¿Tienes la mente abierta en relación al futuro? ¿Tienes experiencia médica y puedes completar tareas bajo presión? ¿Te sientes cómodo trabajando frente a un cadáver?
Esta no es la descripción de un trabajo para un ladrón de tumbas.
Son los atributos ideales de un técnico en criónica: alguien que conserva los cuerpos de los recién fallecidos con la esperanza de que un día sean revividos.
Los defensores del puesto de trabajo lo describen como la "ambulancia para el futuro".
Dicen que a medida que avanza la medicina, estos técnicos podrían convertirse en algo común en los hospitales "ofreciendo" a los creyentes una segunda oportunidad en la vida.
Sin embargo, hay dudas de que llegue a ser así.
Comprando tiempo
La criónica se basa en congelar a alguien después de que se declara la muerte legalmente para mantener su cuerpo y su mente lo menos dañados posible.
Esto tiene como objetivo comprar tiempo para el paciente hasta que la medicina pueda devolverlo a la vida y curarlo de lo que sea que hayan muerto.
Tan pronto como el paciente muere, el reloj corre para iniciar el procedimiento.
El corazón deja de bombear sangre y el cerebro ya no recibe oxígeno, lo que significa que en cuestión de minutos se pierde la capacidad de crear nuevos recuerdos, y poco después las células comienzan a morir.
Esto significa que el técnico debe ponerse a trabajar inmediatamente después de que el individuo sea declarado muerto legalmente, enfriando su cuerpo en un baño de hielo para frenar el proceso de degeneración.
Después, la sangre se drena del cuerpo y se reemplaza con agentes crioprotectores, similares a los anticongelantes, en un intento de detener la formación de cristales de hielo en las células sanguíneas.
El cuerpo luego se coloca en un tanque de almacenamiento y se lleva a la temperatura del nitrógeno líquido (-196C) en un intento de preservar los órganos y el tejido.
Habilidades necesarias
Pese a que la criónica se practica desde la década de 1970, en realidad solo Estados Unidos y Rusia tienen pequeñas instalaciones de almacenamiento.
En el estado de Michigan (EE.UU.), el Instituto Cryonics tiene aproximadamente 2.000 personas vivas registradas y 165 pacientes que ya pasaron por el proceso.
Dennis Kowalski es el presidente del instituto y realiza algunos de los procedimientos de criónica. Durante el día, él es paramédico.
"El entrenamiento para ser paramédico es perfecto para convertirse en un trabajador en criónica en modo de espera", dice.
"También necesitas a alguien con una licencia de director de funeraria (porque estás manejando legalmente cadáveres), experimentar con una bomba de perfusión (para inyectar fluidos en el sistema circulatorio del paciente) y habilidades quirúrgicas básicas".
El rol del futuro
El Instituto Cryonics funciona como una cooperativa con solo tres miembros a tiempo completo, pero Kowalski cree que esto crecerá a medida que la medicina evolucione.
Hasta ahora, solo 5.000 personas en todo el mundo se registraron, pero las cifras están creciendo, por lo que las casas funerarias pueden comenzar a ofrecer esto como una opción, dice.
"Inteligencia artificial, modificación genética, ingeniería de células madre: todos estos campos están reivindicando lo que estamos haciendo, que es brindar a las personas la mejor oportunidad posible".
Uno de los 5.000 es el doctor Anders Sandberg, investigador del Instituto Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford.
Está en el consejo de la Fundación para la Preservación del Cerebro y eligió que se conserve solo su cabeza después de la muerte, a pesar de que se estima una tasa de éxito para que reviva de solo 3%.
Al igual que Kowalski, Sandberg argumenta que las habilidades necesarias para convertirse en un técnico en criónica ya están en uso en muchas profesiones médicas.
"En este momento, a la criónica se la ve como algo impersonal y se basa en la creencia que es incierta, pero creo que crecerá".
"En el futuro, ¿no tendría sentido tener un técnico en criónica en el hospital? Cuando se hace una cirugía cardíaca o cerebral se baja la temperatura corporal para ganar más tiempo y me imagino que en el futuro empezaremos a hacer más cirugías a baja temperatura", asegura.
"Este es un trabajo que podrías querer hacer si comenzaste como enfermera. No sería un gran salto desde un punto de vista técnico, aunque sí social, ya que usa argumentos de la medicina".
"Hay mucha resistencia, pero desde una perspectiva práctica tiene sentido y podría salvarnos de una gran cantidad de medicina derrochadora", señala Sandberg.
Criónica y criogenia
Aunque suenan similares, la comunidad científica considera a la criónica y a la criogenia dos cosas diferentes.
La criónica específicamente se relaciona con la preservación del cuerpo humano después de la muerte.
La mayoría de los que apoyan el proceso admiten que no saben si existirá la tecnología para revivir a las personas o si las técnicas utilizadas para preparar el cuerpo para el almacenamiento habrán funcionado.
La criogenia, por otro lado, tiene muchas aplicaciones en la sociedad actual.
Implica la congelación de la materia a temperaturas de -150C o menos.
En medicina, esto incluye la congelación de embriones, óvulos, esperma, piel y tejido para preservarlos para su uso futuro.
Clive Coen, profesor de neurociencia en King's College de Londres, sugiere que la aplicación de técnicas criogénicas validadas al cerebro o al cuerpo entero está condenada al fracaso.
Eso es así porque la aplicación de anticongelante durante el proceso de preservación no llega a todo el cerebro y sería imposible descongelar cada parte del cuerpo al mismo tiempo.
"Los defensores de la criónica son ingenuos al comparar sus ilusiones con los éxitos alcanzados en el almacenamiento de células poco compactas, como el esperma, a bajas temperaturas", asegura.
"Y no deben olvidar que cualquier proceso de resucitación que no sea instantáneo simplemente pondrá en marcha nuevamente el proceso de descomposición".
Pero el profesor Coen dice que la criogenia es un campo emocionante.
Aunque el cerebro es demasiado complejo, los criogénicos están trabajando actualmente para congelar otros órganos. Esto podría revolucionar el proceso de trasplante, que ya no tendría que ser de inmediato.
"La gente trabaja arduamente en este campo tratando de almacenar órganos como el riñón e incluso el corazón a largo plazo. Eso sería una gran ayuda para nuestra salud y bienestar", dice el profesor Coen.
"¿Pero todo un cuerpo? Olvídalo".
*Ilustraciónde Karen Charmaine Chanakira