Durante mucho tiempo se pensó que los europeos fueron los primeros en traer la tuberculosis al continente americano cuando llegaron en el siglo XV. Pero un nuevo estudio sugiere que la mortal enfermedad estaba presente en la zona cientos de años antes de que Cristóbal Colón llegara a las playas americanas.
Pruebas genéticas revelan que los más probables primeros portadores no fueron humanos sino focas y lobos marinos.
"¿Quién hubiera pensado que las focas transmitieron una de las enfermedades más letales en América del Sur hace alrededor de mil años?", dijo Johannes Krause, investigador de la Universidad de Tuebingen de Alemania.
"Fue definitivamente una sorpresa", contó el científico, cuyo trabajo se publica en la revista especializada "Nature".
Cuando los europeos llegaron al que para ellos era el Nuevo Mundo, trajeron una ola letal de enfermedades. Se estima que cerca del 90% de los indígenas americanos murieron a causa de nuevas infecciones.
Pero la investigación de Krause y su equipo sugiere que al menos una de estas bacterias –la de la tuberculosis– ya estaba circulando en América.
Los científicos desenterraron y analizaron tres antiguos esqueletos peruanos que contienen ADN de cepas de tuberculosis. Y estos restos de 1.000 años de antigüedad anteceden la llegada de los españoles en unos 500 años.
"Comparamos el genoma –la información genética entera– de estas antiguas cepas con la bacteria moderna que forma el compuesto 'Mycobacterium tuberculosis' de hoy y lo que hallamos es que las antiguas cepas peruanas no eran las típicas europeas, asiáticas o africanas que encontramos en los humanos de hoy", le explicó Krause a la BBC.
El gran enigma era que mientras la enfermedad se estaba propagando alrededor de África, Europa y Asia hace 1.000 años, los científicos no sabían cómo una nueva y extraña cepa había saltado a través del océano para afectar a los americanos.
"Nosotros bromeábamos, ¿lo hizo volando, tal vez nadando?", contó Krause. "Pero entonces vimos que de hecho fue nadando: la diseminaron las focas".
Foca para cenar
Los investigadores observaron que la cepa de tuberculosis presente en los esqueletos peruanos era muy similar las cepas que se encuentran en la actualidad en focas y lobos marinos.
Ellos creen que estos mamíferos marinos contrajeron la enfermedad de la gente en África, donde se originó la tuberculosis, y la transportaron a través del océano.
Luego la contagiaron a los antiguos americanos, quienes cazaban focas y probablemente comieron su carne contaminada. "Hay evidencias de la explotación de focas en la costa de Perú", explicó Krause.
"Estos animales han sido un factor económico muy importante. Los cazaban, usaban sus pieles, su carne, su aceite. Eran bastante importantes".
Lo que aún no está claro es si la tuberculosis que los habitantes americanos se contagiaron de las focas también se transmitía de una persona a otra.
Pero si bien las animales marinos fueron probablemente los primeros en traer la tuberculosis, las pruebas sugieren que los primeros europeos que llegaron a América traían otra cepa mortal de la enfermedad.
"Los españoles trajeron consigo la tuberculosis europea, y esto probablemente causó epidemias masivas en América del Norte y del Sur", explicó Krause.
"Parece bastante claro que lo que existe hoy en el continente es una versión europea de la tuberculosis".