Luchar contra el calor puede aumentar nuestros gastos en fuentes de energía. En Estados Unidos, cerca del 6% de toda la electricidad producida es destinada a reducir la temperatura de sus viviendas mediante el aire acondicionado, que, traducido en cifras, significa un gasto de 29.000 millones de dólares anuales sin medir su impacto en el medio ambiente. Por ello, un grupo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) hizo un producto que reduce la necesidad de utilizar aire acondicionado.
Ellos han propuesto luchar contra el calor desde otro punto de vista. En lugar de enfrentarlo cuando ya accedió al hogar, evitan que ello suceda a través de las ventanas, la principal vía de acceso al calor solar. Es así como los investigadores se han esforzado en encontrar una forma que evite el recalentamiento sin limitar la entrada del sol en invierno. Es decir, aprovechar el Sol cuando más se necesita impidiendo sofocos innecesarios.
Este problema se enfrentará con una lámina transparente que se adhiere a las ventanas y que permite el paso de los rayos mientras la temperatura exterior sea de 32 grados centígrados. Si el calor sobrepasa esta temperatura, el film impide que entre en calor rechazando los rayos solares. Este sistema funciona de forma autónoma, es decir sin intervención humana ni ningún tipo de conexión a un sistema.
Una vez adherido a las ventanas, la película es capaz de bloquear el 70% del calor solar, como el aire acondicionado.
Los investigadores calculan que un edificio con esta lámina adherida a sus ventanas podría reducir su consumo eléctrico en un 10%. Si bien la cifra no es muy alta, a gran escala puede ser un beneficio considerable.
¿Cómo funciona?
El film tiene minúsculas esferas que contienen agua y, al alcanzar los 32 grados centígrados, las esferas se comprimen provocando el mismo efecto que el vapor y haciendo opaca en parte la ventana. A diferencia de otras ventanas inteligentes que cambian el color y reduciendo la entrada de luz, esta herramienta apenas reduce la luminosidad.
El producto se encuentra lejos de ser comercializado, porque el equipo de investigadores del MIT se encuentra afinando la fórmula para tratar de seguir mejorando la reducción de calor.