sobre el misterio de la desaparición de los grandes saurios de la faz de la .

Fuente: EFE

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