Cuando atentó contra la vida de Peter McKay (Adolfo Chuiman), el personaje más querido de “Al fondo hay sitio”, Claudia Llanos (Úrsula Boza) se convirtió en la villana más odiada de la TV peruana. Responsable de un asesinato, un secuestro, chantajes y extorsiones, el retorno de la actriz a la teleserie ha generado diversas reacciones y múltiples interrogantes.
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En el último capítulo de la novena entrega de la ficción dirigida por Gigio Aranda y producida por Estela Redhead, Claudia Llanos reaparece entre las sombras, sorprendiendo a quienes la daban por muerta. Esta vez se hace llamar Victoria, una mujer misteriosa, admiradora de la cocina de Diego Montalbán (Giovanni Ciccia), con quien pacta una cita en un departamento.
“Como mi personaje supuestamente murió a manos de Francesca Maldini han surgido diferentes versiones sobre mi retorno a la serie. No se sabe quién soy realmente. Algunos dicen que soy la hermana gemela de Claudia, otros que sobreviví y que me estoy haciendo pasar por una admiradora de Diego para así poder continuar con mi venganza. A medida que la historia se desarrolle se irán develando las dudas”, destaca Boza Lujambio.
-Vuelves a interpretar a Claudia Llanos después de seis años. ¿Cómo se dio tu regreso a la serie?
Estaba en la calle, con mi hijita, camino al taller que dicto para niños, cuando vi el mensaje de la productora Estela Redhead preguntándome si estaba libre para volver a la serie. Grité de emoción. Eso fue el 15 de noviembre. Tenía el cabello hasta la cintura, me lo cortaron y pintaron para el personaje.
-Los capítulos de final de temporada de “Al fondo hay sitio” siempre se han grabado en total reserva y con un equipo reducido. ¿Cómo se manejó esta final?
De la misma forma. Estela me pidió que el día de grabación vaya a su casa temprano, plan de 6 de la mañana, para que ella me lleve porque no quería que nadie me vea. Algo parecido a lo que ocurrió con el expresidente Castillo (Risas). Me fui con Toño Vega y Gianina Gandarillas, mis directores, mis amigos, mis vecinos. Todo fue muy caleta. Ese día conocí a Giovanni Ciccia, un buen compañero.
-Después de varios años de no hacer el personaje, ¿fue fácil retomarlo?
Estaba nerviosa porque, es verdad, habían pasado varios años y la mirada ya no me salía. Pero cuando empezamos a grabar, cuando ya estaba en el personaje, maquillada, me di cuenta que nunca la perdí. Todo fue muy bacán, me recibieron con muchísimo, amor, me sentí muy amada. Después de grabar me contaron que cuando hice la escena de la Mujer de negro, cuando las cámaras enfocaron mis ojos y cejas, todos gritaron en el switcher. Ni ellos sabían que había vuelto.
-Este lunes se inician las grabaciones de la décima temporada, ¿qué expectativas tienes?
En mi vida cotidiana estoy dejando las expectativas de lado, prefiero que el día a día avance y me sorprenda. Mi personaje ha ido creciendo poco a poco, evolucionando.
-¿Cómo llegas a “Al fondo hay sitio”?
A través de una convocatoria, en 2009. Jorge Sánchez, que es el jefe de casting, me propone hacer el personaje de la secretaria Claudia Zapata. Me explica que es para diez capítulos y aunque el bolo era súper bajo, acepté porque estaba segura de que la serie iba a tener mucho éxito.
-¿Es verdad que te pagaban 100 soles por cada capítulo?
Por capítulo grabado y emitido, que es diferente. Por suerte mi personaje funcionó, mi chamba gustó, y me quedé. En el siguiente año ya me hicieron contrato, igual la paga era baja, pero poco a poco se fue incrementando.
-Te convertiste en la principal antagonista de la serie, la más odiada y a la vez querida. Cuando apareció la misteriosa Mujer de negro, la gente a través de las redes sociales pedía el regreso de tu personaje.
Es cierto, las redes reventaban pidiendo el regreso de Claudia, y yo deseaba volver, quería que me revivan. Gigio Aranda, el cabecilla de todo esto, me contó que siempre supo que yo era la Mujer de negro, pero lo tenía bajo siete llaves para evitar filtraciones.
