Ya han pasado algo más de 120 años desde que el alemán Richard Fiedler le mostró al Ejército alemán los primeros prototipos de su flammenwefer, el lanzallamas moderno. Ese dispositivo, en 1901, se inspiraba en ideas que están dando vueltas al menos desde la época de los griegos y el imperio romano, cuando comenzaron a circular los combustibles líquidos, que combinados con la habilidad de encender fuegos a voluntad se transformaron en un arma letal.
Pero siempre involucraron a personas: sea a nivel infantería o (durante la Segunda Guerra Mundial, sobre todo) desde un tanque, había alguien que trasladaba el recipiente con combustible, y accionaba el sistema de descarga y combustión.
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Ahora, una compañía llamada Throwflame le ha dado una vuelta de tuerca tecnológica a este concepto con la creación de Thermonator, un lanzallamas acorde a estos tiempos: es un perro robot que carga el cañón pulverizador en su lomo. No está reservado para uso militar, y se puede adquirir por 9420 dólares (el envío es gratis en Estados Unidos).
¿Qué se obtiene por ese dinero? Un perro robot al estilo de Spot, el dispositivo creado por Boston Dynamics hace unos años, que en este caso tiene una autonomía de una hora, sistemas lídar de detección de obstáculos, la posibilidad de ser operado remotamente y un lanzallamas con un chorro que tiene un alcance de 9 metros. Viene con Wi-Fi, Bluetooth y GPS para su geolocalización y para enviar las imágenes de su cámara a su controlador remoto y puede usar tanto nafta como gasoil como combustible para prender el fuego.
¿Quién podría buscar algo así? ¿En qué momento alguien dice: “lo que me resolvería este problema es un robot lanzallamas”? Bueno, según la compañía, se puede usar para la remoción de nieve o hielo; la conservación ecológica; la quema de pastizales y el control y prevención de plagas. También, claro, como dispositivo de entretenimiento (para prender un fogón en un festival, por ejemplo). Y no es obligatorio usarlo siempre tirando fuego.
Estos perros robot ya se han visto portando armas de fuego en el lomo, nadando junto a policías y otros elementos en su lomo; de hecho, su función inicial, cuando los creó Boston Dynamics a pedido del Ejército estadounidense, era la de ser una mula de carga para el equipamiento de los soldados.
GDA/ La Nación / Argentina
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