Luego de un año de seguimiento, cayó uno de los más grandes cibercriminales de Europa y el principal de España. J.A.F., un joven de 23 años, se había convertido en el líder de un grupo de ciberpiratas que controlaba decenas de miles de dólares al mes. Finalmente, la policía pudo detenerlo.
Fue capturado hace unos meses en Madrid y ahora suma a las condenas que ya pesan sobre él otra de dos años que le ha impuesto un juzgado de la región de Ponferrada por estafar a una compañera de piso, han informado a Efe fuentes judiciales.
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Durante el juicio por esta causa, celebrado el pasado 24 de julio, el acusado se declaró culpable de haber estafado en 2017 a una compañera de piso tras hacerse con los datos bancarios de una tarjeta de crédito de la chica con los que realizaba compras por internet.
Lo hizo durante meses sin que el padre de la joven, que era quien abonaba los gastos, se diera cuenta, aunque sí se percató cuando el estafador adquirió una serie de electrodomésticos desde esa cuenta, con una suma abultada, 5.000 euros, que sumados a los 1.800 en otros enseres destaparon la trama.
La Guardia Civil detuvo en julio en Madrid a J.A.F. tras casi un año siguiéndole la pista como el mayor ciberestafador de la historia de España.
El joven llegaba a manejar ingresos de hasta 300.000 euros al mes (más de 330 mil dólares) y tenía bajo sus órdenes y a sueldo a un importante grupo criminal.
La Operación Lupin se saldó con 45 detenidos por fraudes "online" a una 2.400 víctimas.
Las estafas se cometían por la venta de productos de electrónica -vídeoconsolas y teléfonos móviles sobre todo- en tiendas "online" fraudulentas, a través de páginas web copiadas de otras legales y de prestigio.
Estas falsas páginas duraban poco, llegando a activarse solo un fin de semana para desaparecer rápidamente sin dejar rastro.
Pero ese poco tiempo, y con una intensa campaña de publicidad y ofertas golosas, lograban captar a muchos compradores.
Los agentes rastrearon 30 tiendas "online" diferentes gestionadas por este joven y sus colaboradores, que captaban a los potenciales clientes en portales de compra-venta y desde ellos les "redirigían" a sus páginas fraudulentas.
Además de móviles y vídeoconsolas, en las páginas ofrecían otros productos según la estación de año, como aires acondicionados o gasóleo de calefacción.
Casi un año ha estado el grupo de la UCO detrás de este joven, pero se cree que al menos llevaba tres años cometiendo diversas estafas, aunque la que más utilizaba era el pago del producto elegido por transferencia bancaria.
Para ello, contaba con numerosas cuentas, a nombre de personas jóvenes a las que captaban a cambio de algunas significativas cantidades de dinero por facilitar sus datos.
Este delincuente tomaba "exageradas" medidas de seguridad, según la Guardia Civil, y utilizaba distintas identidades, no llegaba a residir nunca más de una semana en el mismo domicilio y habitualmente elegía hoteles y aparta-hoteles de Madrid capital y de las localidades próximas de Las Rozas y Majadahonda.
EFE
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