Cuando en 2014 Google pagó US$3.200 millones por la start-up de Tony Fadell, Nest, adquirió mucho más que un termostato y un detector de humo conectados a internet.
También se hizo del hombre al que llaman "el padre del iPod", el ingeniero y diseñador que le vendió a Steve Jobs su visión de un reproductor de música portátil.
La persona que trabajó al lado del británico Jonathan Ive, el gurú del diseño de Apple, para hacerlo una realidad, actualizarlo y, después, repetir el proceso con el iPhone.
Ahora, los dos hombres están destinados a competir cabeza a cabeza. Primero, en el ámbito de la tecnología que se puede llevar a todas partes y quizás, después, en el diseño de automóviles.
Dice mucho que cuando Fadell llegó a la entrevista con la BBC llevaba el último producto de Ive, el Apple Watch.
"Lo he tenido por casi dos semanas", cuenta.
"Pienso que hicieron un tremendo trabajo en lo que se refiere a componentes de hardware".
"Están intentando muchas cosas diferentes con esa plataforma, algunas van a ser muy buenas, otras no".
Cuando Fadell acordó vender Nest a Google, la razón que dio fue que unir fuerzas aceleraría su plan maestro de una "casa pensante".
Odia el término "internet de las cosas", pues -asegura- le hace un daño a sus productos.
Pero en enero, era claro que el jefe ejecutivo de Google, Larry Page, tenía planes más sabios para su gran experiencia en hardware.
Las conflictivas gafas de Google, Glass, fue una de las misiones que se le asignaron.
"No es que me las hayan pasado o que me hayan dicho: 'Arréglalas'", Fadell aclara. "Yo me ofrecí".
"Recuerdo cómo fue cuando hicimos el iPod y el iPhone. Pienso que esto puede ser así de importante, pero va a tomar tiempo hacerla bien".
"Arruinar el mercado"
La "edición exploratoria" de las gafas de Google de US$1.500 fue retirada rápidamente de la venta.
Fadell aclara que las versiones de prueba que se hagan en el futuro se mantendrán para uso interno.
Ese concepto ha sido visto como un cambio en la estrategia de Google, una compañía a la que le llevó cinco años sacar del estatus "beta" su servicio de correo electrónico, Gmail, y que todavía invita a sus usuarios a jugar (play), con las versiones preliminares de varios de sus productos.
El cambio también ha molestado a muchos programadores, quienes invirtieron tiempo y dinero en hacer aplicaciones para un producto que ya no existe.
Pero Fadell defiende la medida. Argumenta que es necesario hacer una distinción entre el hardware y el software.
"Si solo haces servicios basados en electrones, puedes repetir rápidamente, probar, modificar y hacerlo bien", indicó.
"Pero cuando estás trabajando con átomos reales (hardware) y tienes líneas de fabricación y te lleva un año o más desarrollar un producto, es mejor que lo entiendas muy bien: qué es y qué está tratando de hacer y específicamente que no va a hacer".
"Los clientes van a tener que gastar dinero para comprar esos átomos".
"Ellos quieren algo que ofrezca un valor o terminarás causando una desilusión real y puedes llegar a arruinar el mercado".
Cámara
Por ahora, eso deja la reputación de Fadell dependiente de la line-up de Nest o, mejor dicho, de sus productos estrellas.
En junio, Fadell dio a conocer una versión más delgada de su detector de humo, una cámara casera rediseñada y rebautizada, con un nuevo software para su termóstato.
Está limitado a tres productos, incluyendo la recientemente lanzada Nest Cam, un dispositivo que permite que las personas monitoreen a la distancia, a través de internet, lo que sucede en sus casas en tiempo real.
La cámara que, detecta movimientos y audios, transmite imágenes y sonidos en vivo que capta desde la vivienda del usuario a una aplicación descargada en un teléfono celular. El material se puede guardar en la nube.
Si se deja a un lado el que es para muchos el factor repulsivo de espiar a la familia, es justo decir que el dispositivo comparte el aspecto nítido y elegante de los otros productos de Nest. De hecho, las críticas han sido positivas.
Pero la cámara es una actualización de una versión anterior de un dispositivo hecho por Dropcam, una compañía que Nest adquirió.
Eso significa que la división de Fadell no ha creado, por su propia cuenta, una nueva categoría de producto desde que se unió a Google.
