WASHINGTON. La sonda Messenger de la NASA tendrá un final espectacular. Si todo transcurre según lo previsto, el próximo jueves se estrellará en Mercurio, poniendo fin así a más de diez años de investigaciones.
Para entonces se habrá agotado todo el combustible y Messenger impactará en el planeta más cercano al Sol a una velocidad de cuatro kilómetros por segundo, dejando un cráter de unos 16 metros de diámetro.
"La sonda dejará de funcionar, pero consideramos que la misión de Messenger fue todo un éxito", afirmó el director de ciencia de la NASA John Grunsfeld. "Al mismo tiempo, ahora comienza una misión mucho más larga, que consiste en analizar los datos que permitirán conocer los secretos científicos de Mercurio", agrega.
La sonda ha tomado más de 250.000 fotografías y recopilado grandes cantidades de información.
Messeger llevó a cabo en parte un trabajo pionero. Despegó en agosto de 2004 desde el centro espacial de Cabo Cañaveral, en Florida (EE.UU.), después de más de tres décadas sin una sola misión a Mercurio.
Mariner 10, su única predecesora, solo había cartografiado la mitad de la superficie del planeta, de cuya existencia se tiene conocimiento desde hace más de 3.000 años.
Desde el inicio de la misión, Messenger recorrió más de 19 mil kilómetros, y llegó a la órbita de Mercurio en 2011. En realidad su objetivo era dar una sola vuelta alrededor de dicho planeta, pero como las circunstancias fueron favorables y había suficiente combustible, la misión se prolongó en dos ocasiones, por lo que duró cuatro años más.
Messenger no se encontró con un planeta especialmente acogedor, como ya tenía claro la NASA antes del inicio de la misión. Durante la noche la temperatura de Mercurio baja hasta los -200 grados celsius, mientras que durante el día llega a superar los 400. Y el Sol se pone solo una vez cada 88 días terrestres, el tiempo que dura un día en Mercurio.
Messenger sorprendió a los investigadores con sus fotografías y datos de este planeta. Protegida del calor por un escudo de cerámica especial y equipada con ocho instrumentos científicos, la sonda descubrió una inesperada y fuerte actividad volcánica, una insospechada escasez de hierro en la superficie e indicios de la existencia de agua.
Además, Messenger fotografió la última zona todavía desconocida del planeta. "Por primera vez en la historia tenemos un conocimiento real sobre Mercurio, que lo presenta como una parte fascinante de nuestro Sistema Solar", explicó Grunsfeld.
La NASA estará en contacto con Messenger hasta aproximadamente diez minutos antes de que se estrelle en Mercurio. Después tocará decir adiós, sin poder siquiera dar una última mirada a la sonda, que se estrellará en la cara oculta para la Tierra.
Fuente: DPA