¿Cuál fue el peor año para estar vivo en la historia de la humanidad? Fácilmente podemos identificar muchos momentos nefastos en nuestra cronología: 1347, año en que la Peste Negra azotó Europa. Más recientes tenemos a la Segunda Guerra Mundial, y principios del siglo XX, en 1918, la pandemia de gripe que mató a hasta 100 millones de personas. Sin embargo, según un artículo publicado en la revista británica Antiquity, el peor año fue el 536.
"Fue el comienzo de uno de los peores períodos para estar vivo”, según contó a Science Magazine el historiador medieval y arqueólogo de la Universidad de Harvard (EE. UU.) Michael McCormick. Según su equipo de investigadores, no se verán signos de recuperación económica hasta 640.
Se trata del décimo año del reinado del emperador bizantino Justiniano el Grande. A pesar de no suceder nada grave como guerras, plagas ni genocidios, apareció en el cielo una niebla misteriosa y polvorienta que bloqueaba al Sol, provocando que la temperatura se desplome. Ello generó años de caos en todo el mundo: sequías, fallos en los cultivos, nieve en verano en China y una hambruna generalizada. Así se inició la década más fría en los últimos 2.300 años.
En el año 541, la peste bubónica golpeó el puerto romano de Pelusium, en Egipto, lo que llegó a llamarse la “plaga de Justiniano” que se extendió rápidamente, "eliminando de un tercio a la mitad del Imperio Romano del Este y acelerando su colapso", dice McCormick.
Hay evidencia que señala a las erupciones volcánicas como las culpables, no solo porque ocurrieron en la Antártida y Groenlandia, sino en los efectos de eventos volcánicos posteriores, que también causaron enfriamiento global a corto plazo y una devastadora hambruna.
Ahora, un nuevo análisis detallado del núcleo de hielo del glaciar Colle Gnifetti en la frontera entre Suiza e Italia ha arrojado nueva información sobre el siglo de aflicción en que se hundió el mundo.
En el año 536, se mezclaron cenizas volcánicas y escombros, llamados tefra, con la capa de hielo, lo que indica un gran evento volcánico.
Los núcleos de hielo de Groenlandia y la Antártida mostraron evidencia de una segunda erupción en 540, lo que habría prolongado la miseria. Y luego, en 541, surgió la plaga de Justiniano. Pero alrededor del año 640, el equipo notó una señal de renovación en el hielo: el plomo, lo que significa que los humanos comenzaron a extraer y fundir plata del mineral de plomo.
Fuente: N+1