-Has protagonizado algunos de los capítulos más sintonizados de la serie, como la muerte de Peter en la segunda temporada. ¿Cómo se grabó esa escena?
Recuerdo que me dieron el guion apenas una hora antes de empezar a grabar. Cuando vi que iba a matar a Peter, dije: “Santo Dios, me quiero morir”. Me quería dar de todo, quería renunciar. Fue terrible ese verano, fue locazo, la gente me insultaba, entre broma y broma se tomaron en serio lo de Peter. Y no estoy exagerando, hubo agresiones verbales muy fuertes que me obligaron a quedarme en mi casa, y si salía lo hacía camuflada, con un gorro y lentes de sol. A Adolfito también lo buscaron en su casa, iban mamás con sus hijos para saber cómo estaba.
-¿Claudia Llanos cambió tu vida?
Totalmente. Me permitió cumplir ciertos sueños que tenía, como casarme y ser mamá. En ese tiempo a Christopher (Gianotti) también le estaba yendo muy bien en televisión, así que pudimos tener una boda bonita. También tuve la bendición de disfrutar de mis dos embarazos chambeando. Cuando grabé el secuestro de Otto, el hijo de Miguel Ignacio (Sergio Galliani), estaba embarazada de mi primera hija, tenía como seis meses, estaba hecha una bola.
-Nunca se notó tu embarazo. ¿Qué recursos utilizaron para ello?
Tomas cerradas y ángulo picado, por eso salía con la cara enorme, cubría toda la pantalla (Risas).
-¿Cuál ha sido la escena que más te costó hacer?
Hay varias, la del disparo a Peter porque era un arma pesada y tenía balas de salva. También cuando Francesca Maldini (Yvonne Frayssinet) me dispara, como no mantuve la distancia debida, la chispa de la bala de salva me quemó el cuello. El dolor que evidencié en esa escena fue real y actuado a la vez. Cuando llegó el segundo disparo, pensé: “viene uno más, apechuga”. Luego tuvimos que repetir la caída, terminé con los codos lastimados. En el momento no dolía, el dolor llegó después. He tenido escenas muy bravas. Me ha tocado recibir cachetadas fuertes de Ivoncita.
-Conduces el divertido podcast “Por algo pasan las cosas” junto a Christopher Gianotti. ¿Cómo mantienen tan buena relación después de una separación?
Porque conversamos muchísimo sobre temas profundos, discutimos nuestros puntos de vista. En “Por algo pasan las cosas” contamos nuestra historia desde nuestra vulnerabilidad, lo que hemos vivido, los errores que hemos cometido. Nos mostramos como somos. Siempre hemos tenido la premisa de llevar una relación amical y respetuosa porque tenemos dos hijas.
-¿Qué pasará con la relación si alguno se involucra con otra persona?
Cuando él tuvo una relación con una chica, perdimos un poco la comunicación porque yo todavía seguía dolida. Cuando la ‘Piruja’ lo dejó, fue maravilloso, nos volvimos a conectar, poco a poco fue mejorando la relación de patas. Luego de eso volvimos durante un tiempo, pero ahora estamos separados otra vez. Lo conversamos mucho y es lo mejor. Lloré muchísimo porque tomar una decisión así, es fuerte, es difícil soltar. No sé qué pasará después, no sé que pasará con mi vida; pero lo que está pasando actualmente en el aspecto laboral es fantástico, maravilloso, estoy muy feliz.
Reencuentro con las tablas
El 2023 no solo marca el retorno de Úrsula Boza a “Al fondo hay sitio” luego de más de seis años; también su reencuentro con el teatro, luego de una década, con la obra “Charada”.
La puesta en escena tiene como protagonistas a Jimena Lindo, César Ritter, Pablo Saldarriaga, Carlos Casella, Sebastián Stimman y Úrsula. Se estrena este 16 de enero en el teatro Pirandello.
“Ha sido un proceso intenso y agotador, no ha sido fácil, pero estoy feliz porque vuelvo al teatro”, subraya la actriz.