Teniendo eso en mente, Page le dijo: "Sigue haciendo lo que estás haciendo y hazlo tan rápido como posiblemente puedes". Quizás la pregunta oculta era: ¿Por qué te está tomando tanto tiempo?
"Háblame sobre el número de categorías de productos caseros y dime quiénes han salido con tres categorías de productos en menos de cinco años, quienes las están comercializando y son los número uno en su categoría", indica Fadell ligeramente molesto.
"Me encantaría tener más, más rápido".
"Pero toma tiempo, realmente toma tiempo hacer productos con el nivel de diseño y casi perfección con los cuales nosotros los hacemos".
Neveras conectadas
Fadell asegura que el principal objetivo de Nest actualmente es expandir la gama de productos pertenecientes a terceras partes con los que sus dispositivos puedan "hablar" o conectarse. Por ejemplo, sus termostatos pueden cambiar a modo de ahorro de energía los refrigeradores de la marca LG cuando no hay nadie en casa para hacerlo.
Sus sensores Protect pueden hacer que las luces Hue de Philips proyecten luces rojas si detectan humo o monóxido de carbono.
Pero esos avances tienen menos impacto que un producto nuevo.
"Pese a su sustancial éxito hasta la fecha y a su participación en el desarrollo de productos clave como el iPod de Apple, Fadell no ha podido alcanzar el estatus de verdadero ícono como el que se le ha dado a Jonathan Ive", señaló Ben Wood de la consultora tecnológica, CCS Insight.
"Dada la gran cantidad de dinero invertida por Google para adquirir Nest y así asegurar sus servicios, debe haber una gran expectativa para que él también pueda ofrecer su propio portafolio de dispositivos verdaderamente impactantes y que pueda generar una gran aceptación".
"Google todavía carece de un dispositivo electrónico que sea un gran éxito absoluto en términos de consumo. Sería razonable asumir que (Google) espera que Fadell pueda ofrecer ese elemento que falta".
Fadell
Ive y Fadell trabajaron juntos en en los primeros iPods e iPhones, pero se les da crédito por diferentes logros.
Con el iPod, Fadell convenció a Steve Jobs de la sabia decisión de desarrollar un reproductor de música portátil y trabajó en hallar una forma para incorporar un disco duro en un dispositivo que podía ser llevado a todas partes.
A Ive se le atribuye el diseño de la rueda que se puede girar con el dedo pulgar para explorar el menú y lo cual permite que los usuarios busquen las canciones que quieren oír con mucha más rapidez.
En el proceso de creación del iPhone, a Fadell se le puede atribuir el haber encontrado la manera de reducir la tecnología necesaria para ofrecer una interfaz táctil en un dispositivo que se puede llevar en la mano.
A Ive se le reconoce haber logrado lo que muchos consideran fue transformar un dispositivo en una joya.
En la Apple posterior a Steve Jobs, la influencia de Ive ha crecido mucho más y se observa en el sistema operativo de la compañía, la creación de su reloj e incluso en el diseño en sus nuevas oficinas.
En contraste, Fadell ha prosperado más allá de Apple: construyó y vendió una compañía multimillonaria, reinventó los mundanos aparatos caseros para convertirlos en dispositivos deseables y se transformó en una de las figuras clave de Google.
Automóviles autónomos
Por eso, muchos creen que Fadell podría involucrarse en otros proyectos de Google.
Los automóviles que no necesitan conductor, asegura, están mucho más cerca de ser lanzados y representan una "gran curiosidad".
"No creo que hayamos visto nada sobre cómo el diseño del automóvil puede lucir cuando se materialice", añade.
Se prevé que Google cambie el diseño de sus automóviles sin conductor antes de que alcance el estatus de pruebas.
"¿Cómo haces que los pasajeros se sientan seguros y realmente asegurarte de que estén seguros?", indicó.
"¿Cómo un carro puede inspirar seguridad y estar a la moda también?"
"¿Cómo este automóvil puede ser un reflejo tuyo, así como también de sí mismo y además ser transparente sobre su seguridad?"
"Esas son preguntas muy interesantes que todavía deben ser respondidas".
Asegura que tiene "algunas ideas" sobre las repuestas y las está compartiendo con otros colegas involucrados en el proyecto de los automóviles sin conductores.
"Siempre tengo ideas, pero depende de si la gente las quiere oír".