WASHINGTON. En un impactante ejemplo de como la impresión 3D puede ser adaptada a la atención médica, doctores convirtieron plástico pulverizado en pequeños dispositivos que salvaron la vida de tres bebés varones al mantener abierta su defectuosa vía respiratoria.
Estos experimentales implantes para vías respiratorias de hecho cambian de forma con el tiempo, ya que son capaces de expandirse conforme los bebés van creciendo. Asimismo, se disolverán cuando ya no sean necesarios, sin ocasionar ningún daño.
"Estamos utilizando luz láser para transformar polvo en dispositivos médicos que cambian la forma en que se desarrolla el cuerpo", dijo el líder investigador, doctor Glenn Green, un otorrinolaringólogo pediatra de la Universidad de Michigan (EE.UU.). "Es un concepto que hubiera sido inconcebible hace no muchos años".
El equipo del doctor Green se volvió noticia en 2013 con el éxito inicial en el tratamiento del primer bebé, Kaiba Gionfriddo.
El miércoles, los investigadores publicaron resultados prometedores con otros dos pequeños, más exámenes de larga duración que muestran que Kaiba, el primer paciente intervenido, parece estar curado ahora que implante que alguna vez le ayudó a respirar se está disolviendo justo a tiempo.
A continuación, el equipo está trabajando con la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) para iniciar un ensayo clínico para probar los implantes impresos en 3D en 30 niños con un problema similar.
"Fascinante", dijo el doctor Piers Barker, de la Universidad de Duke, quien encabeza la investigación en impresión 3D para cardiología pediátrica.
"Lo promisorio de la impresión 3D es que uno puede realmente comenzar a personalizar potencialmente casi cada intervención médica", señaló el doctor Barker. Pero "este enfoque a una estructura que permite crecimiento; es la primera vez que veo algo así ".
Los médicos recurren cada vez más a la tecnología de impresión en tres dimensiones.
Ya han intentado crear huesos artificiales a la medida, orejas y modelos de corazones hipertróficos para que los cirujanos puedan practicar una cirugía antes de abrir a un paciente. Algunos científicos incluso intentan imprimir órganos con una mezcla de células humanas y un armazón biodegradable. Ese trabajo tomará muchos años más de investigación.
Fuente: AP