La familia del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 Michael Schumacher ha decidido someter al expiloto a un tratamiento con células madre para que pueda recuperarse de las lesiones que lo mantienen postrado tras un accidente en 2013.
Según el periódico Le Parisien, Schumacher, quien no puede moverse ni hablar, ingresó en la unidad de vigilancia continua del servicio de cirugía cardiovascular del profesor francés Philippe Menasché, un "pionero de la terapia celular para curar la insuficiencia cardíaca".
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En los últimos años se hablan de estas innovadoras terapias que muestran resultados prometedores. Pero ¿qué son las células madre, qué hacen y cómo se usan en los nuevos tratamientos?
Según explica Mayo Clinic, "las células madre son la materia prima del cuerpo; a partir de ellas se generan todas las demás células con funciones especializadas".
Es decir, todos nuestros órganos han surgido a partir de estas células y cuando ya nuestro cuerpo está desarrollado, aún existe un pequeño porcentaje de estas en nuestro organismo.
El estudio de células madre en la medicina es prometedor debido a que, en primer lugar, permite conoce cómo se desarrollan las enfermedades en nuestro cuerpo, ya que se puede observar cómo las células madre maduran hasta convertirse en células de los huesos, músculos, etc.
También permiten el desarrollo de la llamada medicina regenerativa, que usa las células madre para crear células sanas que reemplazan a células enfermas. Las nuevas técnicas médicas permiten manipularlas para convertirlas en células especializadas que finalmente regeneran y reparan tejidos enfermos o dañados en personas que han sufrido accidentes cerebrovasculares, quemaduras, cáncer, osteoartritis, entre otros males.
Además, al tener la capacidad potencial de crecer hasta convertirse en tejido nuevo, pueden usarse para probar la eficacia de nuevos medicamentos. Por ejemplo, si se desarrolla un medicamento para un problema cardíaco, se pueden programar células madre para convertirse en células cardíacas y utilizar el nuevo fármaco en ese tejido en el laboratorio. Esto reduce el riesgo al que se someten las personas que participan en ensayos clínicos.
¿De dónde provienen?
Las células madre pueden producir células hijas, que a su vez se convierten en células madre (autorrenovación) y células especializadas (diferenciación), que son las que se vuelven en las células que forman los órganos. Cabe señalar que ningún otro tipo de célula del cuerpo tiene la capacidad de hacer esto.
Hay tres grandes grupos de células madre según su origen: las células madre embrionarias, que provienen de embriones que tienen de tres a cinco días de vida; las células madre adultas, que se encuentran en pequeñas cantidades en tejidos como la médula ósea, la grasa o la sangre; y las células madre perinatales, que se encuentran en el líquido amniótico y en la sangre del cordón umbilical.
Además, los científicos han logrado modificar células adultas para que tengan las propiedades de las células madre embrionarias a través de la reprogramación genética. Con ello, logran que actúen de manera similar y se conviertan teóricamente en cualquier tejido.
La medicina regenerativa y lo que falta por hacer
Las terapias con células madre es un campo prometedor, pero en el que aún se necesita realizar más investigación que pueda corroborar los beneficios de este tratamiento.
Asimismo, la medicina regenerativa abre no solo retos a nivel científico, sino también ético, debido al uso de células de origen humano, ya que las células embrionarias se obtienen de óvulos que fueron fertilizados en clínicas de fertilización in vitro.
Las recientes investigaciones han determinado que las células madre adultas se pueden adaptar más de los que se pensaba, por lo cual se las podría usar para obtener tejidos más diversos, pero a la vez son más propensas a tener alteraciones puesto que han estado más expuestas al medio ambiente. Los investigadores quieren lograr que las células madre se conviertan en el tipo específico de tejido que desean, pero aún no pueden controlar por completo este proceso.
Los médicos ya han logrado que las células madre adultas de la médula ósea pueden convertirse en células cardíacas que pueden reparar el tejido cardíaco, pero aún se desconoce si se conseguirá la misma efectividad en otros órganos afectados por enfermedades degenerativas.
En tanto, el trasplante de médula ósea, que es un tipo de trasplantes de células madre, es una práctica extendida en el mundo para males cardíacos, leucemia, el linfoma, el neuroblastoma y el mieloma múltiple.
Lo cierto es que la medicina regenerativa promete cambiar el enfoque de tratamiento de múltiples enfermedades, pero todavía nos encontramos en camino hacia la aplicación generalizada de estas terapias.
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