MARRAKECH. La COP22, la primera conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio climático tras el histórico Acuerdo de París, cerró en Marruecos con los delegados suplicando a Donald Trump, presidente electo de EE.UU., que se una a la batalla contra el calentamiento global.
Ante la posibilidad de que EE.UU. se retire del pacto de emisiones adoptado en París el año pasado, los países firmantes unieron fuerzas el viernes en apoyo del compromiso y dijeron que seguirían adelante sin importar lo que suceda.
"El mensaje de la conferencia al nuevo presidente estadounidense es simplemente decir 'contamos con su pragmatismo y su espíritu de compromiso''', declaró Salaheddine Mezouar, ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos y anfitrión de la reunión de dos semanas en Marrakech.
Donald Trump dijo durante su campaña que cancelaría el Acuerdo de París y retiraría el dinero de los contribuyentes estadounidenses de los programas de Naciones Unidas sobre calentamiento global.
Más de 190 países, incluido EE.UU., prometieron en el acuerdo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a las que se atribuye el aumento de la temperatura en el planeta y de los niveles del mar, lo que ha empeorado las sequías y olas de calor.
En Marrakech, delegados desde China a Brasil expresaron esperanza en que Donald Trump no cree realmente en lo que prometió durante la campaña. Algunos le exhortaron directamente a que cambiara de postura respecto al asunto.
"Renuevo mi oferta al presidente electo Trump de que venga a Fiji y vea los efectos del cambio climático", informó el primer ministro de la nación insular, Frank Bainimarama, lo que generó un aplauso de los asistentes a la conferencia.
Las pequeñas naciones insulares están entre los intercesores más enérgicos por la reducción de emisiones de gas gases de efecto invernadero porque temen que su supervivencia depende de ello. Muchas ya están sufriendo los efectos del cambio climático, con un aumento del nivel del mar que erosiona su línea costera e invade su suministro de agua dulce.
Al acercarse la conferencia a su fin, la ministra alemana de Medio Ambiente Barbara Hendricks afirmó que "está demostrado que el espíritu de París está vivo y es más fuerte que nunca".
Mientras negocian mayormente asuntos de procedimiento, los países anunciaron varios acuerdos e iniciativas para mostrar su compromiso hacia una transición a energía limpia.
En una medida simbólica, más de 40 naciones vulnerables, entre ellas pequeños países insulares y países africanos golpeados por la sequía, declararon que buscarían implementar energía 100% renovable "tan rápido como sea posible".
Fuente: AP