El actor podría pasar entre 9 y 15 años tras las rejas (Foto: Pablo Lyle / Instagram)
El actor podría pasar entre 9 y 15 años tras las rejas (Foto: Pablo Lyle / Instagram)
Redacción EC

fue declarado culpable de homicidio involuntario de un hecho que ocurrió en 2019. El actor de 35 años y oriundo de Mazatlán tendrá que cumplir condena en Miami, Estados Unidos. Su caso remeció el mundo del espectáculo mexicano y desde hace varios meses tenía en vilo no solo a él y a su familia, sino a todos sus amigos, colegas y seguidores.

El caso se remonta a hace más de tres años, cuando el actor le propinó un puñetazo a un hombre que murió días después, en el hospital al que fue llevado a causa de un traumatismo en la cabeza.

Durante el juicio, la defensa del artista mexicano, quien no ejerció su derecho a testificar en la audiencia de alegatos finales del lunes, sostuvo que Lyle actuó para protegerse y solicitó la desestimación del caso bajo la ley de defensa propia del estado de Florida.

Sin embargo, la fiscal Gabriela Alfaro convenció a los miembros del jurado. En sus alegatos finales repitió las palabras que Hernández habría dicho antes de caer mortalmente al suelo: “Por favor, no me hagas daño”.

Antecedentes

Lyle iba camino del aeropuerto de Miami en un vehículo manejado por su cuñado, Lucas Delfino, cuando se cruzaron con el automóvil manejado por Hernández, quien en un semáforo se bajó de su automóvil para recriminar a Delfino por una maniobra al volante.

En medio de esa discusión, Lyle salió del carro y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo a las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.

Lyle, conocido por telenovelas como “Mi Adorable Maldición”, está casado con Ana Araujo, con quien tiene un hijo.

Cuatro días después del incidente, Hernández falleció en un hospital a causa de un traumatismo craneoencefálico.

Pruebas

La prueba más contundente es un video, captado por una cámara de seguridad de una estación de gasolina ubicada en frente del semáforo en el que ocurrieron los hechos.

En el video se ve claramente toda la acción y por eso es posible describir en detalle la cronología del incidente.

Además, la Fiscalía ha citado a una testigo que se encontraba dentro de su auto en la misma intersección. Ella ha dicho que vio a Pablo Lyle “correr con agresión y los puños cerrados”. La testigo afirmó que Lyle le dio el golpe a Hernández después de que este “levantara sus manos para protegerse y gritara en español “No, por favor no me hagas daño””.

La defensa, por su parte, ha alegado ciertas inconsistencias en ese relato de la testigo.

La defensa del actor

Pablo Lyle está casado desde diciembre de 2014 con Ana Araujo.

Su esposa participó indirectamente en el altercado vehicular del 31 de marzo de 2019. Ella testificó, y aseveró que se asustó muchísimo y sintió un fuerte golpe en el vehículo durante el incidente.

La defensa de Pablo Lyle argumentó en todo momento que el accionar del actor mexicano fue en defensa propia, y solicitaron, nuevamente, que se rechazara el caso con el alegato de la ley de autodefensa del estado de Florida.

Ana Araujo, también, señaló que no presenció el momento en el que el Pablo Lyle golpeó al ciudadano cubano porque se encontraba espaldas a la escena, y además indicó que todo ocurrió muy rápido.

Decisión final

Este martes 4 de octubre, se conoció el veredicto de la fiscalía de Miami sobre la culpabilidad de Pablo Lyle en el fallecimiento de Juan Ricardo Hernández.

El actor oriundo de Mazatlán fue declarado como responsable de homicidio involuntario, y podría enfrentar una sentencia de hasta 15 años de pena privativa de la libertad.

Cabe recordar, que desde marzo de 2019, Pablo Lyle ha permanecido con arresto domiciliario gracias al pago de una fianza valorizada en 50 mil dólares.

Diversos medios informativos, entre ellos, han indicado que la jueza Marisa Tinkler Mendez prevé una condena de entre 9 y 10 años de cárcel para el actor mexicano.

Asimismo, se supo que su abogado, Philip Reizenstein, ha solicitado que se reduzca el castigo por conducta intachable, y que, también, se tomen en consideración todos los años que lleva con detención domiciliaria.

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